¼º°æÀü¼­ °³¿ªÇѱÛÆÇ 1956³â
Reina_Valera_1909-Español
Capítulo 1  2  3

 µðµµ¼­ 1Àå / TITO 

1:1 Çϳª´ÔÀÇ Á¾ÀÌ¿ä ¿¹¼ö ±×¸®½ºµµÀÇ »çµµÀÎ ¹Ù¿ï °ð ³ªÀÇ »çµµ µÈ °ÍÀº Çϳª´ÔÀÇ ÅÃÇϽŠÀÚµéÀÇ ¹ÏÀ½°ú °æ°ÇÇÔ¿¡ ¼ÓÇÑ Áø¸®ÀÇ Áö½Ä°ú

1:1 PABLO, siervo de Dios, y apóstol de Jesucristo, según la fe de los escogidos de Dios, y el conocimiento de la verdad que es según la piedad,

1:2 ¿µ»ýÀÇ ¼Ò¸ÁÀ» ÀÎÇÔÀ̶ó ÀÌ ¿µ»ýÀº °ÅÁþÀÌ ¾øÀ¸½Å Çϳª´ÔÀÌ ¿µ¿øÇÑ ¶§ ÀüºÎÅÍ ¾à¼ÓÇϽŠ°ÍÀε¥

1:2 Para la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no puede mentir, prometió antes de los tiempos de los siglos,

1:3 Àڱ⠶§¿¡ ÀÚ±âÀÇ ¸»¾¸À» Àüµµ·Î ³ªÅ¸³»¼ÌÀ¸´Ï ÀÌ Àüµµ´Â ¿ì¸® ±¸ÁÖ Çϳª´ÔÀÇ ¸í´ë·Î ³»°Ô ¸Ã±â½Å °ÍÀ̶ó

1:3 Y manifestó á sus tiempos su palabra por la predicación, que me es á mí encomendada por mandamiento de nuestro Salvador Dios;

1:4 °°Àº ¹ÏÀ½À» µû¶ó µÈ ³ªÀÇ Âü ¾Æµé µðµµ¿¡°Ô ÆíÁöÇϳë´Ï Çϳª´Ô ¾Æ¹öÁö¿Í ±×¸®½ºµµ ¿¹¼ö ¿ì¸® ±¸ÁÖ·Î ÁÀ¾Æ ÀºÇý¿Í Æò°­ÀÌ ³×°Ô ÀÖÀ»Áö¾î´Ù

1:4 A Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Señor Jesucristo Salvador nuestro.

1:5 ¡Û ³»°¡ ³Ê¸¦ ±×·¹µ¥¿¡ ¶³¾î¶ß·Á µÐ ÀÌÀ¯´Â ºÎÁ·ÇÑ ÀÏÀ» ¹Ù·ÎÀâ°í ³ªÀÇ ¸íÇÑ ´ë·Î °¢ ¼º¿¡ Àå·ÎµéÀ» ¼¼¿ì°Ô ÇÏ·Á ÇÔÀÌ´Ï

1:5 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo que falta, y pusieses ancianos por las villas, así como yo te mandé:

1:6 Ã¥¸ÁÇÒ °ÍÀÌ ¾ø°í ÇÑ ¾Æ³»ÀÇ ³²ÆíÀÌ¸ç ¹æÅÁÇÏ´Ù ÇÏ´Â ºñ¹æÀ̳ª ºÒ¼øÁ¾ÇÏ´Â ÀÏÀÌ ¾ø´Â ¹Ï´Â Àڳฦ µÐ ÀÚ¶ó¾ß ÇÒÁö¶ó

1:6 El que fuere sin crimen, marido de una mujer, que tenga hijos fieles que no estén acusados de disolución, ó contumaces.

1:7 °¨µ¶Àº Çϳª´ÔÀÇ Ã»Á÷À̷μ­ Ã¥¸ÁÇÒ °ÍÀÌ ¾ø°í Á¦ °íÁý´ë·Î ÇÏÁö ¾Æ´ÏÇÏ¸ç ±ÞÈ÷ ºÐ³»Áö ¾Æ´ÏÇÏ¸ç ¼úÀ» Áñ±âÁö ¾Æ´ÏÇÏ¸ç ±¸Å¸ÇÏÁö ¾Æ´ÏÇÏ¸ç ´õ·¯¿î À̸¦ ŽÇÏÁö ¾Æ´ÏÇϸç

1:7 Porque es menester que el obispo sea sin crimen, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias;

1:8 ¿ÀÁ÷ ³ª±×³×¸¦ ´ëÁ¢ÇÏ¸ç ¼±À» ÁÁ¾ÆÇÏ¸ç ±Ù½ÅÇϸç ÀǷοì¸ç °Å·èÇϸç ÀýÁ¦Çϸç

1:8 Sino hospedador, amador de lo bueno, templado, justo, santo, continente;

1:9 ¹Ì»Û ¸»¾¸ÀÇ °¡¸£Ä§À» ±×´ë·Î ÁöÄÑ¾ß Çϸ®´Ï ÀÌ´Â ´ÉÈ÷ ¹Ù¸¥ ±³ÈÆÀ¸·Î ±Ç¸éÇÏ°í °Å½º·Á ¸»ÇÏ´Â ÀÚµéÀ» Ã¥¸ÁÇÏ°Ô ÇÏ·Á ÇÔÀ̶ó

1:9 Retenedor de la fiel palabra que es conforme á la doctrina: para que también pueda exhortar con sana doctrina, y convencer á los que contradijeren.

1:10 ¡Û º¹Á¾Ä¡ ¾Æ´ÏÇÏ°í ÇêµÈ ¸»À» ÇÏ¸ç ¼ÓÀÌ´Â ÀÚ°¡ ¸¹Àº Áß Æ¯º°È÷ ÇÒ·Ê´ç °¡¿îµ¥ ½ÉÇÏ´Ï

1:10 Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades, y engañadores de las almas, mayormente los que son de la circuncisión,

1:11 ÀúÈñÀÇ ÀÔÀ» ¸·À» °ÍÀ̶ó ÀÌ·± ÀÚµéÀÌ ´õ·¯¿î À̸¦ ÃëÇÏ·Á°í ¸¶¶¥Ä¡ ¾Æ´ÏÇÑ °ÍÀ» °¡¸£ÃÄ ÁýµéÀ» ¿ÂÅë ¾þµå·¯Ä¡´Âµµ´Ù

1:11 A los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras; enseñando lo que no conviene, por torpe ganancia.

1:12 ±×·¹µ¥ÀÎ Áß¿¡ ¾î¶² ¼±ÁöÀÚ°¡ ¸»Ç쵂  ±×·¹µ¥ÀεéÀº Ç×»ó °ÅÁþ¸»ÀåÀÌ¸ç ¾ÇÇÑ Áü½ÂÀÌ¸ç ¹è¸¸ À§ÇÏ´Â °ÔÀ¸¸§ÀåÀ̶ó  ÇÏ´Ï

1:12 Dijo uno de ellos, propio profeta de ellos: Los Cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.

1:13 ÀÌ Áõ°Å°¡ ÂüµÇµµ´Ù ±×·¯¹Ç·Î ³×°¡ ÀúÈñ¸¦ ¾öÈ÷ ²Ù¢À¸¶ó ÀÌ´Â ÀúÈñ·Î ÇÏ¿©±Ý ¹ÏÀ½À» ¿ÂÀüÄÉ ÇÏ°í

1:13 Este testimonio es verdadero: por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe,

1:14 À¯´ëÀÎÀÇ ÇãźÇÑ À̾߱â¿Í Áø¸®¸¦ ¹è¹ÝÇÏ´Â »ç¶÷µéÀÇ ¸í·ÉÀ» ÁÀÁö ¾Ê°Ô ÇÏ·Á ÇÔÀ̶ó

1:14 No atendiendo á fábulas judaicas, y á mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.

1:15 ±ú²ýÇÑ Àڵ鿡°Ô´Â ¸ðµç °ÍÀÌ ±ú²ýÇϳª ´õ·´°í ¹ÏÁö ¾Æ´ÏÇÏ´Â Àڵ鿡°Ô´Â ¾Æ¹« °Íµµ ±ú²ýÇÑ °ÍÀÌ ¾ø°í ¿ÀÁ÷ ÀúÈñ ¸¶À½°ú ¾ç½ÉÀÌ ´õ·¯¿îÁö¶ó

1:15 Todas las cosas son limpias á los limpios; mas á los contaminados é infieles nada es limpio: antes su alma y conciencia están contaminadas.

1:16 ÀúÈñ°¡ Çϳª´ÔÀ» ½ÃÀÎÇϳª ÇàÀ§·Î´Â ºÎÀÎÇÏ´Ï °¡ÁõÇÑ ÀÚ¿ä º¹Á¾Ä¡ ¾Æ´ÏÇÏ´Â ÀÚ¿ä ¸ðµç ¼±ÇÑ ÀÏÀ» ¹ö¸®´Â Àڴ϶ó

1:16 Profésanse conocer á Dios; mas con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados para toda buena obra.

 µðµµ¼­ 2Àå / TITO

2:1 ¿ÀÁ÷ ³Ê´Â ¹Ù¸¥ ±³ÈÆ¿¡ ÇÕÇÑ °ÍÀ» ¸»ÇÏ¿©

2:1 EMPERO tú, habla lo que conviene á la sana doctrina:

2:2 ´ÄÀº ³²Àڷδ ÀýÁ¦ÇÏ¸ç °æ°ÇÇÏ¸ç ±Ù½ÅÇÏ¸ç ¹ÏÀ½°ú »ç¶û°ú Àγ»ÇÔ¿¡ ¿ÂÀüÄÉ ÇÏ°í

2:2 Que los viejos sean templados, graves, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia.

2:3 ´ÄÀº ¿©Àڷδ ÀÌ¿Í °°ÀÌ Çà½ÇÀÌ °Å·èÇϸç Âü¼ÒÄ¡ ¸»¸ç ¸¹Àº ¼úÀÇ Á¾ÀÌ µÇÁö ¸»¸ç ¼±ÇÑ °ÍÀ» °¡¸£Ä¡´Â ÀÚµéÀÌ µÇ°í

2:3 Las viejas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas á mucho vino, maestras de honestidad:

2:4 Àúµé·Î ÀþÀº ¿©ÀÚµéÀ» ±³ÈÆÇ쵂 ±× ³²Æí°ú Àڳฦ »ç¶ûÇϸç

2:4 Que enseñen á las mujeres jóvenes á ser predentes, á que amen á sus maridos, á que amen á sus hijos,

2:5 ±Ù½ÅÇÏ¸ç ¼øÀüÇϸç Áý¾È ÀÏÀ» ÇÏ¸ç ¼±Çϸç Àڱ⠳²Æí¿¡°Ô º¹Á¾ÇÏ°Ô Ç϶ó ÀÌ´Â Çϳª´ÔÀÇ ¸»¾¸ÀÌ ÈѹæÀ» ¹ÞÁö ¾Ê°Ô ÇÏ·Á ÇÔÀ̴϶ó

2:5 A ser templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas á sus maridos: porque la palabra de Dios no sea blasfemada.

2:6 ³Ê´Â ÀÌ¿Í °°ÀÌ ÀþÀº ³²ÀÚµéÀ» ±Ç¸éÇÏ¿© ±Ù½ÅÇÏ°Ô ÇϵÇ

2:6 Exhorta asimismo á los mancebos á que sean comedidos;

2:7 ¹ü»ç¿¡ ³× ÀÚ½ÅÀ¸·Î ¼±ÇÑ ÀÏÀÇ º»À» º¸¿© ±³ÈÆÀÇ ºÎÆÐÄ¡ ¾Æ´ÏÇÔ°ú °æ°ÇÇÔ°ú

2:7 Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, gravedad,

2:8 Ã¥¸ÁÇÒ °ÍÀÌ ¾ø´Â ¹Ù¸¥ ¸»À» ÇÏ°Ô Ç϶ó ÀÌ´Â ´ëÀûÇÏ´Â ÀÚ·Î ÇÏ¿©±Ý ºÎ²ô·¯¿ö ¿ì¸®¸¦ ¾ÇÇÏ´Ù ÇÒ °ÍÀÌ ¾ø°Ô ÇÏ·Á ÇÔÀ̶ó

2:8 Palabra sana, é irreprensible; que el adversario se avergüence, no teniendo mal ninguno que decir de vosotros.

2:9 Á¾µé·Î´Â Àڱ⠻óÀüµé¿¡°Ô ¹ü»ç¿¡ ¼øÁ¾ÇÏ¿© ±â»Ú°Ô ÇÏ°í °Å½º·Á ¸»ÇÏÁö ¸»¸ç

2:9 Exhorta á los siervos á que sean sujetos á sus señores, que agraden en todo, no respondones;

2:10 ¶¼¾î ¸ÔÁö ¸»°í ¿ÀÁ÷ ¼±ÇÑ Ã漺À» ´ÙÇÏ°Ô Ç϶ó ÀÌ´Â ¹ü»ç¿¡ ¿ì¸® ±¸ÁÖ Çϳª´ÔÀÇ ±³ÈÆÀ» ºû³ª°Ô ÇÏ·Á ÇÔÀ̶ó

2:10 No defraudando, antes mostrando toda buena lealtad, para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios.

2:11 ¸ðµç »ç¶÷¿¡°Ô ±¸¿øÀ» Áֽô Çϳª´ÔÀÇ ÀºÇý°¡ ³ªÅ¸³ª

2:11 Porque la gracia de Dios que trae salvación á todos los hombres, se manifestó.

2:12 ¿ì¸®¸¦ ¾çÀ°ÇÏ½ÃµÇ °æ°ÇÄ¡ ¾ÊÀº °Í°ú ÀÌ ¼¼»ó Á¤¿åÀ» ´Ù ¹ö¸®°í ±Ù½ÅÇÔ°ú ÀǷοò°ú °æ°ÇÇÔÀ¸·Î ÀÌ ¼¼»ó¿¡ »ì°í

2:12 Enseñándonos que, renunciando á la impiedad y á los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente,

2:13 º¹½º·¯¿î ¼Ò¸Á°ú ¿ì¸®ÀÇ Å©½Å Çϳª´Ô ±¸ÁÖ ¿¹¼ö ±×¸®½ºµµÀÇ ¿µ±¤ÀÌ ³ªÅ¸³ª½ÉÀ» ±â´Ù¸®°Ô ÇϼÌÀ¸´Ï

2:13 Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo.

2:14 ±×°¡ ¿ì¸®¸¦ ´ë½ÅÇÏ¿© ÀÚ½ÅÀ» ÁÖ½ÉÀº ¸ðµç ºÒ¹ý¿¡¼­ ¿ì¸®¸¦ ±¸¼ÓÇÏ½Ã°í ¿ì¸®¸¦ ±ú²ýÇÏ°Ô ÇÏ»ç ¼±ÇÑ ÀÏ¿¡ ¿­½ÉÇϴ ģ ¹é¼ºÀÌ µÇ°Ô ÇÏ·Á ÇϽÉÀ̴϶ó

2:14 Que se dió á sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

2:15 ¡Û ³Ê´Â ÀÌ°ÍÀ» ¸»ÇÏ°í ±Ç¸éÇÏ¸ç ¸ðµç ±ÇÀ§·Î Ã¥¸ÁÇÏ¿© ´©±¸¿¡°ÔµçÁö ¾÷½Å¿©±èÀ» ¹ÞÁö ¸»¶ó

2:15 Esto habla y exhorta, y reprende con toda autoridad. Nadie te desprecie.

 µðµµ¼­ 3Àå / TITO

3:1 ³Ê´Â ÀúÈñ·Î ÇÏ¿©±Ý Á¤»ç¿Í ±Ç¼¼ ÀâÀº Àڵ鿡°Ô º¹Á¾ÇÏ¸ç ¼øÁ¾ÇÏ¸ç ¸ðµç ¼±ÇÑ ÀÏ ÇàÇϱ⸦ ¿¹ºñÇÏ°Ô Çϸç

3:1 AMONÉSTALES que se sujeten á los príncipes y potestades, que obedezcan, que estén prontos á toda buena obra.

3:2 ¾Æ¹«µµ ÈѹæÇÏÁö ¸»¸ç ´ÙÅõÁö ¸»¸ç °ü¿ëÇÏ¸ç ¹ü»ç¿¡ ¿ÂÀ¯ÇÔÀ» ¸ðµç »ç¶÷¿¡°Ô ³ªÅ¸³¾ °ÍÀ» ±â¾ïÇÏ°Ô Ç϶ó

3:2 Que á nadie infamen, que no sean pendencieros, sino modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.

3:3 ¿ì¸®µµ Àü¿¡´Â ¾î¸®¼®Àº ÀÚ¿ä ¼øÁ¾Ä¡ ¾Æ´ÏÇÑ ÀÚ¿ä ¼ÓÀº ÀÚ¿ä °¢»ö Á¤¿å°ú Çà¶ô¿¡ Á¾ ³ë¸© ÇÑ ÀÚ¿ä ¾Çµ¶°ú Åõ±â·Î Áö³½ ÀÚ¿ä °¡Áõ½º·¯¿î ÀÚ¿ä ÇÇÂ÷ ¹Ì¿öÇÑ ÀÚÀ̾úÀ¸³ª

3:3 Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo á concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos á los otros.

3:4 ¿ì¸® ±¸ÁÖ Çϳª´ÔÀÇ ÀÚºñ¿Í »ç¶÷ »ç¶ûÇϽÉÀ» ³ªÅ¸³»½Ç ¶§¿¡

3:4 Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,

3:5 ¿ì¸®¸¦ ±¸¿øÇÏ½ÃµÇ ¿ì¸®ÀÇ ÇàÇÑ ¹Ù ÀǷοî ÇàÀ§·Î ¸»¹Ì¾ÏÁö ¾Æ´ÏÇÏ°í ¿ÀÁ÷ ±×ÀÇ ±àÈáÇϽÉÀ» ÁÀ¾Æ Áß»ýÀÇ ¾ÄÀ½°ú ¼º·ÉÀÇ »õ·Ó°Ô ÇϽÉÀ¸·Î Çϼ̳ª´Ï

3:5 No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;

3:6 ¼º·ÉÀ» ¿ì¸® ±¸ÁÖ ¿¹¼ö ±×¸®½ºµµ·Î ¸»¹Ì¾Ï¾Æ ¿ì¸®¿¡°Ô dz¼ºÈ÷ ºÎ¾î ÁÖ»ç

3:6 El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,

3:7 ¿ì¸®·Î ÀúÀÇ ÀºÇý¸¦ ÈûÀÔ¾î ÀÇ·Ó´Ù ÇϽÉÀ» ¾ò¾î ¿µ»ýÀÇ ¼Ò¸ÁÀ» µû¶ó ÈĻ簡 µÇ°Ô ÇÏ·Á ÇϽÉÀ̶ó

3:7 Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.

3:8 ÀÌ ¸»ÀÌ ¹Ì»Úµµ´Ù ¿øÄÁ´ë ³×°¡ ÀÌ ¿©·¯ °Í¿¡ ´ëÇÏ¿© ±»¼¼°Ô ¸»Ç϶ó ÀÌ´Â Çϳª´ÔÀ» ¹Ï´Â ÀÚµé·Î ÇÏ¿©±Ý Á¶½ÉÇÏ¿© ¼±ÇÑ ÀÏÀ» Èû¾²°Ô ÇÏ·Á ÇÔÀ̶ó ÀÌ°ÍÀº ¾Æ¸§´Ù¿ì¸ç »ç¶÷µé¿¡°Ô À¯ÀÍÇϴ϶ó

3:8 Palabra fiel, y estas cosas quiero que afirmes, para que los que creen á Dios procuren gobernarse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles á los hombres.

3:9 ±×·¯³ª ¾î¸®¼®Àº º¯·Ð°ú Á·º¸ À̾߱â¿Í ºÐÀï°ú À²¹ý¿¡ ´ëÇÑ ´ÙÅùÀ» ÇÇÇ϶ó ÀÌ°ÍÀº ¹«ÀÍÇÑ °ÍÀÌ¿ä ÇêµÈ °ÍÀ̴϶ó

3:9 Mas las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y debates acerca de la ley, evita; porque son sin provecho y vanas.

3:10 ÀÌ´Ü¿¡ ¼ÓÇÑ »ç¶÷À» ÇѵΠ¹ø ÈÆ°èÇÑ ÈÄ¿¡ ¸Ö¸® Ç϶ó

3:10 Rehusa hombre hereje, después de una y otra amonestación;

3:11 ÀÌ·¯ÇÑ »ç¶÷Àº ³×°¡ ¾Æ´Â ¹Ù¿Í °°ÀÌ ºÎÆÐÇÏ¿©¼­ ½º½º·Î Á¤ÁËÇÑ Àڷμ­ Á˸¦ Áþ´À´Ï¶ó

3:11 Estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de su propio juicio.

3:12 ³»°¡ ¾Æµ¥¸¶³ª µÎ±â°í¸¦ ³×°Ô º¸³»¸®´Ï ±× ¶§¿¡ ³×°¡ ±ÞÈ÷ ´Ï°íº¼¸®·Î ³»°Ô ¿À¶ó ³»°¡ °Å±â¼­ °úµ¿Çϱâ·Î ÀÛÁ¤ÇÏ¿´³ë¶ó

3:12 Cuando enviare á ti á Artemas, ó á Tichîco, procura venir á mí, á Nicópolis: porque allí he determinado invernar.

3:13 ¡Û ±³¹ý»ç ¼¼³ª¿Í ¹× ¾Æº¼·Î¸¦ ±ÞÈ÷ ¸ÕÀú º¸³»¾î ÀúÈñ·Î ±ÃÇÌÇÔÀÌ ¾ø°Ô ÇÏ°í

3:13 A Zenas doctor de la ley, y á Apolos, envía delante, procurando que nada les falte.

3:14 ¶Ç ¿ì¸® »ç¶÷µéµµ ¿­¸Å ¾ø´Â ÀÚ°¡ µÇÁö ¾Ê°Ô Çϱâ À§ÇÏ¿© ÇÊ¿äÇÑ °ÍÀ» ¿¹ºñÇÏ´Â ÁÁÀº ÀÏ¿¡ Èû¾²±â¸¦ ¹è¿ì°Ô Ç϶ó

3:14 Y aprendan asimismo los nuestros á gobernarse en buenas obras para los usos necesarios, para que no sean sin fruto.

3:15 ¡Û ³ª¿Í ÇÔ²² ÀÖ´Â ÀÚ°¡ ´Ù ³×°Ô ¹®¾ÈÇÏ´Ï ¹ÏÀ½ ¾È¿¡¼­ ¿ì¸®¸¦ »ç¶ûÇÏ´Â Àڵ鿡°Ô ³Êµµ ¹®¾ÈÇ϶ó ¡Û ÀºÇý°¡ ³ÊÈñ ¹«¸®¿¡°Ô ÀÖÀ»Áö¾î´Ù

3:15 Todos los que están conmigo te saludan. Saluda á los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén.