Sagradas Escrituras 1569

Capítulo 1  2  3

HABACUC

1:1 ¶ La carga que vio Habacuc profeta.

1:2 ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás?

1:3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que mire molestia, y destrucción y violencia delante de mí, habiendo además quien levante pleito y contienda?

1:4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale verdadero; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcido el juicio.

1:5 ¶ Mirad entre los gentiles, y ved, y maravillaos pasmosamente; porque obra será hecha en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.

1:6 Porque he aquí, yo levanto a  los caldeos, gente amarga y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las habitaciones ajenas.

1:7 Espantosa es  y terrible; de ella misma saldrá su derecho y su grandeza.

1:8 Y serán sus caballos más ligeros que tigres, y más agudos que lobos de tarde; y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus caballeros, y volarán como águilas que se apresuran a la comida.

1:9 Toda ella vendrá a la presa; delante de sus caras viento solano; y juntará cautivos como arena.

1:10 Y él escarnecerá de los reyes, y de los príncipes hará burla; él se reirá de toda fortaleza, y amontonará polvo, y la tomará.

1:11 Entonces él se ensoberbecerá contra Dios , y pasará adelante, y ofenderá atribuyendo  ésta su potencia a su dios.

1:12 ¶ ¿No eres tú desde el principio, oh SEÑOR, Dios mío, Santo mío? No moriremos oh SEÑOR, para juicio lo pusiste; y fuerte lo fundaste para castigar.

1:13 Limpio eres  de ojos para no ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a  los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él.

1:14 Y haces que sean  los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen señor?

1:15 Sacará a todos con su  anzuelo, los cogerá con su malla, y los juntará en su red; por lo cual se regocijará y hará alegrías.

1:16 Por esto hará sacrificios a su malla, y ofrecerá sahumerios a su red; porque con ellos engordó su porción, y engrasó su comida.

1:17 ¿Vaciará por eso su red, o tendrá piedad de matar gentiles continuamente?

 HABACUC

2:1 ¶ Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y atalayaré para ver qué hablará en mí, y qué he de responder a mi pregunta.

2:2 Y el SEÑOR me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.

2:3 Aunque la visión es aún para un  tiempo señalado, mas al fin hablará, y no mentirá; aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; espéralo.

2:4 He aquí, se enorgullece aquel cuya alma no es derecha en él; mas el justo en su fe vivirá.

2:5 ¶ Cuanto más que el dado al vino, transpasador, hombre soberbio no permanecerá. Que ensanchó como un osario su alma, y es como la muerte, que no se llenará; antes reunió a sí todos los gentiles, y amontonó a sí todos los  pueblos.

2:6 ¿No han de levantar todos éstos sobre él parábola, y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era  suyo! ¿Y hasta cuándo había de amontonar sobre sí espeso lodo?

2:7 ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás a ellos por rapiña?

2:8 Porque tú has despojado a  muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán; a causa de la sangre humana, y robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que moraban en ellas.

2:9 ¡Ay del que codicia ganancia mal habida por violencia para su casa, por poner en alto su nido, por escaparse del poder del mal!

2:10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida.

2:11 Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.

2:12 ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda la villa con iniquidad!

2:13 ¿No es  esto del SEÑOR de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y los gentiles se fatigarán en vano.

2:14 Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria del SEÑOR, como las aguas cubren el mar.

2:15 ¶ ¡Ay del que da de beber a sus compañeros, que les acercas tu odre y les  embriagas, para mirar después  sus desnudeces!

2:16 Te has llenado de deshonra en vez de honra; bebe tú también, y tu prepucio será descubierto; el cáliz de la mano derecha del SEÑOR volverá sobre ti, y vómito de afrenta caerá  sobre tu gloria.

2:17 Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras lo quebrantará; a causa de la sangre humana, y del robo de la tierra, de las ciudades, y de todos los que en ellas moraban.

2:18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?

2:19 ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay dentro de él aliento.

2:20 Mas el SEÑOR está en su santo Templo: calle delante de él toda la tierra.

 HABACUC

3:1 ¶ Oración de Habacuc profeta, por las ignorancias.

3:2 Oh SEÑOR, he oído tu palabra, y temí. Oh SEÑOR, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.

3:3 ¶ Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán, (Selah.) Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza.

3:4 Y su  resplandor fue como la luz; cuernos le salían de su mano; y allí estaba  escondida su fortaleza.

3:5 Delante de su rostro iba mortandad, y de sus pies salían carbones encendidos.

3:6 Se paró, y midió la tierra: miró, e hizo salir los gentiles; y los montes antiguos fueron desmenuzados, los collados antiguos; los caminos del mundo se humillaron a él.

3:7 En nada vi las tiendas de Cusán; las tiendas de la tierra de Madián temblaron.

3:8 ¿Oh SEÑOR, contra los ríos te airaste? ¿Contra los ríos fue tu enojo? ¿Tu ira fue  contra el mismo mar, Cuando subiste sobre tus caballos, y sobre tus carros de salud?

3:9 Se descubrió enteramente tu arco; y  los juramentos a las tribus, Palabra eterna, cuando partiste la tierra con ríos.

3:10 Te vieron, y tuvieron temor los montes; pasó la inundación de las aguas; el abismo dio su voz, la hondura alzó sus manos.

3:11 El sol y la luna se pararon en su estancia; a la luz de tus saetas anduvieron, y al resplandor de tu fulgente lanza.

3:12 Con ira hollaste la tierra, con furor trillaste los gentiles.

3:13 Saliste para salvar a  tu pueblo, para salvar con tu Ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, desnudando el cimiento hasta el cuello. Selah.

3:14 Horadaste con sus báculos las cabezas de sus villas, que como tempestad acometieron para derramarme; su orgullo era  como para devorar al pobre encubiertamente.

3:15 Hiciste camino en el mar a tus caballos, por montón de grandes aguas.

3:16 ¶ Oí, y tembló mi vientre; a la voz se batieron mis labios; pudrición se entró en mis huesos, y en mi asiento me estremecí; para reposar en el día de la angustia, cuando viniere al pueblo para destruirlo.

3:17 Porque la higuera no florecerá, ni en las vides habrá fruto; la obra de la oliva mentirá, y los labrados no darán mantenimiento; las ovejas serán taladas de la majada, y en los corrales no habrá vacas;

3:18 pero yo en el SEÑOR me alegraré, y en el Dios de mi salud me gozaré.

3:19 El Señor DIOS es  mi fortaleza, el cual pondrá mis pies como de ciervas, y sobre mis alturas me hará andar victorioso en mis instrumentos de música.

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