Sagradas Escrituras 1569

Capítulo 1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13  14  15  16  17  18  19  20  21  22  23  24  25  26  27  28  29  30  31  32  33  34  35  36  37  38  39  40  41  42  43  44  45  46  47  48  49  50  51  52  53  54  55  56  57  58  59  60  61  62  63  64  65  66  67  68  69  70  71  72  73  74  75  76  77  78  79  80  81  82  83  84  85  86  87  88  89  90  91  92  93  94  95  96  97  98  99  100  101  102  103  104  105  106  107  108  109  110  111  112  113  114  115  116  117  118  119  120  121  122  123  124  125  126  127  128  129  130  131  132  133  134  135  136  137  138  139  140  141  142  143  144  145  146  147  148  149  150

 SALMOS

1:1 ¶ Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni se sentó en silla de burladores;

1:2 antes en la ley del SEÑOR es  su voluntad, y en su ley pensará de día y de noche.

1:3 Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo; y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará.

1:4 ¶ No así los malos, sino como el tamo que arrebata el viento.

1:5 Por tanto no se levantarán los malos en el juicio; ni los pecadores en la congregación de los justos.

1:6 Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos; y el camino de los malos se perderá.

 SALMOS

2:1 ¶ ¿Por qué se amotinan los gentiles, y los pueblos piensan vanidad?

2:2 Estarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra el SEÑOR, y contra su ungido, diciendo :

2:3 Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas.

2:4 El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos.

2:5 Entonces hablará a ellos con su furor, y con su ira los conturbará.

2:6 Y yo envestí mi rey sobre Sion, el monte de mi santidad.

2:7 ¶ Yo  recitaré el decreto. El SEÑOR me ha dicho: Mi hijo eres  tú; yo te engendré hoy.

2:8 Pídeme, y te daré por heredad los gentiles, y por posesión tuya los términos de la tierra.

2:9 Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás.

2:10 ¶ Y ahora, reyes, entended; admitid castigo, jueces de la tierra.

2:11 Servid al SEÑOR con temor; y alegraos con temblor.

2:12 Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el  camino, cuando se encendiere de aquí  a poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.

 SALMOS

3:1 ¶ Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo. ¡Oh  SEÑOR, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí.

3:2 Muchos dicen de mi alma: No hay para él salud en Dios. (Selah.)

3:3 Mas tú, el SEÑOR, eres  escudo por mí; mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.

3:4 ¶ Con mi voz clamé al SEÑOR, y él  me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)

3:5 Yo me acosté, y dormí, y desperté; porque el SEÑOR me sustentaba.

3:6 No temeré de diez millares de gente, que pusieren cerco contra mí.

3:7 Levántate, SEÑOR; sálvame, Dios mío; porque  heriste a todos mis enemigos en la  quijada; los dientes de los malos quebraste.

3:8 Del SEÑOR es  la salud: Sobre tu pueblo será  tu bendición. (Selah.)

 SALMOS

4:1 ¶ Al Vencedor, en Neginot: Salmo de David. Respóndeme cuando llamo, oh Dios de mi justicia. Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.

4:2 Hijos de los  hombres, ¿hasta cuándo volveréis  mi honra en infamia, amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah.)

4:3 Sabed pues, que el SEÑOR hizo apartar al pío para sí; el SEÑOR oirá cuando yo a él clamare.

4:4 Temblad, y no pequéis. Meditad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y desistid. (Selah.)

4:5 Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en el SEÑOR.

4:6 ¶ Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro.

4:7  diste alegría en mi corazón, al tiempo que el grano y el mosto de ellos se multiplicó.

4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, SEÑOR, me harás estar confiado.

 SALMOS

5:1 ¶ Al Vencedor: sobre Nehilot: Salmo de David. Escucha, oh SEÑOR, mis palabras. Considera la meditación mía.

5:2 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.

5:3 Oh  SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana me  presentaré a ti, y esperaré.

5:4 Porque tú no eres un  Dios que ame la maldad: El malo no habitará junto a ti.

5:5 No estarán los locos que se gobiernan por afecto o consejo de la carne  delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.

5:6 Destruirás a los que hablan mentira. Al varón de sangre y de engaño abominará el SEÑOR.

5:7 ¶ Y yo en la multitud de tu misericordia entraré en tu Casa; adoraré hacía el santo Templo tuyo con tu temor.

5:8 Guíame, SEÑOR, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.

5:9 Porque no hay  en su boca rectitud; sus entrañas son  pravedades; sepulcro abierto es  su garganta, con su lengua lisonjearán.

5:10 Desbaratados, oh Dios; caigan por sus propios  consejos; por la multitud de sus rebeliones échalos, porque se  rebelaron contra ti.

5:11 Y se alegrarán todos los que esperan en ti; para siempre jubilarán, y los cubrirás; y se alegrarán en ti los que aman tu nombre.

5:12 Porque tú, oh SEÑOR, bendecirás al justo; lo cercarás de benevolencia como con un escudo.

 SALMOS

6:1 ¶ Al Vencedor: en Neginot sobre Seminit: Salmo de David. SEÑOR, no me reprendas con tu furor, ni me castigues con tu ira.

6:2 Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, porque yo estoy  debilitado; sáname, oh SEÑOR, porque mis huesos están conturbados.

6:3 Mi alma asimismo está muy conturbada; y tú, SEÑOR, ¿hasta cuándo?

6:4 Vuelve, oh SEÑOR, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.

6:5 Porque en la muerte no hay  memoria de ti, ¿quién te loará en el sepulcro?

6:6 Heme consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo mi lecho, riego mi estrado con mis lágrimas.

6:7 Mis ojos están carcomidos de descontento; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.

6:8 ¶ Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque el SEÑOR ha oído la voz de mi lloro.

6:9 El SEÑOR ha oído mi ruego; el SEÑOR ha recibido mi oración.

6:10 Se avergonzarán, y se turbarán mucho todos mis enemigos; se volverán y  serán avergonzados de repente.

 SALMOS

7:1 ¶ Sigaión de David, que cantó al SEÑOR sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín. SEÑOR Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;

7:2 no sea que arrebaten mi alma, como león que despedaza, sin que haya  quien libre.

7:3 SEÑOR Dios mío, si yo  he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad;

7:4 si di mal pago al pacífico conmigo, que escapé mi perseguidor sin pago.

7:5 Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; y pise en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. (Selah.)

7:6 Levántate, oh SEÑOR, con tu furor; álzate a causa de las iras de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que  mandaste.

7:7 Y te rodeará ayuntamiento de pueblos; por causa pues de él vuélvete en alto.

7:8 El SEÑOR juzgará los pueblos; júzgame, oh SEÑOR, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad.

7:9 Consuma ahora mal a los malos, y establece al justo; pues el Dios justo es  el que prueba los corazones y los riñones.

7:10 ¶ Mi escudo es  en Dios, el que salva a los rectos de corazón.

7:11 Dios es  el que juzga al justo; y Dios está airado contra los impíos  todos los días.

7:12 Si no se volviere, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.

7:13 Asimismo ha aparejado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.

7:14 He aquí ha tenido parto de iniquidad; concibió de su propio  trabajo, y dio a luz mentira.

7:15 Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en la fosa que  hizo caerá.

7:16 Su trabajo se tornará sobre su cabeza, y su agravio descenderá sobre su mollera.

7:17 Alabaré yo al SEÑOR conforme a su justicia, y cantaré al nombre del SEÑOR el Altísimo.

 SALMOS

8:1 ¶ Al Vencedor: sobre Gitit: Salmo de David. Oh DIOS, Señor nuestro, ¡Cuán grande es  tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu alabanza sobre los cielos!

8:2 De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.

8:3 ¶ Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que  compusiste:

8:4 ¿Qué es  el hombre, para  que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para  que lo visites?

8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de hermosura.

8:6 Le hiciste señorear de las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies:

8:7 Ovejas, y bueyes, todo ello; y asimismo las bestias del campo,

8:8 las aves de los cielos, y los peces del mar; lo que pasa por  los caminos del mar.

8:9 Oh DIOS, Señor nuestro, ¡Cuán grande es  tu nombre en toda la tierra!

 SALMOS

9:1 ¶ Al Vencedor: sobre Mut-labén: Salmo de David. Te  alabaré, oh SEÑOR, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.

9:2 Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo;

9:3 por haber sido mis enemigos vueltos atrás; caerán y perecerán delante de ti.

9:4 Porque has hecho mi juicio y mi causa; te has sentado en silla juzgando justicia.

9:5 Reprendiste los  gentiles, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos para siempre y eternalmente.

9:6 Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; y las ciudades que  derribaste, su memoria pereció con ellas.

9:7 Mas el SEÑOR permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.

9:8 Y él juzgará el mundo con justicia; juzgará los pueblos con rectitud.

9:9 Y será el SEÑOR refugio al humilde, refugio para el tiempo de angustia.

9:10 Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto , oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.

9:11 ¶ Cantad al SEÑOR, el que habita en Sion. Noticiad en los pueblos sus obras.

9:12 Porque demandando la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los humildes.

9:13 Ten misericordia de mí, SEÑOR. Mira mi aflicción que padezco  de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;

9:14 para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me goce en tu salud.

9:15 Se hundieron los gentiles en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue tomado su pie.

9:16 El SEÑOR fue conocido en  el juicio que hizo; en la obra de sus manos fue enlazado el malo. (Meditación para siempre. Selah.)

9:17 Los malos volverán al sepulcro; todos los gentiles que se olvidan de Dios.

9:18 Porque no para siempre será olvidado el humilde; ni la esperanza de los pobres perecerá para siempre.

9:19 Levántate, oh SEÑOR; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas los gentiles delante de ti.

9:20 Pon, oh SEÑOR, temor en ellos: conozcan los gentiles que son hombres. (Selah.)

 SALMOS

10:1 ¶ ¿Por qué estás lejos, oh  SEÑOR, y te escondes en los tiempos de la angustia?

10:2 Con arrogancia el malo persigue al pobre; sean tomados en los pensamientos que pensaron.

10:3 Por cuanto se alabó el malo del deseo de su alma, y diciendo bien al robador, blasfema del SEÑOR.

10:4 El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios . No está  Dios en  todos sus pensamientos.

10:5 Sus caminos atormentan en todo tiempo; tus juicios son altura delante de él; echa bocanadas en orden a todos sus enemigos.

10:6 Dice en su corazón: No seré movido en ningún tiempo, porque no me alcanzará  el mal.

10:7 Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua, molestia y maldad.

10:8 Está en las guaridas de las aldeas; en los escondrijos mata al inocente; sus ojos están acechando al pobre.

10:9 Acecha de encubierto, como el león desde su cama; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo en su red.

10:10 Se encoge, se agacha, y caen en sus fuerzas muchos desdichados.

10:11 Dice en su corazón: Dios está olvidado, ha encubierto su rostro; nunca lo vio.

10:12 ¶ Levántate, oh SEÑOR Dios, alza tu mano, no te olvides de los humildes.

10:13 ¿Por qué irrita el malo a Dios? En su corazón ha dicho que no lo inquirirás.

10:14  has visto; porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia  en tus manos; a ti se acoge el pobre, tú eres el amparo del huérfano.

10:15 Quebranta el brazo del inicuo; del malo buscarás su maldad, y  no la  hallarás.

10:16 El SEÑOR, Rey eterno y perpetuo; de su tierra fueron destruidos los gentiles.

10:17 El deseo de los humildes oíste, oh SEÑOR; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;

10:18 para juzgar al huérfano y al pobre; no volverá más a hacer violencia el hombre de la tierra.

 SALMOS

11:1 ¶ Al Vencedor: Salmo  de David. En el SEÑOR he confiado. ¿Cómo decís a mi alma: Escapa al monte cual ave?

11:2 Porque he aquí, los malos entesaron el arco, apercibieron sus saetas sobre la cuerda para asaetear en oculto a los rectos de corazón.

11:3 Porque los fundamentos serán derribados. ¿El justo qué ha hecho?

11:4 ¶ El SEÑOR está  en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está  en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a  los hijos de los hombres.

11:5 El SEÑOR prueba al justo; pero al malo y al que ama la rapiña, su alma aborrece.

11:6 Sobre los malos lloverá lazos; fuego y azufre, con vientos de torbellinos, será la porción del cáliz de ellos.

11:7 Porque el justo SEÑOR amó las justicias, al recto mirará su rostro.

 SALMOS

12:1 ¶ Al Vencedor: sobre Seminit: Salmo de David. Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; porque se han acabado los fieles de entre  los hijos de los hombres.

12:2 Mentira habla cada uno con su prójimo con  labios lisonjeros; con corazón doble hablan.

12:3 Tale el SEÑOR todos los labios lisonjeros; la lengua que habla grandezas,

12:4 que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están  con nosotros, ¿quién nos es  señor?

12:5 Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice el SEÑOR: Yo  pondré en salvo al que el impío  enlaza.

12:6 Las palabras del SEÑOR son  palabras limpias, como  plata refinada en horno de tierra, colada siete veces.

12:7 Tú, SEÑOR, los guardarás; guárdalos para siempre de esta generación.

12:8 Cercando andan los malos, entre tanto los más viles de los hijos de los hombres son exaltados.

 SALMOS

13:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David. ¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

13:2 ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?

13:3 Mira, óyeme, SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;

13:4 para que no diga mi enemigo: Lo vencí; mis enemigos se alegrarán, si yo  resbalare.

13:5 Mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salud.

13:6 Cantaré al SEÑOR, Porque me ha hecho bien.

 SALMOS

14:1 ¶ Al Vencedor: Salmo  de David. Dijo el loco en su corazón: No hay  Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay  quien haga bien.

14:2 El SEÑOR miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, por ver si había algún  entendido, que buscara a Dios.

14:3 Todos declinaron, juntamente, se han corrompido; no hay  quien haga bien, no hay  ni siquiera uno.

14:4 ¶ Ciertamente conocieron ésto  todos los que obran iniquidad, que  devoran a mi pueblo como si pan comiesen; al SEÑOR no invocaron.

14:5 Allí temblaron de espanto; porque Dios está  con la nación de los justos.

14:6 El consejo del pobre habéis escarnecido, por cuanto el SEÑOR es  su esperanza.

14:7 ¡Quién diese de Sion la salud de Israel tornando el SEÑOR la cautividad de su pueblo! Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

 SALMOS

15:1 ¶ Salmo de David. El SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?

15:2 El que anda en integridad, y obra justicia, y habla verdad en su corazón.

15:3 El que  no revolvió con su lengua, ni hizo mal a su prójimo, ni levantó vergüenza contra su prójimo.

15:4 Aquel  a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen al SEÑOR; juró en daño suyo , y no mudó.

15:5 Quien  su dinero no dio a usura, ni contra el inocente tomó cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará para siempre.

 SALMOS

16:1 ¶ Mictam de David. Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.

16:2 Di al SEÑOR: Señor tú eres  mi bien; no tengo otro bien  fuera de ti.

16:3 A los santos que están  en la tierra, y a los íntegros; toda mi afición en ellos.

16:4 Multiplicarán sus dolores los que  se apresuraren tras otro dios ; no ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.

16:5 El SEÑOR es  la porción de mi parte y de mi copa; tú sustentarás mi suerte.

16:6 Las cuerdas me cayeron en lugares  deleitosos, así mismo la heredad se hermoseó sobre mí.

16:7 Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun en las noches me enseña mis riñones.

16:8 ¶ Al SEÑOR he puesto siempre delante de mí; porque estando El  a mi diestra, no seré conmovido.

16:9 Por tanto se alegró mi corazón, y se gozó mi gloria; también mi carne reposará segura.

16:10 Porque no dejarás mi alma en el sepulcro; ni darás tu Misericordioso para que vea corrupción.

16:11 Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.

 SALMOS

17:1 ¶ Oración de David. Oye, oh SEÑOR, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha  sin labios de engaño.

17:2 De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud.

17:3  has probado mi corazón, me  has visitado de noche; me has refinado, y nada inicuo  hallaste; lo que pensé, no pasó mi boca.

17:4 Para las obras humanas, por la palabra de tus labios yo observé los caminos del violento.

17:5 Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.

17:6 Yo te he invocado, por cuanto  me oyes, oh Dios: Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.

17:7 Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.

17:8 ¶ Guárdame como lo negro de la niña del ojo, escóndeme con la sombra de tus alas.

17:9 De delante de los malos que me oprimieron, de mis enemigos que  me cercan por la vida.

17:10 Cerrados están  con su grosura; con su boca hablan soberbiamente.

17:11 Nuestros pasos nos han cercado ahora; puestos tienen sus ojos para echarnos por tierra.

17:12 Parecen al león que desea hacer presa, y al leoncillo que está escondido.

17:13 Levántate, oh SEÑOR; prevén su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con  tu espada;

17:14 de los hombres con  tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es  en esta  vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.

17:15 Yo en justicia veré tu rostro; seré saciado cuando despertaré a tu semejanza.

 SALMOS

18:1 ¶ Al Vencedor: Salmo  del siervo del SEÑOR, de David, el cual habló al SEÑOR las palabras de este cántico el día que le libró el SEÑOR de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: Te amaré, oh  SEÑOR, fortaleza mía.

18:2 SEÑOR, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.

18:3 Invocaré al SEÑOR, digno de ser  alabado, y seré salvo de mis enemigos.

18:4 Me cercaron dolores de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.

18:5 Dolores del sepulcro me rodearon, me previnieron lazos de muerte.

18:6 En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. El  oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

18:7 Y la tierra fue conmovida y tembló; y los fundamentos de los montes se estremecieron, y se removieron porque él se enojó.

18:8 Subió humo en su nariz, y de su boca fuego quemante; carbones se encendieron de él.

18:9 Y bajó a  los cielos, y descendió; y había  oscuridad debajo de sus pies.

18:10 Y cabalgó sobre un  querubín, y voló; voló sobre las alas del viento.

18:11 Puso tinieblas por  su escondedero, en sus alrededores de  su tabernáculo oscuridad de aguas, nubes de los cielos.

18:12 Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; granizo y carbones de fuego.

18:13 Y tronó en los cielos el SEÑOR, y el Altísimo dio su voz; granizo y carbones de fuego.

18:14 Y envió sus saetas, y los desbarató; y echó relámpagos, y los destruyó.

18:15 Y aparecieron las honduras de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo por tu reprensión, oh SEÑOR, por el soplo del viento de tu nariz.

18:16 Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas.

18:17 Me libró de mi fuerte enemigo, y de los que me aborrecían, aunque ellos eran  más fuertes que yo.

18:18 Me anticiparon en el día de mi quebrantamiento; mas el SEÑOR me fue por bordón.

18:19 Y me sacó a anchura. Me libró, porque se agradó de mí.

18:20 ¶ El SEÑOR me pagará conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me volverá.

18:21 Por cuanto guardé los caminos del SEÑOR, y no me volví impío apostatando de mi Dios.

18:22 Porque todos sus juicios estuvieron  delante de mí, y no eché de mí sus estatutos.

18:23 Y fui perfecto para  con él, y me he guardado de mi maldad.

18:24 Y me pagó el SEÑOR conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos.

18:25 Con el misericordioso serás misericordioso, y con el varón perfecto serás perfecto.

18:26 Con el limpio serás limpio, y con el perverso serás adversario.

18:27 Por tanto al pueblo humilde salvarás, y los ojos altivos humillarás.

18:28 Por tanto tú alumbrarás mi candela; el SEÑOR mi Dios alumbrará mis tinieblas.

18:29 ¶ Porque contigo deshice ejércitos; y en mi Dios asalté muros.

18:30 Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR afinada; escudo es a todos los que esperan en él.

18:31 Porque ¿qué Dios hay  fuera del SEÑOR? ¿Y qué fuerte fuera de nuestro Dios?

18:32 Dios es el  que me ciñe de fuerza, e hizo perfecto mi camino.

18:33 Quien pone mis pies como pies  de ciervas, y me hizo estar sobre mis alturas.

18:34 Quien enseña mis manos para la batalla, y el arco de acero será quebrado con mis brazos.

18:35 Me diste asimismo  el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará.

18:36 Ensancharás mis pasos debajo de mí, y no titubearán mis rodillas.

18:37 Perseguiré a mis enemigos, y los alcanzaré, y no volveré hasta acabarlos.

18:38 Los heriré, y no podrán levantarse; caerán debajo de mis pies.

18:39 Y me ceñiste de  fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.

18:40 Y me diste la cerviz de mis enemigos, y destruí a los que me aborrecían.

18:41 Clamaron, y no hubo  quién se  salvase; aun  al SEÑOR, mas no los oyó.

18:42 Y los molí como polvo delante del viento; los esparcí como lodo de las calles.

18:43 Me libraste de contiendas de pueblo; me pusiste por cabecera de gentiles; pueblo que no conocí, me sirvió.

18:44 Al oír de mí, me obedeció; los hijos de extraños se sometieron a mí aun contra su voluntad ;

18:45 Los hombres extraños se cayeron, y tuvieron miedo desde sus encerramientos.

18:46 Viva el SEÑOR, y bendito sea  mi fuerte; y sea ensalzado el Dios de mi salud.

18:47 El Dios que me da las venganzas, y sujetó pueblos debajo de mí.

18:48 Mi libertador de mis enemigos; también me hiciste superior a mis adversarios; de varón traidor me libraste.

18:49 Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, oh SEÑOR, y cantaré a tu nombre.

18:50 El cual engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.

 SALMOS

19:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el extendimiento denuncia la obra de sus manos.

19:2 Un  día emite palabra al otro  día, y una  noche a la otra  noche declara sabiduría.

19:3 No hay  idioma ni lenguaje donde no es oída su voz.

19:4 En toda la tierra salió su hilo, y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.

19:5 Y él, como un novio que sale de su tálamo; se alegra, como un gigante, para correr el camino.

19:6 De un extremo de los cielos es  su salida, y su curso hasta la extremidad de ellos; y no hay quien se esconda de su calor.

19:7 ¶ La ley del SEÑOR es  perfecta, que convierte el alma; el testimonio del SEÑOR es  fiel, que hace sabio al pequeño.

19:8 Los mandamientos del SEÑOR son  rectos, que alegran el corazón; el precepto del SEÑOR es  puro, que alumbra los ojos.

19:9 El temor del SEÑOR es  limpio, que permanece para siempre; los derechos del SEÑOR son  verdad, todos justos.

19:10 Deseables son  más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que licor de panales.

19:11 Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.

19:12 Los errores, ¿quién los entenderá? De los encubiertos me libra.

19:13 Detén asimismo a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré perfecto, y estaré limpio de gran rebelión.

19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh SEÑOR, roca mía, y redentor mío

 SALMOS

20:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David. El SEÑOR te oiga en el día de la angustia; te ensalce el nombre del Dios de Jacob.

20:2 Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sustente.

20:3 Tenga memoria de todos tus presentes, y reduzca a ceniza tu holocausto. (Selah.)

20:4 Te dé conforme a tu corazón, y cumpla todo tu consejo.

20:5 Nosotros nos alegraremos con tu salud, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; cumpla el SEÑOR todas tus peticiones.

20:6 ¶ Ahora he conocido que el SEÑOR ha guardado a  su ungido; lo oirá desde los cielos de su santidad con las valentías de la salud de su diestra.

20:7 Estos confían  en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre del SEÑOR nuestro Dios tendremos memoria.

20:8 Ellos se  arrodillaron, y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.

20:9 El SEÑOR salva al Rey; que El nos oiga el día que lo invocáremos.

 SALMOS

21:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David. SEÑOR, en tu fortaleza se alegrará el Rey y en tu salud se gozará mucho.

21:2 El deseo de su corazón le diste, y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. (Selah.)

21:3 Por tanto le adelantarás en bendiciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.

21:4 Vida te demandó, y le diste largura de días por siglos y siglos.

21:5 Grande es  su gloria en tu salud; honra y hermosura has puesto sobre él.

21:6 Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro.

21:7 ¶ Por cuanto el Rey confía en el SEÑOR, y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.

21:8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.

21:9 Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira; el SEÑOR los deshará en su furor, y fuego los consumirá.

21:10 Su fruto aniquilarás de la tierra, y su simiente de entre los hijos de los hombres.

21:11 Porque tendieron mal contra ti; fraguaron maquinaciones, mas  no prevalecieron.

21:12 Por tanto tú los pondrás aparte; con tu arco apuntarás a sus rostros.

21:13 Ensálzate, oh SEÑOR, con tu fortaleza; cantaremos y alabaremos tu valentía.

 SALMOS

22:1 ¶ Al Vencedor, sobre Ajelet-sahar el lucero de la mañana . Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué  estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?

22:2 Dios mío, clamo de día, y no oyes; y de noche, y no puedo estar en  silencio.

22:3 Tú empero eres  santo, tú que habitas entre las  alabanzas de Israel.

22:4 En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los salvaste.

22:5 Clamaron a ti, y fueron librados; esperaron en ti, y no se avergonzaron.

22:6 Mas yo soy  gusano, y no varón; oprobio de los  hombres, y desecho del pueblo.

22:7 Todos los que me ven, escarnecen de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo :

22:8 Remítese al SEÑOR, líbrelo; sálvele él , puesto que en él se complacía.

22:9 Pero tú eres  el que me sacó del vientre, el que me haces esperar en ti  desde que estaba a los pechos de mi madre.

22:10 Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres  mi Dios.

22:11 ¶ No te alejes de mí, porque la angustia está  cerca; porque no hay  quien ayude.

22:12 Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.

22:13 Abrieron sobre mí su boca, como  león rampante y rugiente.

22:14 Heme escurrido como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, desliéndose en medio de mis entrañas.

22:15 Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.

22:16 Porque perros me han rodeado, me ha  cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.

22:17 Contar puedo todos mis huesos; ellos miran, me consideran.

22:18 Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

22:19 Mas tú, SEÑOR, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.

22:20 Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida.

22:21 Sálvame de la boca del león, y de los cuernos de los unicornios líbrame.

22:22 ¶ Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.

22:23 Los que teméis al SEÑOR, alabadle; toda la simiente de Jacob glorificadle; y temed de él, toda la simiente de Israel.

22:24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre en espíritu , ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó.

22:25 De ti será  mi alabanza en la grande congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen.

22:26 Comerán los humildes, y serán saciados; alabarán al SEÑOR los que le buscan; vivirá vuestro corazón para siempre.

22:27 Se acordarán, y se volverán al SEÑOR todos los términos de la tierra; y se humillarán delante de ti todas las familias de los gentiles.

22:28 Porque del SEÑOR es  el reino; y él  se enseñoreará de los gentiles.

22:29 Comerán y adorarán todos los gruesos de la tierra; delante de él se arrodillarán todos los que descienden al polvo, y ninguno puede vivificar su propio alma.

22:30 La simiente le servirá; será contada al SEÑOR por generación.

22:31 Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, su justicia que él hizo.

 SALMOS

23:1 ¶ Salmo de David. El SEÑOR es  mi pastor; no desfalleceré.

23:2 En lugares de delicados pastos me hará yacer; junto a aguas de reposo me pastoreará.

23:3 Convertirá mi alma; me guiará por sendas de justicia por su nombre.

23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno ; porque tú estarás  conmigo; tu vara y tu cayado me confortarán.

23:5 Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; ungiste mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la Casa del SEÑOR reposaré para siempre.

 SALMOS

24:1 ¶ Salmo de David. Del SEÑOR es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.

24:2 Porque él la fundó sobre los mares, y sobre los ríos la afirmó.

24:3 ¶ ¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién estará en el lugar de su santidad?

24:4 El limpio de manos, y limpio de corazón; el que no tomó en vano mi Nombre, ni juró con engaño.

24:5 El  recibirá bendición del SEÑOR, y justicia del Dios de salud.

24:6 Esta es  la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah.)

24:7 ¶ Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.

24:8 ¿Quién es  este Rey de gloria? El SEÑOR el fuerte y  valiente, el SEÑOR el valiente en batalla.

24:9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.

24:10 ¿Quién es  este Rey de gloria? El SEÑOR de los ejércitos, él es  el Rey de la gloria. (Selah.)

 SALMOS

25:1 ¶ Salmo de David. Alef  A ti, oh SEÑOR, levantaré mi alma.

25:2 Bet  Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.

25:3 Guímel  Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado; serán avergonzados los que se  rebelan sin causa.

25:4 Dálet  Tus caminos, oh SEÑOR, me haces saber; tus sendas me enseñas.

25:5 He  Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres  el Dios de mi salud; a ti he esperado todo el día.

25:6 Vau  Acuérdate, oh SEÑOR, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son  perpetuas.

25:7 Zain  De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.

25:8 ¶ Chet  Bueno y recto es  el SEÑOR; por tanto él enseñará a los pecadores el camino.

25:9 Tet  Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.

25:10 Yod  Todas las sendas del SEÑOR son  misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.

25:11 Caf  Por tu Nombre, oh SEÑOR, perdona también mi pecado; porque es grande.

25:12 Lámed  ¿Quién es  el varón que teme al SEÑOR? El le enseñará el camino que ha de escoger.

25:13 Mem  Su alma reposará en el bien, y su simiente heredará la tierra.

25:14 Nun  El secreto del SEÑOR es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto.

25:15 ¶ Sámec  Mis ojos están  siempre hacia el SEÑOR; porque él sacará mis pies de la red.

25:16 Ayin  Mírame, y ten misericordia de mí; porque estoy  solo y pobre.

25:17 Tsade  Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.

25:18 Resh  Mira mi aflicción y mi trabajo; y perdona todos mis pecados.

25:19 Resh  Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio injusto me han aborrecido.

25:20 Sin  Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.

25:21 Taf  Integridad y rectitud me guardarán; porque a ti he esperado.

25:22 Pe  Redime, oh Dios, a Israel de todas sus angustias.

 SALMOS

26:1 ¶ De David. Júzgame, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado; y en el SEÑOR he confiado; no vacilaré.

26:2 Pruébame, oh SEÑOR, y sondéame; funde mis riñones y mi corazón.

26:3 Porque tu misericordia está  delante de mis ojos, y en tu verdad ando.

26:4 No me he sentado con los varones de falsedad; ni entré con los hipócritas.

26:5 Aborrecí la congregación de los malignos, y con los impíos nunca me senté.

26:6 ¶ Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh SEÑOR:

26:7 Para exclamar con voz de acción de gracias, y para contar todas tus maravillas.

26:8 SEÑOR, la habitación de tu Casa he amado, y el lugar del tabernáculo de tu gloria.

26:9 No juntes con los pecadores mi alma, ni con los varones de sangre mi vida,

26:10 en cuyas manos está  el mal, y su diestra está  llena de sobornos.

26:11 Mas yo ando en mi integridad; redímeme, y ten misericordia de mí.

26:12 He caminado en rectitud; en las congregaciones bendeciré al SEÑOR.

 SALMOS

27:1 ¶ De David. El SEÑOR es  mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es  la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?

27:2 Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

27:3 Aunque se asiente campamento contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo en esto confío.

27:4 Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo  en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo.

27:5 Porque él  me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me esconderá en el escondrijo de su tienda; en roca me pondrá alto.

27:6 Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor mío; y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y salmearé al SEÑOR.

27:7 ¶ Oye, oh SEÑOR, mi voz con que a ti  llamo; ten misericordia de mí, y respóndeme.

27:8 Mi corazón me  ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh SEÑOR.

27:9 No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido; no me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.

27:10 Porque mi padre y mi madre me dejaron, y el SEÑOR me recogió.

27:11 Enséñame, oh SEÑOR, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.

27:12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y quien habla calumnia.

27:13 Hubiera yo desmayado , si no creyese que tengo de ver la bondad del SEÑOR en la tierra de los vivientes.

27:14 Aguarda al SEÑOR; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera al SEÑOR.

 SALMOS

28:1 ¶ De David. A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te  desentiendas de mí; para que no sea yo , dejándome , semejante a los que descienden al sepulcro.

28:2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al templo de tu santidad.

28:3 No me arrebates a una con los malos, y con los que hacen iniquidad; los  cuales hablan paz con su prójimo, y la maldad está  en su corazón.

28:4 Dales conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos; dales conforme a la obra de sus manos, dales su paga.

28:5 Porque no entendieron las obras del SEÑOR, y el hecho de sus manos, los derribará, y no los edificará.

28:6 ¶ Bendito el SEÑOR, que oyó la voz de mis ruegos.

28:7 El SEÑOR es  mi fortaleza y mi escudo; en él esperó mi corazón, y fui ayudado; por tanto se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.

28:8 El SEÑOR es la fortaleza de su pueblo, y el esfuerzo de las saludes de su ungido.

28:9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréalos y ensálzalos para siempre.

 SALMOS

29:1 ¶ Salmo de David. Dad al SEÑOR, oh hijos de fuertes, dad al SEÑOR la gloria y la fortaleza.

29:2 Dad al SEÑOR la gloria de su nombre; humillaos al SEÑOR en la gloria de la  santidad.

29:3 Voz del SEÑOR sobre las aguas; el Dios de gloria hizo tronar; el SEÑOR sobre las muchas aguas.

29:4 Voz del SEÑOR con potencia; voz del SEÑOR con gloria.

29:5 Voz del SEÑOR que quebranta los cedros; y quebrantó el SEÑOR los cedros del Líbano.

29:6 Y los hizo saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como hijos de unicornios.

29:7 Voz del SEÑOR que corta llamas de fuego.

29:8 Voz del SEÑOR que  hará temblar el desierto; hará temblar el SEÑOR el desierto de Cades.

29:9 Voz del SEÑOR que  hará estar de parto a las ciervas, y desnudará la breñas; y en su templo todos los suyos le  dicen gloria.

29:10 El SEÑOR preside en el diluvio, y se asentó el SEÑOR por rey para siempre.

29:11 El SEÑOR dará fortaleza a su pueblo; el SEÑOR bendecirá a su pueblo en paz.

 SALMOS

30:1 ¶ Salmo de canción al estrenar la casa de David: Te ensalzaré, oh SEÑOR; porque me has ensalzado; y no hiciste alegrar mis enemigos de mí.

30:2 SEÑOR Dios mío, clamé a ti, y me sanaste.

30:3 Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.

30:4 Cantad al SEÑOR sus misericordiosos, y celebrad la memoria de su santidad.

30:5 Porque un momento hay  en su furor; mas en su voluntad está la  vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá  la alegría.

30:6 ¶ Y dije yo en mi prosperidad: No seré jamás conmovido;

30:7 porque , SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.

30:8 A ti, oh DIOS, llamaré; y al Señor suplicaré.

30:9 ¿Qué provecho hay  en mi muerte, cuando yo descendiere al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

30:10 Oye, oh SEÑOR, y ten misericordia de mí: SEÑOR, sé  mi ayudador.

30:11 Has tornado mi endecha en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.

30:12 Por tanto a ti canté gloria, y no callé; SEÑOR Dios mío, te alabaré para siempre.

 SALMOS

31:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David. En ti, oh  SEÑOR, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre; líbrame en tu justicia.

31:2 Inclina a mí tu oído, líbrame presto; seme por roca de fortaleza, por casa fuerte para salvarme.

31:3 Porque tú eres  mi roca y mi castillo; y por tu Nombre me guiarás, y me encaminarás.

31:4 Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.

31:5 En tu mano encomendaré mi espíritu;  me redimirás, oh  SEÑOR, Dios de verdad.

31:6 Aborrecí a los que esperan en vanidades ilusorias; mas yo en el SEÑOR he esperado.

31:7 Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias;

31:8 y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en anchura.

31:9 ¶ Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, que estoy en angustia; se han carcomido de pesar mis ojos, mi alma, y mis entrañas.

31:10 Porque se ha acabado mi vida con dolor, y mis años con suspiro; se ha enflaquecido mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

31:11 De todos mis enemigos he sido oprobio, y de mis vecinos en gran manera, y horror a mis conocidos; los que me ven fuera, huyen de mí.

31:12 He sido olvidado del todo como un  muerto; he venido a ser como un  vaso perdido.

31:13 Porque he oído afrenta de muchos, cerrado de temores; cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban para prenderme el alma.

31:14 Mas yo en ti confié, oh SEÑOR; yo  dije: Dios mío eres  tú.

31:15 En tu mano están  mis tiempos; líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores.

31:16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame por tu misericordia.

31:17 SEÑOR, no sea yo confundido, porque te he invocado; sean confusos los impíos, sean cortados para el infierno.

31:18 Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas  duras, con soberbia y menosprecio.

31:19 ¶ ¡Cuán grande es  tu bien, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!

31:20 Los esconderás en el escondedero de tu rostro de las arrogancias del hombre; los esconderás en el tabernáculo a cubierto  de contención de lenguas.

31:21 Bendito el SEÑOR, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte.

31:22 Y decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos; mas tú  ciertamente oíste la voz de mis ruegos, cuando a ti clamaba.

31:23 Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.

31:24 Esforzaos y esfuércese vuestro corazón todos los que esperáis en el SEÑOR.

 SALMOS

32:1 ¶ De David: Masquil. Bienaventurado el perdonado de rebelión, el encubierto de pecado.

32:2 Bienaventurado el hombre a quien no contará el SEÑOR la iniquidad, y en cuyo espíritu no hay  engaño.

32:3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.

32:4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. (Selah.)

32:5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones al SEÑOR; y tú perdonarás la maldad de mi pecado. (Selah.)

32:6 Por esto orará a ti todo misericordioso en el tiempo de poder  hallarte; ciertamente en la inundación de las muchas aguas no llegarán éstas  a él.

32:7 ¶ Tú eres mi escondedero; de la angustia me guardarás; con  clamores de libertad me rodearás. (Selah.)

32:8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que andarás; sobre ti fijaré mis ojos.

32:9 No seáis como el caballo, o  como el mulo, sin entendimiento; con cabestro y con freno su boca ha de ser sujetada, porque si no, no lleguen a ti.

32:10 Muchos dolores para el impío; mas el que espera en el SEÑOR, lo cercará la  misericordia.

32:11 Alegraos en el SEÑOR, y gozaos, justos; y cantad todos vosotros  los rectos de corazón.

 SALMOS

33:1 ¶ Cantad justos en el SEÑOR; a los rectos es  hermosa la alabanza.

33:2 Celebrad al SEÑOR con arpa; cantadle con salterio y decacordio.

33:3 ¡Cantadle canción nueva! Hacedlo bien tañendo con júbilo.

33:4 Porque recta es  la palabra del SEÑOR, y toda su obra es hecha  con verdad.

33:5 El ama justicia y juicio; de la misericordia del SEÑOR está  llena la tierra.

33:6 Con la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos con el espíritu de su boca.

33:7 El junta como en un montón las aguas del mar; el pone por tesoros los abismos.

33:8 Tema al SEÑOR toda la tierra; teman de él todos los habitadores del mundo.

33:9 Porque él dijo, y fue hecho ; él mandó, y existió.

33:10 El SEÑOR hace anular el consejo de los gentiles, y hace anular las maquinaciones de los pueblos.

33:11 El consejo del SEÑOR permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.

33:12 ¶ Bienaventurada la gente de que el SEÑOR es su Dios; el pueblo a quien escogió por heredad para sí.

33:13 Desde los cielos miró el SEÑOR; vio a todos los hijos de Adán.

33:14 Desde la morada de su asiento miró sobre todos los moradores de la tierra.

33:15 El formó el corazón de todos ellos; el considera todas sus obras.

33:16 El rey no es salvo con la multitud del ejército; no escapa el valiente con la mucha fuerza.

33:17 Vanidad es el caballo para la salud; con la grandeza de su fuerza no librará.

33:18 He aquí, el ojo del SEÑOR sobre los que le temen, sobre los que esperan su misericordia;

33:19 para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en el hambre.

33:20 Nuestra alma esperó al SEÑOR; nuestra ayuda y nuestro escudo es  él.

33:21 Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, porque en el Nombre de su santidad hemos confiado.

33:22 Sea tu misericordia, oh SEÑOR, sobre nosotros, como te hemos esperado.

 SALMOS

34:1 ¶ De David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue. Alef  Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza será  siempre en mi boca.

34:2 Bet  En el SEÑOR se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán.

34:3 Guímel  Engrandeced al SEÑOR conmigo, y ensalcemos su Nombre a una.

34:4 Dálet  Busqué al SEÑOR, y él  me oyó; y me libró de todos mis temores.

34:5 He  ¡A él miraron y fueron alumbrados! Y sus rostros no se avergonzaron.

34:6 Vau  Este pobre llamó, y le  oyó el SEÑOR, y lo libró de todas sus angustias.

34:7 Zain  El ángel del SEÑOR acampa en derredor de los que le temen, y los defiende.

34:8 Chet  Gustad, y ved que es  bueno el SEÑOR; dichoso el hombre que confiará en él.

34:9 Tet  Temed al SEÑOR, vosotros  sus santos; porque no hay falta para los que le temen.

34:10 Yod  Los leoncillos necesitaron, y tuvieron hambre; pero los que buscan al SEÑOR, no tendrán falta de ningún bien.

34:11 ¶ Caf  Venid, hijos, oídme; el  temor del SEÑOR os enseñaré.

34:12 Lámed  ¿Quién es  el hombre que desea vida, que codicia días para ver el bien?

34:13 Mem  Guarda tu lengua de mal, y tus labios de hablar engaño.

34:14 Nun  Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela.

34:15 Sámec  Los ojos del SEÑOR están  sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.

34:16 Ayin  La ira del SEÑOR contra los que mal hacen, para cortar de la tierra la memoria de ellos.

34:17 Pe  Clamaron los justos , y el SEÑOR oyó, y los libró de todas sus angustias.

34:18 Tsade  Cercano está  el SEÑOR a los quebrantados de corazón; y a los molidos de espíritu salvará.

34:19 Cof  Muchos son  los males del justo; mas de todos ellos lo librará el SEÑOR;

34:20 Resh  guardando todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.

34:21 Sin  Matará al malo la maldad; y los que aborrecen al justo serán asolados.

34:22 Tau  El SEÑOR redime el alma de sus siervos; y no serán asolados cuantos en él confían.

 SALMOS

35:1 ¶ De David. Disputa, oh SEÑOR, con los que contra mí contienden; pelea con los que me combaten.

35:2 Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi ayuda.

35:3 Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salud.

35:4 Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi alma; vuelvan atrás, y sean avergonzados los que mi mal piensan.

35:5 Sean como el tamo delante del viento; y el ángel del SEÑOR los acose.

35:6 Sea su camino oscuridad y resbaladeros; y el ángel del SEÑOR el que los persiga.

35:7 Porque sin causa escondieron para mí el hoyo de su red; sin causa hicieron hoyo para mi alma.

35:8 Véngale el quebrantamiento sin que lo  sepa, y su red que escondió lo prenda; con quebrantamiento caiga en ella.

35:9 Y gócese mi alma en el SEÑOR; y alégrese en su salud.

35:10 Todos mis huesos dirán: SEÑOR, ¿quién como tú, que libras al pobre del más fuerte que él, y al pobre y menesteroso del que le despoja?

35:11 ¶ Se levantaron testigos falsos; me demandaron lo que no sabía;

35:12 me devolvieron mal por bien, hasta volver solo a mi alma.

35:13 Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se revolvía en mi seno.

35:14 Como por mi  compañero, como por  mi hermano andaba; como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.

35:15 Pero ellos  se alegraron en mi cojera, y se juntaron; se juntaron contra mí los verdugos, y yo  no lo  entendía; me despedazaban, y no cesaban;

35:16 con los lisonjeros escarnecedores truhanes, crujiendo sobre mí sus dientes.

35:17 ¶ Señor, ¿hasta cuándo verás esto ? Res-taura mi alma de sus quebrantamientos, mi vida de los leones.

35:18 Te confesaré en grande congregación; te alabaré entre numeroso pueblo.

35:19 No se alegren de mí mis enemigos sin por qué; ni  los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.

35:20 Porque no hablan paz; y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.

35:21 Y ensancharon sobre mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!

35:22 Tú lo has visto, oh SEÑOR; no calles: Señor, de mí no te alejes.

35:23 Recuerda y despierta para mi juicio, para mi causa, Dios mío y Señor mío.

35:24 Júzgame conforme a tu justicia, SEÑOR Dios mío; y no se alegren de mí.

35:25 No digan en su corazón: ¡Ea, nuestro deseo es cumplido! No digan: ¡Lo hemos devorado!

35:26 Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran; vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.

35:27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea ensalzado el SEÑOR, que ama la paz de su siervo.

35:28 Y mi lengua hablará de tu justicia; todo el día de tu loor.

 SALMOS

36:1 ¶ Al Vencedor: del siervo del SEÑOR, de David. La rebelión del impío me dice al corazón: No hay  temor de Dios delante de sus ojos.

36:2 Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.

36:3 Las palabras de su boca son  iniquidad y fraude; no quiso entender para bien hacer.

36:4 Iniquidad piensa sobre su cama; está en camino no bueno, no aborrece el mal.

36:5 ¶ SEÑOR, hasta los cielos es  tu misericordia; tu verdad hasta las nubes.

36:6 Tu justicia como los montes de Dios, tus juicios abismo grande: Oh SEÑOR, al hombre y al animal conservas.

36:7 ¡Cuán ilustre, oh Dios, es tu misericordia! Por eso  los hijos de Adán se abrigan en la sombra de tus alas.

36:8 Se embriagarán de la grosura de tu Casa; y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.

36:9 Porque contigo está  el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.

36:10 Extiende tu misericordia a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón.

36:11 No venga pie de soberbia contra mí; y mano de impíos no me mueva.

36:12 Allí cayeron los obradores de iniquidad. Fueron derribados, y no pudieron levantarse.

 SALMOS

37:1 ¶ De David. Alef  No te enojes con los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

37:2 Porque como hierba serán presto cortados, y decaerán como verdor de renuevo.

37:3 Bet  Espera en el SEÑOR, y haz bien; vive en la tierra, y manten la  verdad.

37:4 Pon asimismo tu delicia en el SEÑOR, y él  te dará las peticiones de tu corazón.

37:5 Guímel  Vuelve hacia el SEÑOR tu camino; y espera en él; y él hará.

37:6 Y exhibirá tu justicia como la luz, y tu rectitud como el mediodía.

37:7 ¶ Dálet  Calla ante el SEÑOR, y espera en él; no te enojes con el que prospera en su camino, con el hombre que hace maldades.

37:8 He  Déjate de la ira, y depón el enojo; no te enojes en manera alguna para hacerte malo.

37:9 Porque los malignos serán talados, mas los que esperan al SEÑOR, ellos heredarán la tierra.

37:10 Vau  Pues de aquí a poco no estará  el malo; y contemplarás sobre su lugar, y no aparecerá.

37:11 Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con la multitud de la paz.

37:12 Zain  Piensa el impío contra el justo, y cruje sobre él sus dientes.

37:13 El Señor se reirá de él; porque ve que viene su día.

37:14 He  Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco, para arruinar al pobre y al menesteroso; para degollar a los de recto proceder.

37:15 La espada de ellos entrará en su mismo  corazón, y su arco será quebrado.

37:16 Tet  Mejor es lo poco del justo, que las muchas riquezas de los pecadores.

37:17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados; mas el que sustenta a los justos es  el SEÑOR.

37:18 Yod  Conoce el SEÑOR los días de los perfectos; y su heredad será para siempre.

37:19 No serán avergonzados en el mal tiempo; y en los días de hambre serán saciados.

37:20 Caf  Porque los impíos perecerán, y los enemigos del SEÑOR como los más gordos de los carneros serán consumidos; se disiparán como humo.

37:21 ¶ Lámed  El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da.

37:22 Porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán talados.

37:23 Mem  Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre bueno , y él  quiere su camino.

37:24 Cuando cayere, no será postrado; porque el SEÑOR sustenta su mano.

37:25 Nun  Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su simiente que mendigue pan.

37:26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta; y su simiente es  para bendición.

37:27 Sámec  Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.

37:28 Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.

37:29 Ayin  Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella.

37:30 Pe  La boca del justo hablará sabiduría; y su lengua proferirá juicio.

37:31 La ley de su Dios está  en su corazón; por tanto sus pasos no vacilarán.

37:32 Tsade  Acecha el impío al justo, y procura matarlo.

37:33 El SEÑOR no lo dejará en sus manos, ni lo condenará cuando le juzgaren.

37:34 ¶ Cof  Espera al SEÑOR, y guarda su camino, y él  te ensalzará para heredar la tierra; cuando los pecadores serán talados, lo  verás.

37:35 Resh  Yo vi al impío robusto, y reverdeciendo como un  laurel verde.

37:36 Pero pasó, y he aquí no aparece; lo busqué, y no fue hallado.

37:37 Sin  Considera al perfecto, y mira al recto; que la postrimería de cada uno de ellos  es paz.

37:38 Mas los rebeldes fueron todos destruidos; la postrimería de los impíos fue talada.

37:39 Tau  Pero la salud de los justos es el SEÑOR, y él es  su fortaleza en el tiempo de la angustia.

37:40 Y el SEÑOR los ayudó, y los libera, y los libertará de los impíos; y los salvará, por cuanto esperaron en él.

 SALMOS

38:1 ¶ Salmo de David, digno de memoria. SEÑOR, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira.

38:2 Porque tus saetas descendieron en mí, y sobre mí ha descendido tu mano.

38:3 No hay sanidad en mi carne a causa de tu ira; ni hay  paz en mis huesos a causa de mi pecado.

38:4 Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí.

38:5 Se pudrieron y  se corrompieron mis llagas, a causa de mi locura.

38:6 Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día.

38:7 Porque mis caderas están llenas de ardor, y no hay  sanidad en mi carne.

38:8 Estoy debilitado y molido en gran manera; bramo a causa del alboroto de mi corazón.

38:9 Señor, delante de ti están  todos mis deseos; y mi suspiro no te es oculto.

38:10 Mi corazón está  acongojado, me ha dejado mi vigor; y aun la misma luz de mis ojos no está conmigo.

38:11 Mis amigos y mis compañeros se quitaron de delante de mi plaga; y mis cercanos se pusieron lejos.

38:12 ¶ Y los que buscaban mi alma armaron lazos; y los que procuraban mi mal hablaban iniquidades, y todo el día meditaban fraudes.

38:13 Mas yo, como si fuera  sordo no oía; y estaba  como un mudo, que no abre su boca.

38:14 Fui pues como un  hombre que no oye, y que en su boca no tiene  reprensiones.

38:15 Porque a ti, oh SEÑOR, he esperado; tú responderás, SEÑOR Dios mío.

38:16 Porque dije: Que no se alegren de mí; ni  cuando mi pie resbalare, se engrandezcan sobre mí.

38:17 Porque yo estoy a punto de claudicar, y mi dolor está  delante de mí continuamente.

38:18 Por tanto denunciaré mi maldad; me acongojaré por mi pecado.

38:19 Porque mis enemigos son  vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa;

38:20 y pagando mal por bien me son contrarios, por seguir yo lo bueno.

38:21 No me desampares, oh SEÑOR; Dios mío, no te alejes de mí.

38:22 Apresúrate a ayudarme, Señor de mi salud.

 SALMOS

39:1 ¶ Al Vencedor, a Jedutún: Salmo de David. Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere  contra mí.

39:2 Enmudecí en silencio, me callé aun  de lo bueno; y se alborotó mi dolor.

39:3 Se enardeció mi corazón dentro de mí; en mi meditación se encendió fuego; y  hablé con mi lengua:

39:4 Hazme saber, SEÑOR, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo  cuánto tengo de ser  del mundo.

39:5 He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es  como nada delante de ti; ciertamente es  completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)

39:6 Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se inquieta; allega, y no sabe quién lo cogerá.

39:7 ¶ Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en ti está.

39:8 Líbrame de todas mis rebeliones; no me pongas por escarnio del loco.

39:9 Enmudecí, no abrí mi boca; porque tú lo  hiciste.

39:10 Quita de sobre mí tu plaga; de la guerra de tu mano soy consumido.

39:11 Con castigos sobre el pecado corriges al hombre, y haces consumirse como de polilla su grandeza; ciertamente vanidad es  todo hombre. (Selah.)

39:12 Oye mi oración, oh SEÑOR, y escucha mi clamor; no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy contigo, y  advenedizo, como todos mis padres.

39:13 Déjame estar delante de ti , y tomaré fuerzas, antes que vaya y perezca.

 SALMOS

40:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David. Pacientemente esperé al SEÑOR, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

40:2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

40:3 Y puso en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Verán esto  muchos, y temerán, y esperarán en el SEÑOR.

40:4 Bienaventurado el varón que puso al SEÑOR por su confianza, y no miró a los soberbios, ni a los que declinan a la mentira.

40:5 Aumentado has tú, oh SEÑOR Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos  contar, anunciar, ni hablar; no pueden ser narrados.

40:6 ¶ Sacrificio y presente no te agrada; me has labrado oídos; holocausto y expiación no has demandado.

40:7 Entonces dije: He aquí, vengo; en el envoltorio del libro está  escrito de mí:

40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está  en medio de mis entrañas.

40:9 He anunciado justicia en grande congregación; he aquí, no detuve mis labios, SEÑOR, tú lo  sabes.

40:10 No encubrí tu justicia en medio de mi corazón; tu verdad y tu salud he declarado; no negué tu misericordia y tu verdad en grande ayuntamiento.

40:11 ¶ Tú, SEÑOR, no detengas de mí tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.

40:12 Porque me han cercado males hasta no haber  cuanto; me han asido mis maldades, y no puedo ver; se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.

40:13 Quieras, oh  SEÑOR, librarme; SEÑOR, apresúrate a socorrerme.

40:14 Sean avergonzados y confusos a una los que buscan mi vida para cortarla; vuelvan atrás y avergüéncense los que mi mal desean.

40:15 Sean asolados en pago de su afrenta los que me dicen: ¡Ea, ea!

40:16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salud: el SEÑOR sea ensalzado.

40:17 Cuando  yo estoy  pobre y menesteroso, el SEÑOR pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres  tú; Dios mío, no te tardes.

 SALMOS

41:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David. Bienaventurado el que entiende sobre el pobre; en el día malo lo librará el SEÑOR.

41:2 El SEÑOR lo guarde, y le dé vida: sea bienaventurado en la tierra, y no lo entregues a la voluntad de sus enemigos.

41:3 El SEÑOR lo sustentará sobre el lecho del dolor; mullirás toda su cama en su enfermedad.

41:4 Yo dije: SEÑOR, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado.

41:5 ¶ Mis enemigos dicen mal de mí preguntando : ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?

41:6 Y si alguno  venía a verme, hablaba mentira; su corazón amontonaba iniquidad; y  salido fuera, la hablaba.

41:7 Congregados murmuraban contra mí todos los que me aborrecían; contra mí pensaban mal, diciendo  de mí:

41:8 Cosa pestilente de él se ha apoderado; y el que cayó en cama, no volverá a levantarse.

41:9 Aun el varón de mi paz, en quien yo  confiaba, el que comía mi pan, engrandeció contra mí el calcañar.

41:10 Mas tú, SEÑOR, ten misericordia de mí, y hazme levantar, y les daré el pago.

41:11 En esto habré conocido que te he agradado, que mi enemigo no se holgará de mí.

41:12 En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has asentado delante de ti para siempre.

41:13 Bendito sea  el SEÑOR, el Dios de Israel, por los  siglos de los  siglos. Amén y Amén.

 SALMOS

42:1 ¶ Al Vencedor: Masquil a los hijos de Coré. Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

42:2 Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo. ¡Cuándo vendré, y compareceré delante de Dios!

42:3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me decían todos los días: ¿Dónde está  tu Dios?

42:4 De estas cosas me acordaré, y derramaré mi alma sobre mí. Cuando pasaré en el número, iré con ellos hasta la Casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza, bailando la multitud.

42:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, y bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún le tengo de alabar por las saludes de su presencia.

42:6 ¶ Dios mío, mi alma está en mí abatida; por tanto me acordaré de ti desde la  tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

42:7 Un abismo llama a otro a la voz de tus canales; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

42:8 De día mandará el SEÑOR su misericordia, y de noche su canción será  conmigo, oración al Dios de mi vida.

42:9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

42:10 Es  como muerte en mis huesos, cuando mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

42:11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; quien es  la salud de mi rostro, y el Dios mío.

 SALMOS

43:1 ¶ Júzgame, oh Dios, y pleitea mi pleito; de gente no misericordiosa, de varón de engaño me libra.

43:2 Porque tú eres  el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

43:3 Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; me conducirán al monte de tu santidad, y a tus tabernáculos.

43:4 Y entraré al altar de Dios, al Dios alegría de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh  Dios, Dios mío.

43:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es  la salud de mi rostro, y el Dios mío.

 SALMOS

44:1 ¶ Al Vencedor: a los hijos de Coré: Masquil. Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que  hiciste en sus tiempos, en los tiempos antiguos.

44:2 Tú con tu mano echaste los gentiles, y los plantaste a ellos; afligiste los pueblos, y los arrojaste.

44:3 Porque no heredaron la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.

44:4 Tú, oh Dios, eres  mi rey: Manda saludes a Jacob.

44:5 Por medio de ti acornearemos a nuestros enemigos; en tu Nombre atropellaremos a nuestros adversarios.

44:6 Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará.

44:7 Porque  nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían.

44:8 En Dios nos alabamos todo el  tiempo, y para siempre loaremos tu Nombre. (Selah.)

44:9 ¶ Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales en nuestros ejércitos.

44:10 Nos hiciste retroceder del enemigo, y nos  saquearon para sí los que nos aborrecieron.

44:11 Nos pusiste como a ovejas para comida, y nos esparciste entre los gentiles.

44:12 Has vendido tu pueblo de balde, y sin precio.

44:13 Nos pusiste por vergüenza a nuestros vecinos, por escarnio y por burla a los que nos rodean.

44:14 Nos pusiste por proverbio entre los gentiles, por movimiento de cabeza en los pueblos.

44:15 Cada día mi vergüenza está  delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,

44:16 por la voz del que me blasfema y deshonra, por la voz  del enemigo y del que se venga.

44:17 ¶ Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti; y no hemos faltado a tu pacto.

44:18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni tampoco se han apartado nuestros pasos de tus caminos.

44:19 Cuando nos quebrantaste en el lugar de los dragones, y nos cubriste con sombra de muerte,

44:20 si nos hubiésemos olvidado del Nombre de nuestro Dios, o alzado nuestras manos a dios ajeno,

44:21 ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón.

44:22 Antes por tu causa nos matan cada día; somos tenidos como ovejas para el degolladero.

44:23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos  deseches para siempre.

44:24 ¿Por qué escondes tu rostro? ¿Olvidaste nuestra aflicción, y la opresión nuestra?

44:25 Porque nuestra alma se ha agobiado hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra.

44:26 Levántate para ayudarnos, y redímenos por tu misericordia.

 SALMOS

45:1 ¶ Al Vencedor: sobre Sosanim (lirios ): a los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores. Rebosa mi corazón palabra buena; yo digo en  mis obras del Rey; mi lengua es  pluma de escribiente muy ligero.

45:2 Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

45:3 Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu hermosura.

45:4 Y con tu hermosura sé prosperado; cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad, y  de justicia; y tu diestra te enseñará cosas terribles.

45:5 Tus saetas agudas con que  caerán pueblos debajo de ti, penetrarán  en el corazón de los enemigos del Rey.

45:6 ¶ Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre; vara de justicia, la vara de tu reino.

45:7 Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto te ungió Dios, el  Dios tuyo, con óleo de gozo más que a tus compañeros.

45:8 Mirra, áloe, y casia exhalan  todos tus vestidos; desde palacios de marfil te alegraron.

45:9 Hijas de reyes entre tus ilustres; está la reina a tu diestra con corona de oro finísimo  de Ofir.

45:10 ¶ Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

45:11 y deseará el Rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es  tu Señor.

45:12 Y las hijas de Tiro con presente; aun los ricos del pueblo suplicarán tu favor.

45:13 Toda ilustre es  de dentro la hija del rey; de brocado de oro es  su vestido.

45:14 Con vestidos  bordados será llevada al Rey; vírgenes en pos de ella; sus compañeras serán  traídas a ti.

45:15 Serán traídas con alegría y gozo; entrarán en el palacio del Rey.

45:16 En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra.

45:17 Haré perpetua  la memoria de tu nombre en todas las generaciones; por lo cual pueblos te alabarán eternamente y para siempre.

 SALMOS

46:1 ¶ Al Vencedor: a los hijos de Coré: Salmo sobre Alamot. Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

46:2 Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida; aunque se traspasen los montes al corazón del mar.

46:3 Bramarán, se turbarán sus aguas; temblarán los montes a causa de su braveza. (Selah.)

46:4 Del Río sus conductos alegrarán la ciudad de Dios, el santuario de las tiendas del Altísimo.

46:5 Dios está  en medio de ella; no será conmovida; Dios la ayudará al clarear la mañana.

46:6 ¶ Bramaron los  gentiles, titubearon los  reinos; dio él  su voz, se derritió la tierra.

46:7 El SEÑOR de los ejércitos es  con nosotros; nuestro refugio es  el Dios de Jacob. (Selah.)

46:8 Venid, ved las obras del SEÑOR, que ha puesto asolamientos en la tierra.

46:9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra; que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego.

46:10 Cesad, y conoced que yo soy  Dios; me ensalzaré en los gentiles, me ensalzaré en la tierra.

46:11 El SEÑOR de los ejércitos es  con nosotros; nuestro refugio es  el Dios de Jacob. (Selah.)

 SALMOS

47:1 ¶ Al Vencedor: a los hijos de Coré: Salmo. Pueblos todos, batid las manos; aclamad a Dios con voz de júbilo.

47:2 Porque el SEÑOR es Sublime y temible; Rey grande sobre toda la tierra.

47:3 El  guiará a los pueblos debajo de nosotros, y a los gentiles debajo de nuestros pies.

47:4 El  nos elegirá nuestras heredades; la hermosura de Jacob, al cual amó. (Selah.)

47:5 ¶ Subió Dios con júbilo, el SEÑOR con voz de trompeta.

47:6 Cantad a Dios, cantad; cantad a nuestro Rey, cantad.

47:7 Porque el Rey de toda la tierra es  Dios; cantad con entendimiento.

47:8 Reinó Dios sobre los gentiles; se sentó Dios sobre el trono de su santidad.

47:9 Los príncipes de los pueblos se juntaron al pueblo del Dios de Abraham; porque de Dios son  los escudos de la tierra; El es muy ensalzado.

 SALMOS

48:1 ¶ Canción de Salmo a los hijos de Coré. Grande es  el SEÑOR y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en  el monte de su santidad.

48:2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra es  el monte de Sion, a los lados del aquilón, la ciudad del gran Rey.

48:3 Dios en sus palacios es conocido por lugar de  refugio.

48:4 Porque he aquí los reyes de la tierra fueron reunidos; pasaron todos.

48:5 Y viéndola ellos así, se maravillaron, se asombraron, se dieron prisa a huir .

48:6 Les tomó allí temblor; dolor, como a mujer que da a luz.

48:7 Con viento solano quiebras  las naves de Tarsis.

48:8 ¶ Como lo  oímos, así lo hemos visto en la ciudad del SEÑOR de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; la afirmará Dios para siempre. (Selah.)

48:9 Concebimos según tu misericordia, oh Dios, en medio de tu Templo.

48:10 Conforme a tu Nombre, oh Dios, así es  tu loor hasta los fines de la tierra; de justicia está llena tu diestra.

48:11 Se alegrará el monte de Sion; se gozarán las hijas de Judá por tus juicios.

48:12 Andad alrededor de Sion, y rodeadla; contad sus torres.

48:13 Considerad bien su antemuro, mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera.

48:14 Porque este Dios es  Dios nuestro eternalmente y para siempre; El nos capitaneará hasta la muerte.

 SALMOS

49:1 ¶ Al Vencedor: a los hijos de Coré: Salmo. Oíd esto, pueblos todos; escuchad, habitadores todos del mundo:

49:2 Así los hijos de los hombres como los hijos de los varones; el rico y el pobre juntamente.

49:3 Mi boca hablará sabiduría; y el pensamiento de mi corazón inteligencia.

49:4 Acomodaré a ejemplos mi oído; declararé con el arpa mi enigma.

49:5 ¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando  la iniquidad de mis calcañares me cercará?

49:6 ¶ Los que confían en sus haciendas, y en la muchedumbre de sus riquezas se jactan,

49:7 ninguno de ellos podrá en manera alguna  redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate.

49:8 (Porque la redención de su vida es de gran  precio, y no lo pueden hacer)

49:9 que viva adelante para siempre, y  nunca vea la sepultura.

49:10 Pues se ve que mueren todos los sabios; el loco y el ignorante perecen, y dejan a otros sus riquezas.

49:11 En su interior piensan  que sus casas son  eternas, y  sus habitaciones para generación y generación; llamaron sus tierras de sus nombres.

49:12 Mas el hombre no permanecerá en honra; es semejante a las bestias que  son cortadas.

49:13 Este es  su camino, su locura; y sus descendientes corren por el dicho de ellos. (Selah.)

49:14 Como ovejas son puestos en la sepultura; la muerte los pastorea; y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; y se consumirá su bien parecer en la sepultura de su morada.

49:15 ¶ Ciertamente Dios redimirá mi vida del poder desde la sepultura, cuando me tomará. (Selah.)

49:16 No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa;

49:17 porque en su muerte no llevará nada, ni descenderá tras él su gloria.

49:18 Porque mientras viviere, será su vida bendita; y tú serás loado cuando fueres prospero.

49:19 Entrará a la generación de sus padres; no verán luz para siempre.

49:20 El hombre en honra que no entiende, semejante es a las bestias que  son cortadas.

 SALMOS

50:1 ¶ Salmo a Asaf. El Dios de dioses, el SEÑOR, ha hablado, y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

50:2 De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido.

50:3 Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante  de su presencia, y en derredor suyo habrá tempestad grande.

50:4 Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a  su pueblo.

50:5 Juntadme mis misericordiosos; los que pactaron mi pacto sobre sacrificio.

50:6 Y denunciarán los cielos su justicia; porque Dios mismo es  el juez. (Selah.)

50:7 ¶ Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy  el Dios, el Dios tuyo.

50:8 No te reprenderé sobre tus sacrificios, que tus holocaustos delante de mí están siempre.

50:9 No tomaré de tu casa becerros, ni machos cabríos de tus apriscos.

50:10 Porque mía es toda bestia del monte; millares de animales en los montes.

50:11 Conozco todas las aves de los montes, y las fieras del campo están  conmigo.

50:12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud.

50:13 ¿Tengo de comer yo carne de toros, o de beber sangre de machos cabríos?

50:14 Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus promesas al Altísimo.

50:15 Y llámame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás.

50:16 ¶ Pero al malo dijo Dios: ¿Qué parte tienes  tú de declarar mis leyes, y que tomes mi pacto en tu boca?

50:17 ¡Aborreciendo tú el castigo, y echando detrás de ti mis palabras!

50:18 Si veías al ladrón, tú corrías con él; y con los adúlteros era  tu parte.

50:19 Tu boca metías en mal, y tu lengua componía engaño.

50:20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia.

50:21 Estas cosas hiciste, y yo  he callado; pensabas por eso  que de cierto sería yo  como tú; yo te argüiré, y las pondré delante de tus ojos.

50:22 Entended ahora esto, los que os  olvidáis de Dios; no sea que os  arrebate, y no haya  quién os  libre.

50:23 El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le enseñaré la salud de Dios.

 SALMOS

51:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta. Ten misericordia de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades rae mis rebeliones.

51:2 Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.

51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones; y mi pecado está  siempre delante de mí.

51:4 Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y  tenido por puro en tu juicio.

51:5 He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.

51:6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

51:7 ¶ Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.

51:8 Hazme oír gozo y alegría; y se recrearán los huesos que has abatido.

51:9 Esconde tu rostro de mis pecados, y rae todas mis maldades.

51:10 Crea en  mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.

51:11 No me eches de delante de ti; y no quites de mí tu santo Espíritu.

51:12 Vuélveme el gozo de tu salud; y tu espíritu de libertad me sustentará.

51:13 Enseñaré a los prevaricadores tus caminos; y los pecadores se convertirán a ti.

51:14 ¶ Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud; cantará mi lengua tu justicia.

51:15 Señor, abre mis labios; y publicará mi boca tu alabanza.

51:16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo  daría; no quieres holocausto.

51:17 Los sacrificios de Dios son  el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

51:18 Haz bien con tu voluntad a Sion; edifica los muros de Jerusalén.

51:19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces ofrecerán sobre tu altar becerros.

 SALMOS

52:1 ¶ Al Vencedor: Masquil de David, cuando vino Doeg el  edomita y dio cuenta a Saúl, diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec. ¿Por qué te glorías de maldad, oh ilustre? La misericordia de Dios es  cada día.

52:2 Agravios maquina tu lengua; como navaja amolada hace engaño.

52:3 Amaste el mal más que el bien; la mentira más que hablar justicia. (Selah.)

52:4 Has amado toda suerte de palabras perniciosas, engañosa lengua.

52:5 Por tanto Dios te derribará para siempre; te cortará y te arrancará de tu morada, y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah.)

52:6 ¶ Y verán los justos, y temerán; y se reirán de él, diciendo:

52:7 He aquí un  varón que no puso a Dios por su fortaleza, sino que  confió en la multitud de sus riquezas; se esforzó en su maldad.

52:8 Mas yo estoy  como oliva verde en la Casa de Dios; confié en la misericordia de Dios perpetua y eternalmente.

52:9 Te alabaré para siempre porque obraste; y esperaré a  tu Nombre, porque es  bueno, delante de tus misericordiosos.

 SALMOS

53:1 ¶ Al Vencedor: sobre Mahalat: Masquil de David. Dijo el loco en su corazón: No hay  Dios. Se corrompieron e hicieron abominable maldad; no hay  quien haga bien.

53:2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de Adán, por ver si hay algún  entendido que busque a Dios.

53:3 Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían dañado; no hay  quien haga bien, no hay  ni aun uno.

53:4 ¿No tienen conocimiento todos esos que obran iniquidad, que comen a  mi pueblo como si  comiesen pan? A Dios no invocan.

53:5 Allí se sobresaltaron de pavor donde  no había pavor; porque Dios descoyuntó los huesos del que asentó campamento contra ti; los  avergonzaste, porque Dios los desechó.

53:6 ¡Oh  quién diese de Sion saludes a Israel! Volviendo Dios la cautividad de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

 SALMOS

54:1 ¶ Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra? Oh Dios, sálvame en tu Nombre, y con tu valentía defiéndeme.

54:2 Oh Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca.

54:3 Porque extraños se han levantado contra mí, y fuertes buscan mi alma; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah.)

54:4 ¶ He aquí, Dios es  el que me ayuda; el Señor es  con los que sustentan mi alma.

54:5 El  volverá el mal a mis enemigos; córtalos por tu verdad.

54:6 Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu Nombre, oh SEÑOR, porque es  bueno.

54:7 Porque me ha librado de toda angustia, y sobre mis enemigos vieron mis ojos el deseo de El .

 SALMOS

55:1 ¶ Al Vencedor: en Neginot: Masquil de David. Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.

55:2 Está atento, y respóndeme; clamo en mi oración, y me conmuevo,

55:3 a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque echaron sobre mí iniquidad, y con furor me han amenazado.

55:4 Mi corazón está doloroso dentro de mí, y terrores de muerte han caído sobre mí.

55:5 Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha cubierto.

55:6 Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo , y descansaría.

55:7 Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. (Selah.)

55:8 Me apresuraría a escapar del viento tempestuoso, de la tempestad.

55:9 ¶ Deshace, oh Señor, divide la lengua de ellos; porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.

55:10 Día y noche la rodean sobre sus muros; e iniquidad y trabajo hay  en medio de ella.

55:11 Agravios hay  en medio de ella, y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas.

55:12 Porque no me afrentó un  enemigo, lo cual  habría soportado; ni el que me aborrecía se  engrandeció contra mí, porque me hubiera escondido de él;

55:13 mas tú, hombre, según mi estimación: mi señor, y mi familiar.

55:14 Porque juntos comunicábamos dulcemente  los secretos, en la Casa de Dios andábamos en compañía.

55:15 Condenados sean a muerte, desciendan vivos al infierno, porque hay  maldades en su compañía, entre ellos.

55:16 ¶ Yo a Dios clamaré; y el SEÑOR me salvará.

55:17 Tarde y mañana y a mediodía hablo y bramo; y él oirá mi voz.

55:18 El  ha redimido en paz mi alma de la guerra contra mí; porque muchos fueron contra mí.

55:19 Dios oirá, y los quebrantará, y el que permanece desde la antigüedad (Selah); por cuanto no se mudan, ni temen a Dios.

55:20 Extendió sus manos contra sus pacíficos; ensució su pacto.

55:21 Ablandan más que manteca su boca, pero guerra hay  en su corazón; enternecen sus palabras más que el aceite, mas ellos son  cuchillos.

55:22 Echa sobre el SEÑOR tu carga, y él te sustentará; nunca permitará que resbale el justo.

55:23 Mas tú, oh Dios, los harás descender al pozo de la sepultura; los varones sanguinarios y engañadores no vivirán ni la mitad de sus días; pero yo confiaré en ti.

 SALMOS

56:1 ¶ Al Vencedor: sobre la paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat. Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día.

56:2 Me devoran mis enemigos cada día; porque muchos son  los que pelean contra mí, oh Altísimo.

56:3 El día temo, mas  yo en ti confío.

56:4 En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado, no temeré lo que la carne me hiciere.

56:5 Todos los días me contristan mis negocios; contra mí son todos sus  pensamientos para mal.

56:6 Se reúnen, se esconden, miran ellos atentamente mis pisadas, esperando mi alma.

56:7 ¿Escaparán ellos por la iniquidad? Oh Dios, derriba los pueblos con tu furor.

56:8 ¶ Mis huidas has contado tú; pon mis lágrimas en tu odre, ciertamente en tu libro.

56:9 Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo  clamare a ti; en esto conozco que Dios es  por mí.

56:10 En Dios alabaré su  palabra; en el SEÑOR alabaré su  palabra.

56:11 En Dios he confiado; no temeré lo que el hombre me pueda hacer.

56:12 Sobre mí, oh Dios, están  tus promesas; te tributaré alabanzas.

56:13 Porque has librado mi vida de la muerte, ciertamente mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.

 SALMOS

57:1 ¶ Al Vencedor: sobre  No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva. Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me  ampararé, hasta que pasen los quebrantos.

57:2 Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me galardona.

57:3 El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me devora; (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.

57:4 Mi vida está  entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que echan llamas; sus dientes son  lanzas y saetas, y su lengua cuchillo agudo.

57:5 Ensálzate sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra se ensalze  tu gloria.

57:6 Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido; hoyo han cavado delante de mí; cayeron en medio de él. (Selah.)

57:7 ¶ Pronto está  mi corazón, oh Dios, mi corazón está  dispuesto; cantaré, y diré salmos.

57:8 Despierta, oh gloria mía; despierta, salterio y arpa; me levantaré de mañana.

57:9 Te alabaré en los pueblos, oh Señor; cantaré de ti en las naciones.

57:10 Porque grande es  hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad.

57:11 Ensálzate sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra se ensalze  tu gloria.

 SALMOS

58:1 ¶ Al Vencedor: sobre  No destruyas: Mictam de David. Por ventura oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de Adán?

58:2 Antes, de corazón obráis iniquidades en la tierra; hacéis  pesar la violencia de vuestras manos.

58:3 Se extrañaron los impíos desde la matriz; erraron desde el vientre, hablando mentira.

58:4 Veneno tienen semejante al veneno de la serpiente; son  como áspid sordo que cierra su oído;

58:5 que no oye la voz de los que encantan, por más hábil que el encantador sea.

58:6 ¶ Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; quiebra, oh SEÑOR, las muelas de los leoncillos.

58:7 Córranse como aguas que se van de suyo; armen sus  saetas como si fuesen cortadas.

58:8 Pasen de este mundo  como el caracol que se deslíe; como  el abortivo de mujer, no vean el sol.

58:9 Antes que vuestras ollas sientan el fuego de  las espinas, así vivos, así airado, los arrebate él  con tempestad.

58:10 Se alegrará el justo cuando viere la venganza; sus pies lavará en la sangre del impío.

58:11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay fruto para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.

 SALMOS

59:1 ¶ Al Vencedor: sobre  No destruyas: Mictam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo. Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que se levantan contra mí.

59:2 Líbrame de los que obran iniquidad, y sálvame de varones sanguinarios.

59:3 Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí fuertes sin rebelión mía, y sin pecado mío, oh SEÑOR.

59:4 Sin delito mío  corren y se aperciben; despierta para venir a mi encuentro, y mira.

59:5 Y tú, SEÑOR Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para visitar todos los gentiles; no hayas misericordia de todos los que se rebelan con  iniquidad. (Selah.)

59:6 Se volverán a la tarde, ladrarán como perros, y rodearán la ciudad.

59:7 He aquí proferirán con su boca; cuchillos están  en sus labios, porque dicen : ¿Quién oye?

59:8 ¶ Mas tú, SEÑOR, te reirás de ellos, te burlarás de todos los gentiles.

59:9 Para ti reservaré su fortaleza; porque Dios es  mi defensa.

59:10 El Dios de mi misericordia me encontará en el camino ; Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo .

59:11 No los matarás, para que mi pueblo no se olvide; hazlos vagar con tu fortaleza, y abátelos, oh SEÑOR, escudo nuestro,

59:12 Por  el pecado de su boca, por  la palabra de sus labios; y sean presos por su soberbia, y cuenten con maldición y con debilidad.

59:13 Acábalos con furor, acábalos, y no sean; y sepan que Dios domina en Jacob hasta los fines de la tierra. (Selah).

59:14 Vuelvan pues  a la tarde, y ladren como perros, y rodeen la ciudad.

59:15 Anden ellos errantes para hallar qué  comer; y si no se saciaren, murmuren.

59:16 Y yo cantaré tu fortaleza, y loaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.

59:17 Fortaleza mía, a ti cantaré; porque eres  Dios de mi amparo, Dios de mi misericordia.

 SALMOS

60:1 ¶ Al Vencedor: sobre Susan-Hedut: Mictam de David, para enseñar. Cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram Sobat, y volvió Joab, e hirió a Edom en el valle de las salinas, matando  doce mil. Oh Dios, tú nos  has desechado, nos disipaste; te has airado: vuélvete a nosotros.

60:2 Hiciste temblar la tierra, la abriste; sana sus quiebras, porque titubea.

60:3 Has hecho ver a tu pueblo duras cosas; nos hiciste beber el vino de temblor.

60:4 Has dado a los que te temen bandera que alcen por la verdad. (Selah.)

60:5 Para que se libren tus amados, salva con tu diestra, y óyeme.

60:6 ¶ Dios pronunció en santidad; yo  me alegraré; partiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

60:7 Mío es  Galaad, y mío es  Manasés; y Efraín es  la fortaleza de mi cabeza; Judá, mi legislador;

60:8 Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi zapato; haz júbilo por razón de mí, oh Palestina.

60:9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortalecida? ¿Quién me llevará hasta Idumea?

60:10 Ciertamente, tú, oh Dios, que  nos habías desechado; y tu, oh Dios, que  no salías con nuestras armadas.

60:11 Danos socorro contra el enemigo, que vana es  la salud de los hombres.

60:12 En Dios haremos ejército; y él hollará nuestros enemigos.

 SALMOS

61:1 ¶ Al Vencedor; sobre Neginot: Salmo  de David. Oye, oh Dios, mi clamor; a mi oración atiende.

61:2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare; a la peña más alta que me conduzcas,

61:3 porque  has sido mi refugio, mi  torre de fortaleza delante del enemigo.

61:4 Yo  habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro en el escondedero de tus alas.

61:5 ¶ Porque tú, oh Dios, has oído mis votos, has dado heredad a los que temen tu Nombre.

61:6 Días sobre días añadirás al Rey; sus años serán  de generación a generación.

61:7 El  estará para siempre delante de Dios; misericordia y verdad apercibe que  lo conserven.

61:8 Así cantaré tu Nombre para siempre, pagando mis votos cada día.

 SALMOS

62:1 ¶ Al Vencedor: a Jedutún: Salmo de David. En Dios solamente se reposa mi alma; de él es  mi salud.

62:2 El solamente es  mi fuerte, y mi salud; es  mi refugio, no resbalaré mucho.

62:3 ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un  varón? ¿Mataréis todos vosotros como pared desplomada, como  cerca derribada?

62:4 Solamente consultan de arrojarle de su grandeza; aman la mentira, con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. (Selah.)

62:5 Alma mía, en Dios solamente reposa; porque de él es  mi esperanza.

62:6 El solamente es  mi fuerte y mi salud; mi refugio, no resbalaré.

62:7 En Dios es  mi salud y mi gloria; peña de mi fortaleza; mi refugio es  en Dios.

62:8 ¶ Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es  nuestro amparo. (Selah.)

62:9 Solamente, vanidad son  los hijos de Adán, mentira los hijos del varón; pesándolos a todos juntos en la balanza, serán  menos que la vanidad.

62:10 No confiéis en la violencia, ni en la rapiña no os envanezcáis; si se aumentare la hacienda, no pongáis el corazón en ella .

62:11 Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es  la fortaleza.

62:12 Y tuya Señor, es  la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.

 SALMOS

63:1 ¶ Salmo de David, estando en el desierto de Judá. Dios, Dios mío eres  tú; a ti madrugaré; mi alma tuvo sed de ti, mi carne te desea en tierra de sequedad y transida sin aguas.

63:2 Así te miré en santidad, cuando vi tu fortaleza y tu gloria.

63:3 ¶ Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán.

63:4 Así te bendeciré en mi vida; en tu Nombre alzaré mis manos.

63:5 Como de sebo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de alegría te alabará mi boca,

63:6 cuando me acordaré de ti en mi lecho, cuando  meditaré de ti en las velas de la noche.

63:7 ¶ Porque has sido mi socorro; y así  en la sombra de tus alas me regocijaré.

63:8 Mi alma se apegó tras de  ti; tu diestra me ha sustentado.

63:9 Mas los que  para destrucción buscaron mi alma, descendieron en las bajuras de la tierra.

63:10 Los matarán a filo de espada; serán porción de las  zorras.

63:11 Y el rey se alegrará en Dios; serán alabados todos los que juran por él; porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada.

 SALMOS

64:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David. Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.

64:2 Escóndeme del secreto consejo  de los malignos; de la conspiración de los que obran iniquidad;

64:3 que amolaron su lengua como cuchillo, y  armaron por  su saeta palabra amarga,

64:4 para asaetear a escondidas al perfecto; de improviso lo asaetean, y no temen.

64:5 Se afirman a sí mismos la palabra mala, tratan de esconder los lazos, y  dicen: ¿Quién los ha de ver?

64:6 Escudriñan iniquidades, perfeccionan y ponen en efecto lo que inventaron en lo íntimo de cada uno, y en su  corazón inventivo.

64:7 ¶ Mas Dios los herirá con saeta; de repente serán sus plagas.

64:8 Y harán caer sobre sí sus mismos  consejos y acuerdos; se espantarán todos los que los vieren.

64:9 Y temerán todos los hombres, y anunciarán la obra de Dios, y entenderán su obra.

64:10 El justo se alegrará en el SEÑOR, y se asegurará en él; y se alabarán en El  todos los rectos de corazón.

 SALMOS

65:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David, Canción. En ti reposa la alabanza, oh Dios, en Sión; y a ti se pagará el voto.

65:2  oyes la oración; a ti vendrá toda carne.

65:3 Palabras de iniquidades me sobrepujaron; mas  nuestras rebeliones tú las limpiarás.

65:4 Dichoso el que tú  escogieres, e hicieres llegar para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu Casa, de tu santo templo.

65:5 Con tremendas cosas, nos oirás en justicia, oh Dios de nuestra salud, esperanza de todos los fines de la tierra, y las lejuras del mar.

65:6 ¶ , el que afirma los montes con su potencia, ceñido de valentía.

65:7 El que amansa el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, y el alboroto de los gentiles.

65:8 Y los habitadores de los fines de la tierra  temen de tus maravillas; que haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.

65:9 Visitas la tierra, y desde que la has hecho desear mucho, la enriqueces con el Río de Dios lleno de aguas; preparas el grano de ellos, porque así la ordenaste.

65:10 Embriagas sus surcos, haces descender el agua en  sus regaderas; la ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.

65:11  coronas el año de tus bienes; y tus nubes destilan grosura.

65:12 Destilan sobre las habitaciones del desierto; y los collados se ciñen de alegría.

65:13 Se visten los llanos de ovejas, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, y aun cantan.

 SALMOS

66:1 ¶ Al Vencedor: Canción de Alabanza. Jubilad a Dios toda la tierra.

66:2 Cantad la gloria de su Nombre; poned gloria en  su alabanza.

66:3 Decid a Dios: ¡Cuán terrible eres en  tus obras! Por lo grande de tu fortaleza se sujetarán a ti tus enemigos.

66:4 Toda la tierra te adorará, y cantará a ti; cantarán a tu Nombre. (Selah.)

66:5 Venid, y ved las obras de Dios, terrible en hechos sobre los hijos de los hombres.

66:6 Volvió el mar en seco; por el río pasaron a pie; allí nos alegramos en él.

66:7 El se enseñorea con su fortaleza para siempre; sus ojos atalayan sobre los gentiles; los rebeldes no serán ensalzados. (Selah.)

66:8 ¶ Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y haced oír la voz de su alabanza.

66:9 El es el que puso nuestra alma en vida, y no permitió que nuestros pies resbalasen.

66:10 Porque  nos probaste, oh Dios; nos afinaste como se afina la plata.

66:11 Nos metiste en la red; pusiste apretura en nuestros lomos.

66:12 Hiciste subir varón sobre nuestra cabeza; entramos en fuego y en aguas, y nos sacaste a abundancia.

66:13 ¶ Entraré en tu Casa con holocaustos; te pagaré mis votos,

66:14 que pronunciaron mis labios, y habló mi boca, cuando estaba angustiado.

66:15 Holocaustos de cebados te ofreceré, con perfume de carneros; sacrificaré bueyes y machos cabríos. (Selah.)

66:16 Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que ha hecho a mi alma.

66:17 A él clamé con mi boca, y fue ensalzado con mi lengua.

66:18 Si en mi corazón hubiese yo  mirado a la  iniquidad, el Señor no me oiría.

66:19 Mas  ciertamente me  oyó Dios; atendió a la voz de mi oración.

66:20 Bendito Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.

 SALMOS

67:1 ¶ Al Vencedor: en Neginot: Salmo de Canción. Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);

67:2 para que conozcamos en la tierra tu camino, entre todos los gentiles tu salud.

67:3 Alábente los pueblos, oh Dios; Alábente todos los pueblos.

67:4 Alégrense y gócense los gentiles cuando juzgares los pueblos con equidad, y pastorearás los gentiles en la tierra. (Selah.)

67:5 Alábente los pueblos, oh Dios: Alábente todos los pueblos.

67:6 Entonces la tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

67:7 Bendíganos Dios, y témanlo todos los confines de la tierra.

 SALMOS

68:1 ¶ Al Vencedor: de David: Salmo de Canción. Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan delante de El los que le aborrecen.

68:2 Como es lanzado el humo, los  lanzarás; como se derrite la cera delante del fuego, así  perecerán los impíos delante de Dios.

68:3 Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría.

68:4 Cantad a Dios, cantad salmos a su Nombre; ensalzad al que cabalga sobre los cielos; JAH es  su Nombre, y alegraos delante de él.

68:5 Padre de huérfanos y defensor de viudas, es  Dios en la morada de su santuario;

68:6 el Dios que hace habitar en familia a  los solos; que saca a los aprisionados con grillos; mas los rebeldes habitan en sequedad.

68:7 ¶ Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, (Selah,)

68:8 la tierra tembló; también destilaron los cielos su lluvia  ante la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló  delante de Dios, del Dios de Israel.

68:9 Abundante lluvia esparciste, oh Dios, a tu heredad; y cuando se cansó, tú la recreaste.

68:10 Tu compañía estaba en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.

68:11 El Señor dará palabra; de los evangelizadores habrá  grande ejército.

68:12 Huyan, huyan reyes de ejércitos; y la moradora de la casa partía los despojos.

68:13 Aunque seáis echados entre las ollas, seréis como  las alas de la paloma cubierta de plata, y sus plumas con amarillez de oro.

68:14 Cuando esparcía el Omnipotente los reyes que estuvieron  en ella, se emblanqueció ésta como la nieve en Salmón.

68:15 ¶ Monte de Dios es el monte de Basán; monte alto el de Basán.

68:16 ¿Por qué saltasteis, oh montes altos? Este monte amó Dios para su asiento; ciertamente el SEÑOR habitará en él  para siempre.

68:17 Los carros de Dios son  dos millares de miles de ángeles, el Señor entre ellos, como  en Sinaí, así  en el santuario.

68:18 Subiste a lo alto, cautivaste la  cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.

68:19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el  Dios de nuestra salud. (Selah.)

68:20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos; y el Señor DIOS tiene salidas para la muerte.

68:21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la cabelluda mollera del que camina en sus pecados.

68:22 ¶ El Señor dijo: De Basán haré volver, te  haré volver de lo profundo del mar:

68:23 Porque tu pie se embermejecerá de sangre de tus enemigos, y de ella la lengua de tus perros.

68:24 Vieron tus caminos, oh Dios; los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.

68:25 Los cantores iban delante, los tañedores detrás; en medio, las doncellas, con panderos.

68:26 Bendecid a Dios en las  congregaciones; al Señor, vosotros del linaje de Israel.

68:27 Allí estaba  Benjamín, pequeño, señoreándolos, príncipes de Judá en su congregación, príncipes de Zabulón, príncipes de Neftalí.

68:28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza; confirma, oh Dios, lo que has obrado en nosotros.

68:29 Desde tu templo en Jerusalén; a ti ofrecerán los reyes dones.

68:30 Reprende escuadrón de lanza, escuadrón de fuertes con señores de pueblos hollándolos con sus  piezas de plata; destruye los pueblos que quieren guerras.

68:31 Vendrán príncipes de Egipto; Etiopía apresurará sus manos a Dios.

68:32 ¶ Reinos de la tierra, cantad a Dios, cantad al Señor (Selah);

68:33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos de antigüedad; he aquí dará su voz, poderosa voz.

68:34 Atribuid fortaleza a Dios; sobre Israel es su magnificencia, y su fortaleza está  en las nubes.

68:35 Terrible eres , oh Dios, desde tus santuarios; el Dios de Israel, él da fortaleza y fuerzas a su  pueblo. Bendito el Dios.

 SALMOS

69:1 ¶ Al Vencedor: sobre Sosanim: Salmo de David. Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma.

69:2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no hay  pie; soy venido en profundos de aguas, y la corriente me ha anegado.

69:3 He trabajado llamando, mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.

69:4 Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; se han fortalecido mis enemigos, los que me destruyen sin por qué; entonces devolví lo que no hurté.

69:5 Dios, tú sabes mi locura; y mis delitos no te son ocultos.

69:6 No sean avergonzados por mi causa  los que te esperan, oh  Señor DIOS de los ejércitos; no sean confusos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.

69:7 Porque por ti he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi rostro.

69:8 He sido extrañado de mis hermanos, y extraño a los hijos de mi madre.

69:9 Porque me consumió el celo de tu Casa; y los denuestos de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.

69:10 Y lloré con ayuno de mi alma; y me has sido por afrenta.

69:11 Puse además cilicio por mi vestido; y vine a serles por proverbio.

69:12 Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, y me zaherían  en las canciones de los bebedores de sidra.

69:13 ¶ Pero yo enderezaba  mi oración a ti, oh SEÑOR, al tiempo de la buena voluntad. Oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salud, óyeme.

69:14 Sácame del lodo, y no sea yo  anegado; sea yo  libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.

69:15 No me anegue el ímpetu de las aguas, ni me absuerba la hondura, ni el pozo cierre sobre mí su boca.

69:16 Oyeme, SEÑOR, porque apacible es  tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus miseraciones.

69:17 Y no escondas tu rostro de tu siervo; porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.

69:18 Acércate a mi alma, redímela; líbrame a causa de mis enemigos.

69:19 Tú sabes mi afrenta, y mi confusión, y mi oprobio; delante de ti están  todos mis enemigos.

69:20 La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado; y esperé quién se compadeciese de mí , y no lo hubo ; y consoladores, y ninguno hallé.

69:21 Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre.

69:22 ¶ Sea su mesa delante de ellos por lazo, y lo que es  para prosperidad les sea  por tropiezo.

69:23 Sean oscurecidos sus ojos para ver, y haz siempre titubear sus lomos.

69:24 Derrama sobre ellos tu ira, y el furor de tu enojo los alcance.

69:25 Sea su palacio asolado; en sus tiendas no haya morador.

69:26 Porque persiguieron al que tú heriste; y se jactan que les matas sus enemigos.

69:27 Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia.

69:28 Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos con los justos.

69:29 Y yo pobre y dolorido, tu salud, oh Dios, me defenderá.

69:30 ¶ Yo  alabaré el Nombre de Dios con canción; lo ensalzaré con alabanza.

69:31 Y agradará al SEÑOR más que sacrificio de  buey, o becerro que echa cuernos y pezuñas.

69:32 Lo  verán los humildes, y se gozarán; buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón.

69:33 Porque el SEÑOR oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros.

69:34 Alábenlo los cielos y la tierra, los mares, y todo lo que se mueve en ellos.

69:35 Porque Dios guardará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá; y habitarán allí, y la heredarán.

69:36 Y la simiente de sus siervos la heredará, y los que aman su Nombre habitarán en ella.

 SALMOS

70:1 ¶ Al Vencedor: de David, para acordar. Oh Dios, acude a librarme; apresúrate, oh Dios, a socorrerme.

70:2 Sean avergonzados y confusos los que buscan mi vida; sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal desean.

70:3 Sean vueltos en pago de su afrenta los que dicen: ¡Ah! ¡Ah!

70:4 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salud: Engrandecido sea Dios.

70:5 Yo soy  pobre y menesteroso; apresúrate a mí, oh Dios. Ayuda mía y mi libertador eres  tú; oh SEÑOR, no te detengas.

 SALMOS

71:1 ¶ En ti, oh  SEÑOR, he esperado; no sea yo confundido para siempre.

71:2 Hazme escapar, y líbrame en tu justicia; inclina tu oído hacia mí y sálvame.

71:3 Seme por peña de fortaleza, adonde recurra yo continuamente; has mandado que yo sea salvo; porque tú eres  mi roca, y mi castillo.

71:4 Dios mío, líbrame de la mano del impío, de la mano del perverso y violento.

71:5 Porque tú eres  mi esperanza, Señor DIOS; seguridad mía desde mi juventud.

71:6 Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste  el que me sacaste; de ti ha sido  siempre mi alabanza.

71:7 Como prodigio he sido a muchos, y tú mi refugio fuerte.

71:8 Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día.

71:9 No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

71:10 Porque mis enemigos han tratado de mí; y los que acechan mi alma, consultaron juntamente.

71:11 Diciendo: Dios lo ha dejado; perseguid y tomadle, porque no hay  quien le  libre.

71:12 Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto a mi socorro.

71:13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que buscan mi mal.

71:14 ¶ Mas yo siempre esperaré, y añadiré sobre toda tu alabanza.

71:15 Mi boca publicará tu justicia y tu salud todo el día, aunque no sé el número de ellas .

71:16 Iré en la valentía del Señor DIOS; haré memoria de tu justicia, de la tuya  solamente.

71:17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud y hasta ahora; manifestaré tus maravillas.

71:18 Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares; hasta que denuncie tu brazo a la posteridad; tus valentías a todos los que han de venir.

71:19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; porque has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú?

71:20 , que me has hecho ver muchas angustias y males; volverás y me darás vida, y de los abismos de la tierra volverás a levantarme.

71:21 Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme.

71:22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío; tu verdad cantaré yo a ti en el arpa, oh Santo de Israel.

71:23 Mis labios se alegrarán cuando cantare alabanzas a ti; y mi alma, a la cual redimiste.

71:24 Asimismo mi lengua hablará también de tu justicia cada día; por cuanto fueron avergonzados, porque fueron confundidos los que mi mal procuraban.

 SALMOS

72:1 ¶ Para Salomón. Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey.

72:2 ¶ El  juzgará tu pueblo con justicia, y tus pobres con juicio.

72:3 Los montes llevarán paz al pueblo, y los collados, por justicia.

72:4 Juzgará los pobres del pueblo, salvará los hijos del menesteroso, y quebrantará al violento.

72:5 Te temerán con el sol y antes de la luna, por generación de generaciones.

72:6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba  cortada; como el rocío que destila sobre  la tierra.

72:7 Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya  luna.

72:8 Y dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.

72:9 Delante de él se postrarán los etíopes; y sus enemigos lamerán la tierra.

72:10 Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.

72:11 Y se arrodillarán a él todos los reyes; le servirán todos los gentiles.

72:12 Porque él  librará al menesteroso que clamare, y al pobre que no tuviere quién le socorra.

72:13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los pobres en espíritu .

72:14 De engaño y de fraude redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos.

72:15 Y vivirá, y se le dará del oro de Sabá; y se orará por él continuamente; cada día le echará bendiciones.

72:16 Será echado  un puño de grano en tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará estruendo como el Líbano, y desde la ciudad verdecerán como la hierba de la tierra.

72:17 Será su Nombre para siempre, delante del sol será propagado su Nombre; y bendecirán en él todos los gentiles; lo llamarán bienaventurado.

72:18 ¶ Bendito el SEÑOR Dios, el Dios de Israel, el  único que hace maravillas.

72:19 Y bendito su Nombre glorioso para siempre; y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén.

72:20 Aquí  terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

 SALMOS

73:1 ¶ Salmo de Asaf. Ciertamente bueno es  Dios a Israel, a los limpios de corazón.

73:2 En cuanto a mí, casi se apartaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos.

73:3 Porque me enojé contra los locos, viendo la paz de los impíos.

73:4 Porque no hay ataduras para su muerte; antes su fortaleza está  entera.

73:5 No pasan trabajos como otros  seres humanos; ni son azotados con los hombres.

73:6 Por tanto, la soberbia los corona; se cubren de vestido de violencia.

73:7 Sus ojos están salidos de gruesos; logran con creces los antojos del corazón.

73:8 Se soltaron, y hablan con maldad de hacer  violencia; hablan con altanería.

73:9 Ponen contra el cielo su boca, y su lengua pasea la tierra.

73:10 Por eso su pueblo volverá aquí, y aguas de lleno le son exprimidas.

73:11 Y dirán: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en lo más  alto?

73:12 He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

73:13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en limpieza;

73:14 y he sido azotado todo el día, y castigado por las mañanas:

73:15 ¶ Si dijera yo, hablaré como ellos; he aquí habría negado la generación de tus hijos:

73:16 Pensaré pues para entender esto; es a mis ojos duro  trabajo.

73:17 Hasta que venga al santuario de Dios, entonces  entenderé la postrimería de ellos.

73:18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer.

73:19 ¡Cómo han sido asolados! ¡Cuán en un punto! Se acabaron, fenecieron con turbaciones.

73:20 Como sueño del que despierta, así , Señor, cuando despertares, menospreciarás sus apariencias.

73:21 ¶ Se desazonó a la verdad mi corazón, y en mis riñones sentía punzadas.

73:22 Mas yo era  ignorante, y no entendía; era como una  bestia acerca de ti.

73:23 Con todo, yo siempre estuve  contigo; trabaste de mi mano derecha.

73:24 Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás con gloria.

73:25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti ? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

73:26 Mi carne y mi corazón desfallecen; la fuerza de mi corazón es  que mi porción es  Dios para siempre.

73:27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;  cortas a todo aquel que fornica de ti.

73:28 Y en cuanto a  mí, el acercarme a Dios me es  el bien; he puesto en el Señor DIOS mi esperanza, para contar todas tus obras.

 SALMOS

74:1 ¶ Masquil de Asaf. ¿Por qué, oh Dios, nos  has desechado para siempre? ¿Por qué  ha humeado tu furor contra las ovejas de tu prado?

74:2 Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando  redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado.

74:3 Levanta tus pies a los asolamientos eternos; a todo enemigo que ha hecho mal en el santuario.

74:4 Tus enemigos han bramado en medio de tus asambleas; han puesto sus propias  banderas por  señas.

74:5 Nombrado era, como si lo llevara al cielo, el que metía  las hachas en el monte de la madera espesa para el edificio del santuario .

74:6 Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras.

74:7 Han puesto a fuego tus santuarios, han ensuciado en la  tierra el tabernáculo de tu Nombre.

74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; quemaron todos los lugares de ayuntamiento del pueblo  de Dios en la tierra.

74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay  más profeta; ni hay  con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo?

74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre?

74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué  la escondes dentro de tu seno?

74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra.

74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas.

74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos.

74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos.

74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol.

74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste.

74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre.

74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres.

74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia.

74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre.

74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día.

74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

 SALMOS

75:1 ¶ Al Vencedor: sobre  No destruyas: Salmo de Asaf: Canción. Te alabaremos, oh Dios, alabaremos; que cercano está tu Nombre; cuenten tus maravillas.

75:2 Cuando tuviere la oportunidad, yo juzgaré rectamente.

75:3 Se arruinaba la tierra y sus moradores; yo compuse sus columnas. (Selah.)

75:4 Dije a los locos: No os infatuéis; y a los impíos: No levantéis el cuerno.

75:5 No levantéis en alto vuestro cuerno; no habléis con soberbia.

75:6 ¶ Porque ni de oriente, ni de occidente, ni del desierto solano viene  el ensalzamiento.

75:7 Porque Dios es el juez; a éste abate, y a aquel ensalza.

75:8 Que la copa está en la mano del SEÑOR, y el vino es bermejo, lleno de mistura; y él derrama del mismo; ciertamente sus heces chuparán y tragarán todos los impíos de la tierra.

75:9 Mas yo anunciaré siempre, cantaré alabanzas al Dios de Jacob.

75:10 Y quebraré todos los cuernos de los pecadores; los cuernos del justo serán ensalzados.

 SALMOS

76:1 ¶ Al Vencedor: en Neginot: Salmo de Asaf: Canción. Dios es  conocido en Judá: Dios, en Israel es  grande su nombre.

76:2 Y en Salem está su tabernáculo, y su habitación en Sion.

76:3 Allí quebró las saetas del arco; el escudo, y la espada, y la guerra. (Selah.)

76:4 Ilustre eres  tú; y fuerte, más que los montes de caza.

76:5 Los fuertes de corazón fueron despojados; durmieron su sueño, y nada hallaron en sus manos todos los varones fuertes.

76:6 Por tu reprensión, oh Dios de Jacob, el carro y el caballo fueron adormecidos.

76:7 ¶ Tú, terrible eres  tú: ¿Y quién parará delante de ti, en comenzando tu ira?

76:8 Desde los cielos hiciste oír juicio; la tierra tuvo temor y quedó quieta,

76:9 Cuando te levantaste, oh Dios, al juicio, para salvar a todos los mansos de la tierra. (Selah.)

76:10 Ciertamente la ira del hombre te acarreará alabanza; tú reprimirás el resto de las iras.

76:11 Prometed, y pagad al SEÑOR vuestro Dios todos los que estáis alrededor de él; traed presentes al que merece temor.

76:12 Cortará él el espíritu de los príncipes; terrible es  a los reyes de la tierra.

 SALMOS

77:1 ¶ Al Vencedor: para Jedutún: Salmo de Asaf. Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y él  me escuchó.

77:2 Al Señor busqué en el día de mi angustia; mi llaga desangraba de noche y no cesaba; mi alma no quería consuelo.

77:3 Me acordaba de Dios, y gritaba; me quejaba, y desmayaba mi espíritu. (Selah.)

77:4 Tenías los párpados de mis ojos abiertos ; estaba yo quebrantado, y no hablaba.

77:5 Consideraba los días desde el principio, los años de los siglos.

77:6 Me acordaba de mis canciones de noche; meditaba con mi corazón, y mi espíritu inquiría.

77:7 ¿Desechará el Señor para siempre, y no volverá más a amar?

77:8 ¿Se ha acabado para siempre su misericordia? ¿Se ha acabado la palabra suya  para generación y generación?

77:9 ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? ¿Ha encerrado con ira sus misericordias? (Selah.)

77:10 Y dije: Enfermedad mía es ésta ; me acordaré  de los años de la diestra del Altísimo,

77:11 ¶ me acordaba de las obras de JAH; por tanto me acordé de tus maravillas antiguas.

77:12 Y meditaba en todas tus obras, y hablaba de tus hechos.

77:13 Oh Dios, en santidad es  tu camino: ¿Qué Dios grande como el Dios nuestro ?

77:14 Tú eres  el Dios que hace maravillas;  hiciste notoria en los pueblos tu fortaleza.

77:15 Con tu  brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. (Selah.)

77:16 Te vieron las aguas, oh Dios; te vieron las aguas, temieron; y temblaron los abismos.

77:17 Las nubes echaron inundaciones de aguas; tronaron los cielos, y discurrieron tus rayos.

77:18 Anduvo  en derredor el sonido de tus truenos; los relámpagos alumbraron el mundo; la tierra se estremeció y tembló.

77:19 En el mar fue  tu camino, y tus sendas en las muchas aguas; y tus pisadas no fueron conocidas.

77:20 Condujiste a tu pueblo como ovejas, por mano de Moisés y de Aarón.

 SALMOS

78:1 ¶ Masquil de Asaf. Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

78:2 Abriré mi boca en parábola; hablaré enigmas del tiempo  antiguo.

78:3 Las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres nos las  contaron.

78:4 No las  encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, y su fortaleza, y sus maravillas que hizo.

78:5 El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel; las cuales mandó a nuestros padres que las notificasen a sus hijos;

78:6 para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que  se levantarán, lo  cuenten a sus hijos

78:7 con el fin de poner su confianza en Dios, y no olvidar de las obras de Dios, y guardar sus mandamientos:

78:8 Y no ser como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no compuso su corazón, ni su espíritu fue fiel con Dios.

78:9 ¶ Los hijos de Efraín armados, flecheros, volvieron las espaldas  el día de la batalla.

78:10 No guardaron el pacto de Dios, ni quisieron andar en su ley;

78:11 antes se olvidaron de sus obras, y de sus maravillas que les había mostrado.

78:12 Delante de sus padres hizo maravillas en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.

78:13 Rompió el mar, y los hizo pasar; e hizo estar las aguas como en un montón.

78:14 Y los llevó con nube de día, y toda la noche con resplandor de fuego.

78:15 Hendió las peñas en el desierto; y les dio a beber de abismos grandes;

78:16 y sacó de la peña corrientes, e hizo descender aguas como ríos.

78:17 Pero aun tornaron a pecar contra él, enojando al Altísimo en la soledad.

78:18 Y tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida al gusto de su alma.

78:19 Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá Dios ponernos mesa en el desierto?

78:20 He aquí ha herido la peña, y corrieron aguas, y arroyos salieron ondeando: ¿Podrá también dar pan? ¿Aparejará carne a su pueblo?

78:21 Por tanto oyó el SEÑOR, y se enojó; se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel;

78:22 por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado de su salud.

78:23 Y mandó a las nubes de arriba, y abrió las puertas de los cielos,

78:24 e hizo llover sobre ellos maná para comer, y les dio trigo de los cielos.

78:25 Pan de fuertes comió el hombre; les envió comida en abundancia.

78:26 Movió el solano en el cielo, y trajo con su fortaleza el austro,

78:27 e hizo llover sobre ellos carne como polvo, y aves de alas como arena del mar.

78:28 Y las  hizo caer en medio de su campamento, alrededor de sus tiendas.

78:29 Y comieron, y se llenaron bien; les cumplió pues su deseo.

78:30 No habían quitado de sí su deseo, aun estaba  su vianda en su boca,

78:31 cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató los más robustos de ellos, y derribó los escogidos de Israel.

78:32 Con todo esto pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas.

78:33 Consumió por tanto  sus días en vanidad, y sus años en tribulación.

78:34 Si los mataba, entonces le buscaban; y se convertían, y buscaban a Dios de mañana.

78:35 Y se acordaban que Dios era  su refugio, y el Dios Alto su redentor.

78:36 Mas le lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían,

78:37 pues sus corazones no eran  rectos con él, ni estuvieron firmes en su pacto.

78:38 Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los  destruyó; y abundó su misericordia  para apartar su ira, y no despertó toda su ira.

78:39 Y se acordó que eran carne; soplo que va y no vuelve.

78:40 ¶ ¡Cuántas veces lo ensañaron en el desierto, lo enojaron en la soledad!

78:41 Y volvían, y tentaban a Dios, y ponían límite al Santo de Israel.

78:42 No se acordaron de su mano, del día que los redimió de angustia;

78:43 cuando puso en Egipto sus señales, y sus maravillas en el campo de Zoán;

78:44 y volvió sus ríos en sangre, y sus corrientes para que no bebiesen.

78:45 Envió entre ellos enjambres de moscas  que los comían, y ranas que los destruyeron.

78:46 Dio también al pulgón sus frutos, y sus trabajos a la langosta.

78:47 Sus viñas destruyó con granizo, y sus higuerales con piedra;

78:48 y entregó al pedrisco sus bestias, y al fuego sus ganados.

78:49 Envió sobre ellos el furor de su saña; ira, enojo, angustia, y ángeles malos.

78:50 Dispuso el camino a su furor; no eximió el alma de ellos de la muerte, sino que entregó su vida a la mortandad.

78:51 E hirió a todo primogénito en Egipto, las primicias de las fuerzas en las tiendas de Cam.

78:52 Hizo salir a su pueblo como ovejas, y los llevó por el desierto, como un rebaño.

78:53 Y los pastoreó con seguridad, que no tuvieron miedo; y el mar cubrió a sus enemigos.

78:54 Los metió después en los términos de su santidad, en este monte que ganó su mano derecha.

78:55 Y echó los gentiles de delante de ellos, y les repartió una herencia con cuerdas; e hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.

78:56 Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus testimonios;

78:57 sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres; se volvieron como arco engañoso.

78:58 Y le enojaron con sus lugares  altos, y le provocaron a celo con sus esculturas.

78:59 Lo  oyó Dios, y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel.

78:60 Por esta causa dejó el tabernáculo de Silo, la tienda en que  habitó entre los hombres;

78:61 y dio en cautividad su fortaleza, y su gloria en mano del enemigo.

78:62 Entregó también su pueblo a cuchillo, y se airó contra su heredad.

78:63 El fuego devoró sus jóvenes, y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales .

78:64 Sus sacerdotes cayeron a cuchillo, y sus viudas no se  lamentaron.

78:65 Entonces despertó el Señor a la manera del que ha dormido, como un valiente que grita a causa  del vino:

78:66 e hirió a sus enemigos en las partes posteriores; les dio perpetua afrenta.

78:67 Y aborreció la tienda de José, y no escogió la tribu de Efraín.

78:68 Sino que escogió la tribu de Judá, el monte de Sion, al cual amó.

78:69 Y edificó su santuario a manera de eminencia, como la tierra que cimentó para siempre.

78:70 Y eligió a David su siervo, y lo tomó de las majadas de las ovejas;

78:71 de tras las paridas lo trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad.

78:72 Y los apacentó con entereza de su corazón; y los pastoreó con la pericia de sus manos.

 SALMOS

79:1 ¶ Salmo de Asaf. Oh Dios, vinieron los gentiles a tu heredad; contaminaron el templo de tu santidad; pusieron a Jerusalén en montones.

79:2 Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; la carne de los tuyos a las bestias de la tierra.

79:3 Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén; y no hubo quién  los enterrase.

79:4 Somos afrentados de nuestros vecinos, escarnecidos y burlados de los que están  en nuestros alrededores.

79:5 ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Has de estar airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?

79:6 ¶ Derrama tu ira sobre los gentiles que no te conocen, y sobre los reinos que no invocan tu Nombre.

79:7 Porque han consumido a Jacob, y su morada han asolado.

79:8 No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas; anticípanos pronto tus misericordias, porque estamos muy pobres.

79:9 Ayúdanos, oh Dios, salud nuestra, por la honra de tu Nombre; y líbranos, y purga nuestros pecados por causa de tu Nombre.

79:10 Porque dirán los gentiles: ¿Dónde está  su Dios? Sea notorio en los gentiles, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos, que se ha  derramado.

79:11 Entre delante de ti el gemido de los presos; conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte.

79:12 Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos de su deshonra, con que te han deshonrado, oh SEÑOR.

79:13 Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, te alabaremos para siempre; por generación y generación cantaremos tus alabanzas.

 SALMOS

80:1 ¶ Al Vencedor: sobre Sosanim: testimonio de Asaf: Salmo. Oh Pastor de Israel, escucha;  que pastoreas como a ovejas a José, que estás entre querubines, resplandece.

80:2 Despierta tu valentía delante de Efraín, y de Benjamín, y de Manasés, y ven a salvarnos.

80:3 Oh Dios, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

80:4 SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo humearás tú contra  la oración de tu pueblo?

80:5 Les diste a comer pan de lágrimas, y les diste a beber lágrimas con medida.

80:6 Nos pusiste por contienda a nuestros vecinos; y nuestros enemigos se burlan de nosotros  entre sí.

80:7 Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

80:8 ¶ Hiciste venir una vid desde Egipto; echaste los gentiles, y la plantaste.

80:9 Limpiaste sitio  delante de ella, e hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

80:10 Los montes fueron cubiertos de su sombra; y sus ramas como  cedros de Dios.

80:11 Envió sus ramas hasta el mar, y hasta el río sus renuevos.

80:12 ¿Por qué aportillaste sus vallados, y la vendimian todos los que pasan por el camino?

80:13 La estropeó el puerco montés, y la pació la bestia del campo.

80:14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora; mira desde el cielo, y ve, y visita esta vid,

80:15 y la viña que tu diestra plantó, y sobre el renuevo que corroboraste para ti.

80:16 Quemada a fuego está , y talada; perezcan por la reprensión de tu rostro.

80:17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, sobre el hijo del hombre que corroboraste para ti.

80:18 Así no nos volveremos de ti; nos darás vida, e invocaremos tu Nombre.

80:19 Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, haznos tornar; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

 SALMOS

81:1 ¶ Al Vencedor: sobre Gitit: Salmo de Asaf. Cantad a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob celebrad con júbilo.

81:2 Tomad la canción, y tañed el adufe, el arpa de alegría con el salterio.

81:3 Tocad la trompeta en la nueva luna, en el tiempo señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.

81:4 Porque estatuto es  de Israel, ordenanza del Dios de Jacob.

81:5 Por testimonio en José lo ha constituido, cuando salió por la tierra de Egipto; donde  oí lenguaje que no entendía.

81:6 Aparté su hombro de debajo de la carga; sus manos se quitaron de hacer obras  de barro.

81:7 En la calamidad clamaste, y yo  te libré; te respondí en el secreto del trueno; te probé sobre las aguas de Meriba. (Selah.)

81:8 ¶ Oye, pueblo mío y te protestaré. Israel, si me oyeres,

81:9 no habrá en ti dios ajeno, ni te encorvarás a dios extraño.

81:10 Yo soy  el SEÑOR tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo  la llenaré.

81:11 Mas mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí.

81:12 Los dejé por tanto a la dureza de su corazón; caminaron en sus consejos.

81:13 ¡Oh, si mi pueblo me oyera, si Israel anduviera en mis caminos!

81:14 En una  nada derribara yo  sus enemigos, y volviera mi mano sobre sus adversarios.

81:15 Los aborrecedores del SEÑOR se le hubieran sometido; y el tiempo de ellos fuera para siempre.

81:16 Y Dios  les hubiera sustentado con lo mejor del trigo; y de miel de la piedra te hubiera saciado.

 SALMOS

82:1 ¶ Salmo de Asaf. Dios está en la congregación de los poderosos; en medio de los dioses juzga.

82:2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, y aceptaréis las personas de los impíos? (Selah.)

82:3 Haced derecho al pobre y al huérfano; haced justicia al pobre y al menesteroso.

82:4 Librad al pobre y al menesteroso; libradlo de mano de los impíos.

82:5 No saben, no entienden, andan en tinieblas; vacilan todos los cimientos de la tierra.

82:6 ¶ Yo dije: Vosotros sois  dioses. Y todos vosotros hijos del Altísimo.

82:7 Pero como hombres moriréis. Y caeréis como cualquiera de los tiranos.

82:8 Levántate, oh Dios, juzga la tierra; porque tú heredarás todos los gentiles.

 SALMOS

83:1 ¶ Canción: Salmo de Asaf. Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto.

83:2 Porque he aquí que braman tus enemigos; y tus aborrecedores han alzado cabeza.

83:3 Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus escondidos.

83:4 Han dicho: Venid, y cortémoslos de ser pueblo, y no haya más memoria del nombre de Israel.

83:5 Por esto han conspirado de corazón a una, contra ti han hecho liga;

83:6 las tiendas de los idumeos y de los ismaelitas, Moab y los agarenos;

83:7 Gebal, Amón, y Amalec; Palestina con los habitadores de Tiro.

83:8 También el assur se ha juntado con ellos; Son por brazo a los hijos de Lot. (Selah.)

83:9 ¶ Hazles como a Madián; Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;

83:10 que  perecieron en Endor, fueron hechos muladar de la tierra.

83:11 Pon a ellos y  a sus capitanes como a Oreb y como a Zeeb; como a Zeba y como a Zalmuna, a todos sus príncipes;

83:12 que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios.

83:13 Dios mío, ponlos como a torbellino; como a hojarascas delante del viento.

83:14 Como fuego que quema el monte, como llama que abrasa las breñas.

83:15 Persíguelos así con tu tempestad, y asómbralos con tu torbellino.

83:16 Llena sus rostros de vergüenza; y busquen tu Nombre, oh SEÑOR.

83:17 Sean afrentados y turbados para siempre; y sean deshonrados, y perezcan.

83:18 Y conozcan que tu nombre es  el SEÑOR;  solo Altísimo sobre toda la tierra.

 SALMOS

84:1 ¶ Al Vencedor: sobre Gitit: A los hijos de Coré. Salmo. ¡Cuán amables son tus moradas, oh SEÑOR de los ejércitos!

84:2 Codicia y aun ardientemente desea mi alma los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

84:3 Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos en tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.

84:4 Dichosos los que habitan en tu Casa; perpetuamente te alabarán (Selah.)

84:5 Dichoso el hombre que tiene su fortaleza en ti; en cuyo corazón están  tus caminos.

84:6 Cuando pasaren por el valle de Abaca lo tornarán en  fuente, la lluvia también llenará las cisternas.

84:7 Irán en gran multitud y en orden, verán a Dios en Sion.

84:8 ¶ SEÑOR Dios de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob (Selah.)

84:9 Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu Ungido.

84:10 Porque mejor es  un día en tus atrios que mil fuera de ellos ; escogí antes estar a la puerta en la Casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.

84:11 Porque sol y escudo nos es  el SEÑOR Dios; gracia y gloria dará el SEÑOR; no quitará el bien a los que andan en integridad.

84:12 SEÑOR de los ejércitos, dichoso el hombre que confía en ti.

 SALMOS

85:1 ¶ Al Vencedor: A los hijos de Coré. Salmo. Fuiste propicio a tu tierra, oh SEÑOR; volviste la cautividad de Jacob.

85:2 Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; cubriste todos los pecados de ellos. (Selah.)

85:3 Quitaste toda tu saña; te volviste de la ira de tu furor.

85:4 Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, y haz cesar tu ira de sobre  nosotros.

85:5 ¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación?

85:6 ¿No volverás tú a darnos vida, y tu pueblo se alegrará en ti?

85:7 Muéstranos, oh SEÑOR, tu misericordia, y danos tu salud.

85:8 ¶ Escucharé lo que hablará Dios el SEÑOR; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se conviertan otra vez  a la locura.

85:9 Ciertamente cercana está  su salud a los que le temen; para que habite la gloria en nuestra tierra.

85:10 La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron.

85:11 La verdad reverdecerá de la tierra; y la justicia mirará desde los cielos.

85:12 El SEÑOR dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto.

85:13 La justicia irá delante de él; y pondrá sus pasos en camino.

 SALMOS

86:1 ¶ Oración de David. Inclina, oh SEÑOR, tu oído, y óyeme; porque estoy pobre y menesteroso.

86:2 Guarda mi alma, porque soy misericordioso; salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.

86:3 Ten misericordia de mí, oh SEÑOR; porque a ti clamo cada día.

86:4 Alegra el alma de tu siervo; porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.

86:5 Porque tú, Señor, eres  bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.

86:6 Escucha, oh SEÑOR, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos.

86:7 En el día de mi angustia te llamaré; porque  me respondes.

86:8 ¶ Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni hay otro que haga tus obras.

86:9 Todos los gentiles que hiciste vendrán y se humillarán delante de ti, Señor; y glorificarán tu Nombre.

86:10 Porque tú eres  grande, y hacedor de maravillas; tú solo eres  Dios.

86:11 Enséñame, oh SEÑOR, tu camino; caminaré yo  en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre.

86:12 Te alabaré, oh SEÑOR Dios mío, con todo mi corazón; y glorificaré tu Nombre para siempre.

86:13 Porque tu misericordia es  grande sobre mí; y has librado mi alma del hoyo profundo.

86:14 Oh Dios, soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de fuertes ha buscado mi alma, y no te pusieron delante de sí.

86:15 Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad;

86:16 mira en mi, y ten misericordia de mí; da fortaleza tuya a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva.

86:17 Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, SEÑOR, me ayudaste, y me consolaste.

 SALMOS

87:1 ¶ A los hijos de Coré: Salmo de Canción. Su cimiento es  en montes de santidad.

87:2 El SEÑOR ama las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob.

87:3 Cosas ilustres son dichas de ti, ciudad de Dios. (Selah.)

87:4 ¶ Yo  me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; he aquí Palestina, y Tiro, con Etiopía; éste nació allá.

87:5 Y de Sion se dirá; este y aquel varón es nacido en ella; y el mismo Altísimo la fortificará.

87:6 El SEÑOR contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. (Selah.)

87:7 Y cantores y músicos con flautas en ella dirán : Todas mis fuentes están  en ti.

 SALMOS

88:1 ¶ Canción de Salmo: a los hijos de Coré: al Vencedor: para cantar sobre Mahalat; Masquil de Hemán el  ezraíta. Oh  SEÑOR, Dios de mi salud, día y noche clamo delante de ti.

88:2 Entre mi oración en tu presencia; inclina tu oído a mi clamor.

88:3 Porque mi alma está harta de males, y mi vida ha llegado a la sepultura.

88:4 Soy contado con los que descienden al hoyo, soy como hombre sin fuerza;

88:5 librado entre los muertos. Como los muertos que duermen en el sepulcro, que no te acuerdas más de ellos, y que son cortados de tu mano.

88:6 Me has puesto en el hoyo profundo, en tinieblas, en honduras.

88:7 Sobre mí se ha acostado tu ira, y me  has afligido con todas tus ondas. (Selah.)

88:8 Has alejado de mí mis conocidos; me has puesto por abominación a ellos; estoy encerrado, y no saldré.

88:9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; te he llamado, oh SEÑOR, cada día he extendido a ti mis manos.

88:10 ¶ ¿Harás  milagro a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? (Selah.)

88:11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, o  tu verdad en la perdición?

88:12 ¿Será conocida en las tinieblas tu maravilla, y tu justicia en la tierra del olvido?

88:13 Mas yo a ti he clamado, oh SEÑOR; y de mañana te previno mi oración.

88:14 ¿Por qué, oh SEÑOR, desechas mi alma? ¿Por qué escondes tu rostro de mí?

88:15 Yo soy  pobre y menesteroso; desde la juventud he llevado tus temores, he estado medroso.

88:16 Sobre mí han pasado tus iras; tus espantos me han cortado.

88:17 Me han rodeado como aguas de continuo; me han cercado a una.

88:18 Has alejado de mí al amigo y al compañero; y  mis conocidos has puesto  en la tiniebla.

 SALMOS

89:1 ¶ Masquil de Etán ezraíta. Las misericordias del SEÑOR cantaré perpetuamente; en generación y generación haré notoria tu verdad con mi boca.

89:2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia en los cielos; en ellos afirmarás tu verdad.

89:3 Hice alianza con mi escogido; juré a David mi siervo, diciendo :

89:4 Para siempre confirmaré tu simiente, y edificaré tu trono por todas las generaciones. (Selah.)

89:5 ¶ Y celebrarán los cielos tu maravilla, oh SEÑOR; tu verdad también en la congregación de los santos.

89:6 Porque ¿quién en los cielos se igualará con el SEÑOR? ¿Quién  será semejante al SEÑOR entre los hijos de los poderosos?

89:7 Dios terrible en la grande congregación de los santos, y formidable sobre todos sus alrededores.

89:8 Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? FUERTE-JAH, Rodeado de tu verdad.

89:9 Tú dominas sobre la soberbia del mar; cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

89:10 Tú quebrantaste a Egipto como a un  muerto; con el brazo de tu fortaleza esparciste a tus enemigos.

89:11 Tuyos son  los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.

89:12 Al aquilón y al austro tú los  creaste; el  Tabor y el  Hermón en tu Nombre cantarán.

89:13 Tuyo es  el brazo con valentía; fuerte es tu mano, ensalzada tu diestra.

89:14 Justicia y juicio son la compostura de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro.

89:15 ¶ Dichoso el pueblo que sabe jubilar; andarán, oh SEÑOR, a la luz de tu rostro.

89:16 En tu Nombre se alegrarán cada día; y en tu justicia se ensalzarán.

89:17 Porque tú eres  la gloria de su fortaleza; y por tu buena  voluntad ensalzarás nuestro cuerno.

89:18 Porque el SEÑOR es  nuestro escudo; y nuestro rey es  el Santo de Israel.

89:19 ¶ Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: Yo  he puesto el socorro sobre uno que es  valiente; he ensalzado un escogido de mi pueblo.

89:20 Hallé a David mi siervo; lo ungí con el aceite de mi santidad.

89:21 Que mi mano será firme con él, mi brazo también lo fortificará.

89:22 No lo sujetará enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará.

89:23 Mas yo  quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a sus aborrecedores.

89:24 Y mi verdad y mi misericordia serán  con él; y en mi nombre será ensalzado su cuerno.

89:25 Asimismo  pondré su mano en el mar, y en los ríos su diestra.

89:26 El me llamará: Mi padre eres  tú, mi Dios, y la roca de mi salud.

89:27 Yo también le pondré por  primogénito, alto sobre los reyes de la tierra.

89:28 Para siempre le conservaré mi misericordia; y mi alianza será firme con él.

89:29 Y pondré su simiente para siempre, y su trono como los días de los cielos.

89:30 Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios;

89:31 si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos;

89:32 entonces visitaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades.

89:33 Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi verdad.

89:34 No profanaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios.

89:35 Una vez he jurado por mi santidad, no mentiré a David.

89:36 Su simiente será para siempre, y su trono como el sol delante de mí.

89:37 Como la luna será firme para siempre, y como un testigo fiel en el cielo. (Selah.)

89:38 ¶ Mas tú desechaste y menospreciaste a tu Ungido; y te has airado con él .

89:39 Rompiste el pacto de tu siervo; has profanado su corona hasta la tierra.

89:40 Aportillaste todos sus vallados; has quebrantado sus fortalezas.

89:41 Lo saquean todos los que pasaron por el camino; es oprobio a sus vecinos.

89:42 Has ensalzado la diestra de sus enemigos; has alegrado a todos sus adversarios.

89:43 Embotaste asimismo el filo de su espada, y no lo levantaste en la batalla.

89:44 Hiciste cesar su claridad, y echaste su trono por tierra.

89:45 Has acortado los días de su juventud; le has cubierto de afrenta. (Selah.)

89:46 ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá para siempre  tu ira como el fuego?

89:47 Acuérdate de cuán corto  sea mi tiempo. ¿Por qué creaste sujetos  a vanidad a todos los hijos del hombre?

89:48 ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su alma del poder del sepulcro? (Selah.)

89:49 Señor, ¿dónde están  tus antiguas misericordias? Has jurado a David por tu verdad.

89:50 Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; oprobio que  llevo yo en mi seno de muchos pueblos.

89:51 Porque tus enemigos, oh SEÑOR, han deshonrado, porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu Ungido.

89:52 Bendito sea  el SEÑOR para siempre. Amén, y Amén.

 SALMOS

90:1 ¶ Oración de Moisés Varón de Dios. Señor, tú nos has sido refugio en generación y en generación.

90:2 Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres  Dios.

90:3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de los hombres.

90:4 Porque mil años delante de tus ojos, son  como el día de ayer, que pasó, y como  la vela de la noche.

90:5 Los haces pasar como avenida de aguas; son como  sueño; a la mañana está fuerte como la yerba,

90:6 que  a la mañana florece, y crece; a la tarde es cortada, y se seca.

90:7 ¶ Porque con tu furor somos consumidos, y con tu ira somos conturbados.

90:8 Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros yerros a la lumbre de tu rostro.

90:9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años según la palabra.

90:10 Los días de nuestra edad son setenta años; y de los más valientes, ochenta años, y su fortaleza es  molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.

90:11 ¿Quién conoce la fortaleza de tu ira? Que tu ira no es menor que nuestro temor.

90:12 ¶ Para contar nuestros días haznos saber así, y traeremos al corazón sabiduría.

90:13 Vuélvete a nosotros , oh SEÑOR: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.

90:14 Sácianos de mañana de tu misericordia; y cantaremos, y nos alegraremos todos nuestros días.

90:15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y los años en  que vimos el  mal.

90:16 Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos.

90:17 Y sea la hermosura del SEÑOR nuestro Dios sobre nosotros; y enderezca sobre nosotros la obra de nuestras manos, la obra de nuestras manos enderezca.

 SALMOS

91:1 ¶ El que habita en el escondedero del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.

91:2 Dirá al SEÑOR: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, me aseguraré en él.

91:3 Y él te librará del lazo del cazador; de la mortandad que todo asuela.

91:4 Con su ala te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es  su verdad.

91:5 No tendrás temor de espanto nocturno, ni  de saeta que vuele de día;

91:6 ni  de pestilencia que ande en oscuridad, ni  de mortandad que destruya al mediodía.

91:7 Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; pero  a ti no llegará.

91:8 Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.

91:9 ¶ Porque tú, oh SEÑOR, eres  mi esperanza; y al Altísimo has puesto por  tu habitación,

91:10 no se ordenará para ti mal, ni plaga tocará tu morada.

91:11 Porque a sus ángeles mandará acerca  de ti, que te guarden en todos tus caminos.

91:12 En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.

91:13 Sobre el león y el basilisco pisarás; hollarás al cachorro del león, y al dragón.

91:14 Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo  también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi Nombre.

91:15 Me invocará, y yo  le responderé; con él estaré  yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.

91:16 Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salud.

 SALMOS

92:1 ¶ Salmo de Canción para el día del Sábado. Bueno es  alabar al SEÑOR, y cantar salmos a tu Nombre, oh Altísimo;

92:2 anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad en las noches,

92:3 en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa.

92:4 Por cuanto me has alegrado, oh SEÑOR, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo.

92:5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh SEÑOR! Muy profundos son  tus pensamientos.

92:6 El hombre necio no sabe, y el loco no entiende esto:

92:7 ¶ Florezcan los impíos como la hierba, y reverdezcan todos los que obran iniquidad, para ser destruidos para siempre.

92:8 Mas tú, SEÑOR, para siempre eres  Altísimo.

92:9 Porque he aquí tus enemigos, oh SEÑOR, porque he aquí tus enemigos perecerán; serán disipados todos los que obran maldad.

92:10 Y  ensalzaste mi cuerno como de unicornio; fue ungido con óleo verde.

92:11 Y miraron mis ojos mi deseo  sobre mis enemigos; oyeron mis oídos mi deseo  de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

92:12 El justo florecerá como la palma; crecerá como cedro en el Líbano.

92:13 Plantados en la Casa del SEÑOR, en los atrios de nuestro Dios florecerán.

92:14 Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes;

92:15 para anunciar que el SEÑOR mi fortaleza es  recto; y que no hay injusticia en él.

 SALMOS

93:1 ¶ El SEÑOR reina, se vistió de magnificencia, se vistió el SEÑOR de fortaleza, se ciñó; afirmó también el mundo, que  no se moverá.

93:2 Firme es  tu trono desde entonces; tú eres  eternalmente.

93:3 Alzaron los ríos, oh SEÑOR, alzaron los ríos su sonido; alzaron los ríos sus ondas.

93:4 Más que sonidos de muchas aguas, más  que las  fuertes ondas del mar, fuerte es el SEÑOR en lo alto.

93:5 Tus testimonios son muy firmes; tu Casa, oh SEÑOR, tiene hermosa santidad para largos días.

 SALMOS

94:1 ¶ SEÑOR, Dios de las  venganzas, Dios de las  venganzas, muéstrate.

94:2 Ensálzate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios.

94:3 ¿Hasta cuándo los impíos, oh SEÑOR, hasta cuándo, se gozarán los impíos?

94:4 ¿Pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad?

94:5 A tu pueblo, oh SEÑOR, quebrantan, y a tu heredad afligen.

94:6 A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida.

94:7 Y dijeron: No verá JAH; y No lo tendrá en cuenta el Dios de Jacob.

94:8 Entended, necios del pueblo; y locos, ¿cuándo seréis sabios?

94:9 El que plantó el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?

94:10 El que castiga a  los gentiles, ¿no reprenderá? ¿No sabrá  el que enseña al hombre la ciencia?

94:11 El SEÑOR conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.

94:12 ¶ Bienaventurado el varón a quien tú, JAH, corriges, y en tu ley lo instruyeres;

94:13 para hacerle descansar en los días de aflicción, entre tanto que se cava el hoyo para el impío.

94:14 Porque no dejará el SEÑOR su pueblo, ni desamparará a su heredad;

94:15 sino que el juicio será vuelto a justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.

94:16 ¿Quién se levanta por mí contra los malignos? ¿Quién está por mí contra los que obran iniquidad?

94:17 Si no me ayudara el SEÑOR, presto morará mi alma con  los muertos.

94:18 Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh SEÑOR, me sustentaba.

94:19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.

94:20 ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que hace agravio bajo forma de  ley?

94:21 Se ponen en ejército contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente.

94:22 Mas el SEÑOR me ha sido por refugio; y mi Dios por peña de mi confianza.

94:23 El cual hizo volver sobre ellos su iniquidad, y con su maldad los talará; los talará el SEÑOR nuestro Dios.

 SALMOS

95:1 ¶ Venid, alegrémonos al SEÑOR; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salud.

95:2 Lleguemos ante su presencia con alabanza; cantemos a El con júbilo.

95:3 Porque el SEÑOR es  Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses.

95:4 Porque en su mano están  las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.

95:5 Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra  seca.

95:6 Venid, postrémonos y adoremos; arrodillémonos delante del SEÑOR nuestro hacedor.

95:7 ¶ Porque él es  nuestro Dios; y nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,

95:8 no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como el día de Masá en el desierto;

95:9 donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mi obra.

95:10 Cuarenta años combatí con la nación, y dije: Pueblo es  que yerra de corazón, que no han conocido mis caminos.

95:11 Por tanto yo  juré en mi furor: No entrarán en mi reposo.

 SALMOS

96:1 ¶ Cantad al SEÑOR canción nueva; cantad al SEÑOR, toda la tierra.

96:2 Cantad al SEÑOR, bendecid su Nombre; anunciad de día en día su salud.

96:3 Contad entre los gentiles su gloria, en todos los pueblos sus maravillas.

96:4 Porque grande es  el SEÑOR, y digno de suprema alabanza; terrible sobre todos los dioses.

96:5 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; mas el SEÑOR hizo los cielos.

96:6 Alabanza y gloria delante de él; fortaleza y hermosura en su santuario.

96:7 Dad al SEÑOR, oh familias de los pueblos, dad al SEÑOR la gloria y la fortaleza.

96:8 Dad al SEÑOR la honra de su Nombre; tomad presentes, y venid a sus atrios.

96:9 Adorad al SEÑOR en la hermosura de la santidad; temed delante de él, toda la tierra.

96:10 ¶ Decid entre los gentiles: El SEÑOR tomó el reino, también compuso el mundo, no será conmovido; juzgará a los pueblos en justicia.

96:11 Alégrense los cielos, y gócese la tierra; brame el mar y su plenitud.

96:12 Regocíjese el campo, y todo lo que en él está; entonces exultarán todos los árboles de la breña,

96:13 delante del SEÑOR que vino; porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.

 SALMOS

97:1 ¶ El SEÑOR reina; regocíjese la tierra, alégrense las muchas islas.

97:2 Nube y oscuridad alrededor de él; justicia y juicio son  el asiento de su trono.

97:3 Fuego irá delante de él, y abrasará en derredor sus enemigos.

97:4 Sus relámpagos alumbraron el mundo; la tierra vio, y se angustió.

97:5 Los montes se derritieron como cera delante del SEÑOR, delante del Señor de toda la tierra.

97:6 Los cielos denunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su gloria.

97:7 Avergüéncense todos los que sirven a la escultura, los que se alaban de los ídolos; adórenlo todos los dioses.

97:8 ¶ Oyó Sion, y se alegró; y las hijas de Judá se gozaron por tus juicios, oh SEÑOR.

97:9 Porque tú, SEÑOR, eres  alto sobre toda la tierra; eres  muy ensalzado sobre todos los dioses.

97:10 Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; él guarda las almas de sus misericordiosos; de mano de los impíos los libra.

97:11 Luz está  sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón.

97:12 Alegraos, justos, en el SEÑOR; y alabad la memoria de su santidad.

 SALMOS

98:1 ¶ Salmo. Cantad al SEÑOR canción nueva, porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado, y el brazo de su santidad.

98:2 El SEÑOR ha hecho notoria su salud; en ojos de los gentiles ha descubierto su justicia.

98:3 Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la Casa de Israel; todos los fines de la tierra han visto la salud de nuestro Dios.

98:4 ¶ Cantad con júbilo al SEÑOR, toda la tierra; levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.

98:5 Cantad salmos al SEÑOR con arpa; con arpa y voz de cántico.

98:6 Con trompetas y sonido de shofar, jubilad delante del SEÑOR el rey.

98:7 Brame el mar y su plenitud; el mundo y los que habitan en él;

98:8 los ríos batan las manos; los montes todos hagan regocijo,

98:9 Delante del SEÑOR; porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.

 SALMOS

99:1 ¶ El SEÑOR reina, temblarán los pueblos; el que está sentado sobre los querubines reina , se conmoverá la tierra.

99:2 El SEÑOR es  grande en Sion, y ensalzado sobre todos los pueblos.

99:3 Alaben tu Nombre, grande y tremendo y santo.

99:4 Y la fortaleza del Rey, que ama el juicio; tú confirmas la rectitud; tú has hecho en Jacob juicio y justicia.

99:5 Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al estrado de sus pies santo.

99:6 ¶ Moisés y Aarón están  entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su Nombre; invocaban al SEÑOR, y él les respondía.

99:7 En columna de fuego hablaba con ellos; guardaban sus testimonios, y el derecho que les dio.

99:8 SEÑOR Dios nuestro, tú les respondías; Dios, tú eras perdonador a ellos, y vengador por sus obras.

99:9 Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al monte de su santidad; porque el SEÑOR nuestro Dios es santo.

 SALMOS

100:1 ¶ Salmo para confesión. Cantad a Dios con júbilo, toda la tierra.

100:2 Servid al SEÑOR con alegría; entrad delante de él con regocijo.

100:3 Reconoced que el SEÑOR es  el Dios: él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos . Pueblo suyo somos , y ovejas de su prado.

100:4 Entrad por sus puertas con confesión; por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su Nombre.

100:5 Porque el SEÑOR es  bueno; para siempre es  su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

 SALMOS

101:1 ¶ De David: Salmo. Misericordia y juicio cantaré; a ti, SEÑOR, diré salmos.

101:2 Entenderé en el camino de la perfección cuando vinieres a mí; en perfección de mi corazón andaré en medio de mi casa.

101:3 No pondré delante de mis ojos cosa injusta; hacer traiciones aborrecí; no se allegarán a mí.

101:4 Corazón perverso se apartará de mí; no conoceré al malvado.

101:5 Al detractor de su prójimo a escondidas, a éste cortaré; al altivo de ojos, y de corazón vanidoso, a éste no puedo sufrir .

101:6 Mis ojos pondré  en los fieles de la tierra, para que asienten conmigo; el que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá.

101:7 No habitará en medio de mi casa el que hace engaño; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos.

101:8 Temprano cortaré a todos los impíos de la tierra; para talar de la ciudad del SEÑOR a todos los que obraren iniquidad.

 SALMOS

102:1 ¶ Oración del pobre en espíritu , cuando estuviere atormentado, y delante del SEÑOR derramare su queja. SEÑOR, oye mi oración, y venga mi clamor a ti.

102:2 No escondas de mí tu rostro; en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; el día que te  invocare, apresúrate a responderme.

102:3 Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos son quemados como en  hogar.

102:4 Mi corazón fue herido, y se secó como la hierba; por lo cual me olvidé de comer mi pan.

102:5 Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne.

102:6 Soy semejante al pelícano del desierto; soy como el búho de las soledades.

102:7 Velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado.

102:8 Cada día me afrentan mis enemigos; los que se enfurecen contra mí, se han conjurado contra mí.

102:9 Por lo cual como la ceniza a manera de pan, y mi bebida mezclo con lloro,

102:10 a causa de tu enojo y de tu ira; porque me alzaste, y me arrojaste.

102:11 Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.

102:12 ¶ Mas tú, SEÑOR, para siempre permanecerás, y tu memoria para generación y generación.

102:13 Tú levantándote, tendrás misericordia de Sion; porque es  tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado .

102:14 Porque tus siervos amaron sus piedras, y del polvo de ella tuvieron compasión.

102:15 Entonces temerán los gentiles el Nombre del SEÑOR, y todos los reyes de la tierra tu gloria;

102:16 por cuanto el SEÑOR habrá edificado a Sion, y será visto en su gloria;

102:17 habrá mirado a la oración de los solitarios y menesterosos , y no habrá desechado el ruego de ellos.

102:18 Se escribirá esto para la generación venidera; y el pueblo que se criará, alabará a JAH.

102:19 Porque miró de lo alto de su santuario; el SEÑOR miró de los cielos a la tierra,

102:20 para oír el gemido de los presos, para soltar a los hijos de muerte;

102:21 para que cuenten en Sion el Nombre del SEÑOR, y su alabanza en Jerusalén,

102:22 cuando los pueblos se congregaren en uno, y los reinos, para servir al SEÑOR.

102:23 ¶ El  afligió mi fuerza en el camino; acortó mis días.

102:24 Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días; por generación de generaciones son  tus años.

102:25 Tú fundaste la tierra antiguamente, y los cielos son obra de tus manos.

102:26 Ellos perecerán, y tú permanecerás; y todos ellos como un  vestido se envejecerán; como una  ropa de vestir los mudarás, y serán mudados;

102:27 mas tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.

102:28 Los hijos de tus siervos habitarán, y su simiente será afirmada delante de ti.

 SALMOS

103:1 ¶ De David. Bendice, alma mía al SEÑOR; y todas mis entrañas al Nombre de su santidad.

103:2 Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios:

103:3 el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades,

103:4 el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordia;

103:5 el que sacia de bien tu boca de modo que  te rejuvenezcas como el águila.

103:6 ¶ El SEÑOR es  el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia.

103:7 Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras.

103:8 Misericordioso y clemente es el SEÑOR; lento para la ira, y grande en misericordia.

103:9 No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo .

103:10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

103:11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

103:12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

103:13 Como el padre tiene misericordia de los hijos, tiene misericordia el SEÑOR de los que le temen.

103:14 Porque él conoce nuestra condición; se acuerda que somos polvo.

103:15 El varón, como la hierba son  sus días, florece como la flor del campo,

103:16 que pasó el viento por ella, y pereció; y su lugar no la conoce más.

103:17 Mas la misericordia del SEÑOR desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos;

103:18 sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

103:19 ¶ El SEÑOR afirmó en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos.

103:20 Bendecid al SEÑOR sus ángeles valientes de fuerza, que efectúan su palabra escuchando la voz de su palabra.

103:21 Bendecid al SEÑOR todos sus ejércitos, sus ministros, que hacen su voluntad.

103:22 Bendecid al SEÑOR todas sus obras en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía al SEÑOR.

 SALMOS

104:1 ¶ Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, mucho te has engrandecido; de gloria y de hermosura te has vestido.

104:2 El  que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una  cortina;

104:3 que establece sus aposentos entre las aguas; el que pone las nubes por su carroza, el que anda sobre las alas del viento;

104:4 el que hace a sus ángeles espíritus, sus ministros fuego flameante.

104:5 El fundó la tierra sobre sus basas; no se moverá por ningún siglo.

104:6 Con el abismo, como con vestido, la cubriste; sobre los montes estaban las aguas.

104:7 A tu reprensión huyeron; por el sonido de tu trueno se apresuraron;

104:8 salieron los montes, descendieron por los valles a este lugar que tú les fundaste.

104:9 Les  pusiste término, el cual no traspasarán; ni volverán a cubrir la tierra.

104:10 ¶ Tú eres  el que envías las fuentes por los arroyos; van entre los montes.

104:11 Abrevan a todas las bestias del campo; quebrantan su sed los asnos salvajes.

104:12 Junto a aquellos habitan las aves de los cielos; entre las hojas dan voces.

104:13 El que riega los montes desde sus aposentos; del fruto de sus obras se sacia la tierra.

104:14 El que hace producir el heno para las bestias, y la hierba para el  servicio del hombre; sacando el pan de la tierra.

104:15 Y el vino que  alegra el corazón del hombre; haciendo relumbrar el rostro con el aceite, y el pan que  sustenta el corazón del hombre.

104:16 Se sacian los árboles del SEÑOR, los cedros del Líbano que él plantó.

104:17 Para que allí aniden las aves; en las hayas tiene  su casa la cigüeña.

104:18 Los montes altos para las cabras monteses; las peñas, madrigueras para los conejos.

104:19 ¶ Hizo la luna para los tiempos; el sol conoció su occidente.

104:20 Pones las tinieblas, y es la noche; en ella corren todas las bestias del monte.

104:21 Los leoncillos braman a la presa, y para buscar de Dios su comida.

104:22 Sale el sol, se recogen, y se echan en sus cuevas.

104:23 Sale el hombre a su hacienda, y a su labranza hasta la tarde.

104:24 ¡Cuán muchas son tus obras, oh SEÑOR! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tu posesión.

104:25 Asimismo  este gran mar y ancho de términos; allí hay  peces sin número, animales pequeños y grandes.

104:26 Allí andan navíos; allí  este leviatán que hiciste para que jugase en él.

104:27 Todos ellos esperan a ti, para que les des su comida a su tiempo.

104:28 Les das, recogen; abres tu mano, se sacian de bien.

104:29 Escondes tu rostro, se turban; les quitas el espíritu, dejan de ser, y se tornan en su polvo.

104:30 Envías tu espíritu, se crean; y renuevas la faz de la tierra.

104:31 ¶ Sea la gloria al SEÑOR para siempre; alégrese SEÑOR en sus obras;

104:32 el cual mira a la tierra, y ella  tiembla; toca en los montes, y humean.

104:33 Al SEÑOR cantaré en mi vida; a mi Dios diré salmos mientras viviere.

104:34 Me será suave hablar de él; yo me alegraré en el SEÑOR.

104:35 Sean consumidos de la tierra los pecadores, y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, al SEÑOR. Alelu-JAH (Alabemos al SEÑOR ).

 SALMOS

105:1 ¶ Alabad al SEÑOR, invocad su Nombre; haced notorias sus obras en los pueblos.

105:2 Cantadle, decid salmos a él; hablad de todas sus maravillas.

105:3 Gloriaos en su Nombre santo; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.

105:4 Buscad al SEÑOR, y su fortaleza; buscad su rostro siempre.

105:5 Acordaos de sus maravillas que hizo, de sus prodigios y de los juicios de su boca,

105:6 oh vosotros , simiente de Abraham su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.

105:7 El es  el SEÑOR nuestro Dios; en toda la tierra son  sus juicios.

105:8 ¶ Se acordó para siempre de su alianza; de la palabra que mandó para mil generaciones,

105:9 la cual concertó con Abraham; y de su juramento a Isaac.

105:10 Y la estableció a Jacob por decreto, a Israel por pacto eterno,

105:11 diciendo: A ti te  daré la tierra de Canaán por  cordel de vuestra heredad.

105:12 Esto  siendo ellos pocos hombres en número, y extranjeros en ella.

105:13 Y anduvieron de gente en gente, de un reino a otro pueblo.

105:14 No consintió que hombre los agraviase; y por causa de ellos castigó los reyes.

105:15 Diciendo : No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.

105:16 Y llamó al hambre sobre la tierra, y quebrantó toda fuerza de pan.

105:17 Envió un  varón delante de ellos, a  José, que  fue vendido por siervo.

105:18 Afligieron sus pies con grillos; en hierro fue puesta su alma.

105:19 Hasta la hora que llegó su palabra, el dicho del SEÑOR le purificó.

105:20 Envió el rey, y le soltó; el señor de los pueblos, y le desató.

105:21 Lo puso por señor de su casa, y por enseñoreador en toda su posesión;

105:22 para echar presos sus príncipes como él quisiese, y enseñó sabiduría a sus ancianos.

105:23 Después entró Israel en Egipto, y Jacob fue extranjero en la tierra de Cam.

105:24 Y multiplicó su pueblo en gran manera, y lo hizo más fuerte que sus enemigos.

105:25 ¶ Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo, para que pensasen mal contra sus siervos.

105:26 Envió a su siervo Moisés, y a Aarón al cual escogió.

105:27 Puso en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de Cam.

105:28 Echó tinieblas, e hizo oscuridad; y no fueron rebeldes a su palabra.

105:29 Volvió sus aguas en sangre, y mató sus peces.

105:30 Engendró ranas su tierra, ranas en las camas de sus mismos reyes.

105:31 Dijo, y vinieron enjambres de moscas , y piojos en todo su término.

105:32 Volvió sus lluvias en granizo; en fuego de llamas en su tierra.

105:33 E hirió sus viñas y sus higueras, y quebró los árboles de su término.

105:34 Dijo, y vinieron langostas, y pulgón sin número;

105:35 y comieron toda la hierba de su tierra, y comieron el fruto de su tierra.

105:36 Hirió además  a todos los primogénitos en su tierra, el principio de toda su fuerza.

105:37 Y los sacó con plata y oro; y no hubo en sus tribus enfermo.

105:38 Egipto se alegró en su salida; porque había caído sobre ellos su terror.

105:39 Extendió una  nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche.

105:40 Pidieron, e hizo venir codornices; y de pan del cielo los sació.

105:41 Abrió la peña, y corrieron aguas; fluyeron por los secadales un río.

105:42 Porque se acordó de su santa palabra con Abraham su siervo.

105:m43 Y sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos.

105:44 Y les dio las tierras de los gentiles; y las labores de las naciones heredaron,

105:45 para que guardasen sus estatutos, y observasen sus leyes. Alelu-JAH.

 SALMOS

106:1 ¶ Alelu-JAH. Alabad al SEÑOR, porque es  bueno; porque para siempre es  su misericordia.

106:2 ¿Quién expresará las valentías del SEÑOR? ¿Quién contará  sus alabanzas?

106:3 Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo.

106:4 Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en la buena voluntad para con tu pueblo; visítame con tu salud;

106:5 para que yo  vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu nación, y me gloríe con tu heredad.

106:6 ¶ Pecamos con nuestros padres, pervertimos, hicimos impiedad.

106:7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; sino que se rebelaron junto al mar, en el mar Bermejo.

106:8 Los salvó por su Nombre, para hacer notoria su fortaleza.

106:9 Y reprendió al mar Bermejo, y lo secó; y les hizo ir por el abismo, como por un desierto.

106:10 Y los salvó de mano del enemigo, y los rescató de mano del adversario.

106:11 Y cubrieron las aguas a sus enemigos; no quedó uno de ellos.

106:12 Entonces creyeron a sus palabras, y cantaron su alabanza.

106:13 ¶ Se apresuraron, se olvidaron de sus obras; no esperaron en su consejo.

106:14 Se entregaron a un deseo desordenado  en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad.

106:15 Y él  les dio lo que pidieron; mas envió flaqueza en sus almas.

106:16 Tomaron después celo contra Moisés en el campamento, y  contra Aarón el santo del SEÑOR.

106:17 Se abrió la tierra, y tragó a Datán, y cubrió la compañía de Abiram.

106:18 Y se encendió el fuego en su compañía; la llama quemó los impíos.

106:19 Hicieron el  becerro en Horeb, y adoraron a un  vaciadizo.

106:20 Así trocaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba.

106:21 Olvidaron al Dios de su salud, que había hecho grandezas en Egipto;

106:22 maravillas en la tierra de Cam, temerosas cosas sobre el mar Bermejo.

106:23 Y trató de destruirlos, a no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él, a fin de apartar su ira, para que no los destruyese.

106:24 Y aborrecieron la tierra deseable; no creyeron a su palabra;

106:25 antes murmuraron en sus tiendas, y no oyeron la voz del SEÑOR.

106:26 Por lo que alzó su mano a ellos, para postrarlos en el desierto,

106:27 y humillar su simiente entre los gentiles, y esparcirlos por las tierras.

106:28 Se allegaron asimismo a Baal-peor, y comieron los sacrificios por los muertos.

106:29 Y ensañaron a Dios  con sus obras, y aumentó la mortandad en ellos.

106:30 Entonces se puso Finees, y juzgó; y se detuvo la mortandad.

106:31 Y le fue contado a justicia de generación en generación para siempre.

106:32 También le  irritaron en las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos;

106:33 porque hicieron rebelar a su espíritu, como lo expresó con sus labios.

106:34 ¶ No destruyeron los pueblos que el SEÑOR les dijo;

106:35 antes se mezclaron con los gentiles, y aprendieron sus obras.

106:36 Y sirvieron a sus ídolos; los cuales les fueron por ruina.

106:37 Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios;

106:38 y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangre.

106:39 Se contaminaron así con sus propias obras, y fornicaron con sus hechos.

106:40 Se encendió por tanto el furor del SEÑOR sobre su pueblo, y abominó su heredad:

106:41 Y los entregó en poder de los gentiles, y se enseñorearon de ellos los que los aborrecían.

106:42 Y sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano.

106:43 Muchas veces los libró; mas ellos se rebelaron a su consejo, y fueron humillados por su maldad.

106:44 El con todo , miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor;

106:45 y se acordaba de su pacto con ellos, y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.

106:46 Hizo asimismo que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.

106:47 Sálvanos, SEÑOR Dios nuestro, y júntanos de entre  los gentiles, para que loemos tu santo Nombre, para que nos gloriemos de tus alabanzas.

106:48 Bendito el SEÑOR Dios de Israel, desde el siglo y hasta el siglo; y diga todo el pueblo, Amén. Alelu-JAH.

 SALMOS

107:1 ¶ Alabad al SEÑOR, porque es  bueno; porque para siempre es su misericordia.

107:2 Diganlo los redimidos del SEÑOR, los que ha redimido del poder del enemigo,

107:3 y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del aquilón y del mar.

107:4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin  camino, sin hallar ciudad en dónde vivir.

107:5 Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos.

107:6 Y clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.

107:7 Los dirigió por camino derecho, para que viniesen a ciudad de habitación.

107:8 Alaben al SEÑOR por  su misericordia; y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

107:9 Porque sació al alma menesterosa, y llenó de bien al alma hambrienta.

107:10 ¶ Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte aprisionados, en aflicción y en hierros,

107:11 por cuanto fueron rebeldes a las palabras del SEÑOR, y aborrecieron el consejo del Altísimo.

107:12 Por eso  quebrantó él con trabajo sus corazones, cayeron y no hubo  quién los  ayudase.

107:13 Luego que  clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.

107:14 Los sacó de las tinieblas, y de la sombra de muerte; y rompió sus prisiones.

107:15 Alaben al SEÑOR por  su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

107:16 Porque quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro.

107:17 ¶ Los  locos, a causa del camino de su rebelión; y a causa de sus maldades fueron afligidos,

107:18 su alma abominó toda vianda; y llegaron hasta las puertas de la muerte.

107:19 Mas clamaron al SEÑOR en su angustia; y los salvó de sus aflicciones.

107:20 Envió su palabra, y los curó, y los libró de sus sepulturas.

107:21 Alaben al SEÑOR por  su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

107:22 Y ofrezcan sacrificios de alabanza, y publiquen sus obras con júbilo.

107:23 ¶ Los que descienden al mar en navíos, y hacen obra en las muchas aguas,

107:24 ellos han visto las obras del SEÑOR, y sus maravillas en el mar  profundo.

107:25 El dijo, e hizo saltar el viento de la tempestad, que levanta sus ondas;

107:26 suben a los cielos, descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal.

107:27 Tiemblan, y titubean como borrachos, y toda su ciencia es perdida;

107:28 claman al SEÑOR en su angustia, y los libra de sus aflicciones.

107:29 Hace parar la tempestad en sosiego, y sus ondas cesan.

107:30 Se alegran luego  porque se reposaron; y él los guía al término de su voluntad.

107:31 Alaben al SEÑOR por  su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

107:32 Y ensálcenlo en la congregación del pueblo; y en la reunión de ancianos lo alaben.

107:33 ¶ El  puso los ríos en desierto, y los manaderos de las aguas en sed;

107:34 la tierra fructífera en salados; por la maldad de los que la habitan.

107:35 Vuelve el desierto en estanques de aguas, y la tierra desierta en manaderos de agua.

107:36 Y aposenta allí hambrientos, y aderezan allí  ciudad para habitación;

107:37 y siembran campos, y plantan viñas; y rinden fruto de aumento.

107:38 Y los bendice, y se  multiplican en gran manera; y no disminuye sus bestias.

107:39 Y después  son menoscabados, y abatidos de tiranía; de males y congojas.

107:40 El derrama menosprecio sobre los príncipes, y les hace andar errados, vagabundos, sin camino.

107:41 Y levanta al pobre de la pobreza, y vuelve las familias como ovejas.

107:42 Vean los rectos, y alégrense; y toda maldad cierre su boca.

107:43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias del SEÑOR?

 SALMOS

108:1 ¶ Canción de Salmo: de David. Mi corazón está firme, oh Dios; cantaré y diré salmos; esta es mi gloria.

108:2 Despiértate, salterio y arpa; despertaré al alba.

108:3 Te alabaré, oh SEÑOR, entre los pueblos; a ti cantaré salmos entre las naciones.

108:4 Porque grande más que los cielos es  tu misericordia, y hasta los cielos tu verdad.

108:5 Ensálzate sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea ensalzada  tu gloria.

108:6 ¶ Para que sean librados tus amados; salva con tu diestra, y respóndeme.

108:7 Dios juró por su santuario, me alegraré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

108:8 Mío será  Galaad, mío será  Manasés; y Efraín será  la fortaleza de mi cabeza; Judá será  mi legislador;

108:9 Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi calzado; sobre Palestina triunfaré con júbilo.

108:10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea?

108:11 Ciertamente tú, oh Dios, que  nos habías desechado; y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos.

108:12 Danos socorro en la angustia; porque mentirosa es la salud del hombre.

108:13 En Dios haremos proezas; y él hollará de nuevo  a nuestros enemigos.

 SALMOS

109:1 ¶ Al Vencedor: de David: Salmo. Oh Dios de mi alabanza, no calles;

109:2 porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí; han hablado de mí con lengua mentirosa,

109:3 y con palabras de odio me rodearon; y pelearon contra mí sin causa.

109:4 En pago de mi amor me han sido adversarios; mas yo oraba.

109:5 Y pusieron contra mí mal por bien, y odio por mi amor.

109:6 ¶ Pon sobre él al impío; y Satanás esté a su diestra.

109:7 Cuando fuere juzgado, salga impío; y su oración sea para pecado.

109:8 Sean sus días pocos; tome otro su oficio.

109:9 Sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda.

109:10 Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; y procuren de sus desiertos.

109:11 Enrede el acreedor todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo.

109:12 No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.

109:13 Su posteridad sea talada; en segunda generación sea raído su nombre.

109:14 Venga en memoria cerca del SEÑOR la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado.

109:15 Estén siempre delante del SEÑOR, y él corte de la tierra su memoria.

109:16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre en espíritu , y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo.

109:17 Y amó la maldición, y ésta  le sobrevino; y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.

109:18 Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.

109:19 Séale como vestido con que  se cubra, y en lugar del cinto con que  se ciña siempre.

109:20 Este sea  el pago de parte del SEÑOR de los que me calumnian, y de los que hablan mal contra mi alma.

109:21 ¶ Y tú, oh DIOS el Señor, haz conmigo por amor de tu Nombre: Líbrame, porque tu misericordia es  buena.

109:22 Porque yo soy  pobre y necesitado; y mi corazón está  herido dentro de mí.

109:23 Como la sombra cuando declina me voy; soy arrebatado del viento  como langosta.

109:24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne desfallecida por falta de gordura.

109:25 Yo he sido para ellos objeto de  oprobio; me miraban, y meneaban su cabeza.

109:26 Ayúdame, SEÑOR Dios mío; sálvame conforme a tu misericordia.

109:27 Y entiendan que esta es  tu mano; que  tú, el SEÑOR, has hecho esto .

109:28 Maldigan ellos, y bendice tú; levántense, mas sean avergonzados; y tu siervo sea alegrado.

109:29 Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un  manto.

109:30 Yo  alabaré al SEÑOR en gran manera con mi boca, y le loaré en medio de muchos.

109:31 Porque él  se pondrá a la diestra del pobre en espíritu , para librar su alma de los que le juzgan.

 SALMOS

110:1 ¶ Salmo de David. El SEÑOR dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por  estrado de tus pies.

110:2 La vara de tu fortaleza enviará el SEÑOR desde Sion; domina en medio de tus enemigos.

110:3 Tu pueblo será  voluntario en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad; como  el rocío que cae  de la matriz del alba, así  te nacerán los tuyos.

110:4 Juró el SEÑOR, y no se arrepentirá. Tú eres  sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

110:5 ¶ El Señor a tu diestra herirá a los reyes en el día de su furor:

110:6 Juzgará en los gentiles, los llenará de cuerpos muertos ; herirá la cabeza sobre mucha tierra.

110:7 Del arroyo beberá en el camino; por lo cual levantará su  cabeza.

 SALMOS

111:1 ¶ Alelu-JAH. Alef  Alabaré al SEÑOR con todo el corazón, Bet  en la compañía y en la  congregación de los rectos.

111:2 Guímel  Grandes son  las obras del SEÑOR; Dálet  buscadas de todos los que las quieren.

111:3 He  Honra y hermosura es  su obra; Vau  y su justicia permanece para siempre.

111:4 Zain  Hizo memorables sus maravillas, Chet  clemente y misericordioso es  el SEÑOR.

111:5 Tet  Dio mantenimiento a los que le temen; Yod  para siempre se acordará de su pacto.

111:6 ¶ Caf  La fortaleza de sus obras anunció a su pueblo, Lámed  dándoles la heredad de los gentiles.

111:7 Mem  Las obras de sus manos son  verdad y juicio, Nun  fieles son  todos sus mandamientos;

111:8 Sámec  Son firmes de siglo a siglo, Ayin  hechos en verdad y en rectitud.

111:9 Pe  Redención ha enviado a su pueblo, Tsade  encargó para siempre su pacto, Cof  santo y reverendo es  su Nombre.

111:10 Resh  El principio de la sabiduría es  el temor del SEÑOR, Sin  buen entendimiento tienen  todos los que ponen por obra su voluntad; Tau  su loor permanece para siempre.

 SALMOS

112:1 ¶ Alelu-JAH. Alef  Bienaventurado el varón que teme al SEÑOR, Bet  y en sus mandamientos se deleita en gran manera.

112:2 Guímel  Su simiente será valiente en la tierra; Dálet  la generación de los rectos será bendita.

112:3 He  Hacienda y riquezas habrá  en su casa; Vau  y su justicia permanece para siempre.

112:4 Zain  Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Chet  clemente, y misericordioso, y justo.

112:5 Tet  El buen varón tiene misericordia y presta, Yod  gobierna sus cosas con juicio.

112:6 ¶ Caf  Por lo cual no resbalará para siempre, Lámed  en memoria eterna será el justo.

112:7 Mem  De mala fama no tendrá temor, Nun  su corazón está  firme, confiado en el SEÑOR.

112:8 Sámec  Asentado está  su corazón, no temerá, Ayin  hasta que vea en sus enemigos su deseo .

112:9 Pe  Esparce, da a los pobres, Tsade  su justicia permanece para siempre; Cof  su cuerno será ensalzado en gloria.

112:10 Resh  Lo verá el impío, y se despechará; Sin  crujirá los dientes, y se carcomerá; Tau  el deseo de los impíos perecerá.

 SALMOS

113:1 ¶ Alelu-JAH. Alabad, siervos del SEÑOR, alabad el Nombre del SEÑOR.

113:2 Sea el Nombre del SEÑOR bendito, desde ahora y para siempre.

113:3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el Nombre del SEÑOR.

113:4 Alto sobre todos los gentiles es  el SEÑOR; sobre los cielos es  su gloria.

113:5 ¿Quién como el SEÑOR nuestro Dios? El que habite en lo alto;

113:6 que se abaje para ver en el cielo, y en la tierra;

113:7 que levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del estiércol;

113:8 para hacerlo sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo;

113:9 que hace habitar en familia a la estéril, para que sea  madre de hijos alegre. Alelu-JAH.

 SALMOS

114:1 ¶ Saliendo Israel de Egipto, la casa de Jacob del pueblo de lenguaje  bárbaro,

114:2 Judá fue por su santidad, Israel su señorío.

114:3 El mar lo  vio, y huyó; el Jordán se volvió atrás.

114:4 Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos.

114:5 ¿Qué tuviste, oh  mar, que huiste? ¿Y tú, oh  Jordán, que te volviste atrás?

114:6 Oh  montes, ¿por qué  saltasteis como carneros, y vosotros , collados, como corderitos?

114:7 A la presencia del Señor tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob;

114:8 el cual tornó la peña en estanque de aguas, y en fuente de aguas la roca.

 SALMOS

115:1 ¶ No a nosotros, oh SEÑOR, no a nosotros, sino a tu Nombre da gloria; por tu misericordia, por tu verdad.

115:2 Por qué dirán los gentiles: ¿Dónde está ahora su Dios?

115:3 Y nuestro Dios está  en los cielos, todo lo que quiso ha hecho.

115:4 Los ídolos de ellos son  plata y oro, obra de manos de hombres.

115:5 Tienen boca, mas no hablarán; tienen ojos, mas no verán;

115:6 orejas tienen, mas no oirán; tienen narices, mas no olerán;

115:7 manos tienen, mas no palparán; tienen pies, mas no andarán; no hablarán con su garganta.

115:8 Como ellos sean los que los hacen; cualquiera que en ellos confía.

115:9 ¶ Oh Israel, confía en el SEÑOR; él es  su ayuda y su escudo.

115:10 Casa de Aarón, confiad en el SEÑOR; él es  su ayuda y su escudo.

115:11 Los que teméis al SEÑOR, confiad en el SEÑOR; él es  su ayuda y su escudo.

115:12 El SEÑOR se acordó de nosotros; bendecirá sobremanera a la casa de Israel; bendecirá a la casa de Aarón.

115:13 Bendecirá a los que temen al SEÑOR; a chicos y a grandes.

115:14 Acrecentará el SEÑOR bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos.

115:15 Benditos vosotros del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.

115:16 Los cielos son  los cielos del SEÑOR; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.

115:17 No alabarán los muertos a JAH, ni todos los  que descienden al silencio;

115:18 mas nosotros bendeciremos a JAH, desde ahora y  para siempre. Alelu-JAH.

 SALMOS

116:1 ¶ Amo al SEÑOR, porque ha oído mi voz y mis súplicas.

116:2 Porque ha inclinado a mí su oído, le invocaré en todos mis días.

116:3 Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del sepulcro; angustia y dolor había yo  hallado.

116:4 Entonces invoqué el Nombre del SEÑOR, diciendo : Libra ahora, oh SEÑOR, mi alma.

116:5 Clemente es  el SEÑOR y justo; , misericordioso es nuestro Dios.

116:6 El SEÑOR guarda a los simples; estaba debilitado, y me salvó.

116:7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque el SEÑOR te ha hecho bien.

116:8 Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.

116:9 Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes.

116:10 ¶ Creí; por tanto hablé, y fui afligido en gran manera.

116:11 Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.

116:12 ¿Qué pagaré al SEÑOR por todos sus beneficios para conmigo?

116:13 Tomaré la copa de la salud, e invocaré el Nombre del SEÑOR.

116:14 Ahora pagaré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo.

116:15 Estimada es  en los ojos del SEÑOR la muerte de sus misericordiosos.

116:16 Así es  oh SEÑOR, porque yo soy  tu siervo, yo soy  tu siervo, hijo de tu sierva;  rompiste mis prisiones.

116:17 Te ofreceré sacrificio de alabanza, e invocaré el Nombre del SEÑOR.

116:18 Ahora pagaré mis votos al SEÑOR delante de todo su pueblo;

116:19 en los atrios de la Casa del SEÑOR, en medio de ti, oh Jerusalén. Alelu-JAH.

 SALMOS

117:1 ¶ Alabad al SEÑOR todos los gentiles; alabadle todos los pueblos.

117:2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; y la verdad del SEÑOR es para siempre. Alelu-JAH.

 SALMOS

118:1 ¶ Alabad al SEÑOR, porque es  bueno; porque para siempre es  su misericordia.

118:2 Diga ahora Israel: Que para siempre es  su misericordia.

118:3 Diga ahora la casa de Aarón: Que para siempre es  su misericordia.

118:4 Digan ahora los que temen al SEÑOR: Que eterna es  su misericordia.

118:5 Desde la angustia invoqué a JAH; y me respondió JAH, poniéndome en anchura.

118:6 El SEÑOR está  por mí; no temeré lo  que me pueda hacer el hombre.

118:7 El SEÑOR está  por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo  en los que me aborrecen.

118:8 Mejor es  esperar en el SEÑOR que esperar en hombre.

118:9 Mejor es  esperar en el SEÑOR que esperar en príncipes.

118:10 Todas las naciones me cercaron; en el  nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

118:11 Me cercaron y me asediaron; en el  nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

118:12 Me cercaron como abejas, fueron apagados como fuegos de espinos; en el  nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

118:13 Me empujaste con violencia para que cayese; pero el SEÑOR me ayudó.

118:14 Mi fortaleza y mi canción es  JAH, y él me ha sido por salud.

118:15 Voz de júbilo y de salud hay  en las tiendas de los justos, la diestra del SEÑOR hace valentías.

118:16 La diestra del SEÑOR es  sublime, la diestra del SEÑOR hace valentías.

118:17 No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH.

118:18 Me castigó gravemente JAH, mas no me entregó a la muerte.

118:19 ¶ Abridme las puertas de la justicia, entraré por ellas, alabaré a JAH.

118:20 Esta puerta es  del SEÑOR, por ella entrarán los justos.

118:21 Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por salud.

118:22 La piedra que  desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo.

118:23 De parte del SEÑOR es esto, es maravilla en nuestros ojos.

118:24 Este es  el día que hizo el SEÑOR, nos gozaremos y alegraremos en él.

118:25 Oh SEÑOR, salva ahora, te ruego; oh SEÑOR, te ruego nos  hagas prosperar ahora.

118:26 Bendito el que viene en Nombre del SEÑOR, desde la Casa del SEÑOR os bendecimos.

118:27 Dios es  el SEÑOR que nos ha resplandecido, atad el sacrificio con cuerdas a los cuernos del altar.

118:28 Mi Dios eres  tú, y a ti alabaré; Dios mío, a ti ensalzaré.

118:29 Alabad al SEÑOR, porque es  bueno; porque para siempre es su misericordia.

 SALMOS

119:1 ¶ ALEF Bienaventurado los perfectos de camino; los que andan en la ley del SEÑOR.

119:2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y  con todo el corazón le buscan.

119:3 Pues los que no hacen iniquidad, andan en sus caminos.

119:4 ¶ Tú encargaste tus mandamientos, que sean muy guardados.

119:5 ¡Deseo que fuesen ordenados mis caminos a guardar tus estatutos!

119:6 Entonces no sería yo  avergonzado, cuando mirase en todos tus mandamientos.

119:7 ¶ Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia.

119:8 Tus estatutos guardaré, no me dejes enteramente.

119:9 ¶ BET ¿Con qué limpiará el joven su camino? Cuando guardare tu palabra.

119:10 ¶ Con todo mi corazón te he buscado, no me dejes errar de tus mandamientos.

119:11 ¶ En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.

119:12 ¶ Bendito tú, oh SEÑOR, enséñame tus estatutos.

119:13 ¶ Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.

119:14 En el camino de tus testimonios me he gozado, como sobre toda riqueza.

119:15 En tus mandamientos meditaré, y consideraré tus caminos.

119:16 En tus estatutos me recrearé, no me olvidaré de tus palabras.

119:17 ¶ GUIMEL Haz este  bien a tu siervo que  viva, y guarde tu palabra.

119:18 ¶ Destapa mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.

119:19 ¶ Advenedizo soy  yo en la tierra, no encubras de mí tus mandamientos.

119:20 ¶ Quebrantada está mi alma de desear tus juicios todo el tiempo.

119:21 ¶ Reprendiste a los soberbios, malditos los que yerran de tus mandamientos.

119:22 ¶ Aparta de mí, oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado.

119:23 ¶ Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí, hablando tu siervo según tus estatutos.

119:24 ¶ Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.

119:25 ¶ DALET Se apegó con el polvo mi alma, vivifícame según tu palabra.

119:26 ¶ Mis caminos te  conté, y me has respondido; enséñame tus estatutos.

119:27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, y meditaré de tus maravillas.

119:28 ¶ Se deshace mi alma de ansiedad, confírmame según tu palabra.

119:29 Aparta de mí, camino de mentira; y de tu ley hazme misericordia.

119:30 ¶ Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.

119:31 Me he allegado a tus testimonios; oh SEÑOR, no me avergüences.

119:32 Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanchares mi corazón.

119:33 ¶ HE Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.

119:34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la cumpliré de todo corazón.

119:35 ¶ Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella  tengo mi voluntad.

119:36 Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la  avaricia.

119:37 ¶ Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.

119:38 ¶ Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.

119:39 ¶ Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son  tus juicios.

119:40 ¶ He aquí yo  he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia.

119:41 ¶ VAU Y venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; tu salud, conforme a tu dicho.

119:42 Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado.

119:43 ¶ Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque a tu juicio espero.

119:44 Y guardaré tu ley siempre, de siglo a siglo.

119:45 ¶ Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.

119:46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.

119:47 Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado.

119:48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos.

119:49 ¶ ZAIN Acuérdate de la palabra dada  a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.

119:50 ¶ Esta es  mi consolación en mi aflicción, porque tu dicho me vivificó.

119:51 ¶ Los soberbios se burlaron mucho de mí, mas  no me he apartado de tu ley.

119:52 ¶ Me acordé, oh SEÑOR, de tus juicios antiguos, y me consolé.

119:53 ¶ Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley.

119:54 ¶ Canciones me son tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones.

119:55 ¶ Me acordé en la noche de tu Nombre, oh SEÑOR, y guardé tu ley.

119:56 Esto tuve, porque guardaba tus mandamientos.

119:57 ¶ CHET Mi porción, oh SEÑOR, dije, será  guardar tus palabras.

119:58 ¶ Tu presencia supliqué de todo corazón, ten misericordia de mí según tu palabra.

119:59 ¶ Consideré mis caminos, y torné mis pies a tus testimonios.

119:60 Me apresuré, y no me retardé en guardar tus mandamientos.

119:61 ¶ Compañía de impíos me han robado, mas  no me he olvidado de tu ley.

119:62 ¶ A medianoche me levantaré a alabarte sobre los juicios de tu justicia.

119:63 ¶ Compañero soy  yo a todos los que te temieren, y guardaren tus mandamientos.

119:64 ¶ De tu misericordia, oh SEÑOR, está llena la tierra; tus estatutos me enseñan.

119:65 ¶ TET Bien has hecho con tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra.

119:66 Bondad de sentido y sabiduría me enseña; porque tus mandamientos he creído.

119:67 ¶ Antes que fuera humillado, yo erraba; mas ahora tu dicho guardo.

119:68 ¶ Bueno eres  tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos.

119:69 ¶ Sobre mí fabricaron mentira los soberbios, mas  yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.

119:70 Se engrosó el corazón de ellos como sebo; mas  yo en tu ley me he deleitado.

119:71 ¶ Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.

119:72 ¶ Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata.

119:73 ¶ YOD Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.

119:74 ¶ Los que te temen, me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado.

119:75 ¶ Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son la misma  justicia, y que en fidelidad me afligiste.

119:76 ¶ Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.

119:77 Vengan a mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi deleite.

119:78 ¶ Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo, meditaré en tus mandamientos.

119:79 Tórnense a mí los que te temen y conocen tus testimonios.

119:80 ¶ Sea mi corazón perfecto en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado.

119:81 ¶ CAF Desfalleció de deseo  mi alma por tu salud, esperando a tu palabra.

119:82 Desfallecieron mis ojos por tu dicho, diciendo: ¿Cuándo me consolarás?

119:83 ¶ Porque estoy como el odre al humo; mas  no he olvidado tus estatutos.

119:84 ¶ ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

119:85 ¶ Los soberbios me han cavado hoyos; mas no obran  según tu ley.

119:86 Todos tus mandamientos son la misma  verdad; sin causa me persiguen; ayúdame.

119:87 Casi me han consumido por tierra; mas yo no he dejado tus mandamientos.

119:88 ¶ Conforme a tu misericordia vivifícame, y guardaré los testimonios de tu boca.

119:89 ¶ LAMED Para siempre, oh SEÑOR, permanece tu palabra en los cielos.

119:90 Por generación y generación es  tu verdad;  afirmaste la tierra, y persevera.

119:91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy; porque todas ellas son  tus siervos.

119:92 ¶ Si tu ley no hubiese sido  mi delicia, ya hubiera perecido en mi aflicción.

119:93 ¶ Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado.

119:94 ¶ Tuyo soy  yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos.

119:95 ¶ Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo  entenderé en tus testimonios.

119:96 ¶ A toda perfección he visto fin; amplio sobremanera es tu mandamiento.

119:97 ¶ MEM ¡Cuánto he amado tu ley! Todo el día es  ella mi meditación.

119:98 ¶ Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.

119:99 Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios han sido  mi meditación.

119:100 He entendido más que los ancianos, porque he guardado tus mandamientos.

119:101 ¶ De todo mal camino detuve mis pies, para guardar tu palabra.

119:102 ¶ De tus juicios no me aparté; porque tú me enseñaste.

119:103 ¶ ¡Cuán dulces han sido a mi paladar tus dichos! Más que la miel a mi boca.

119:104 De tus mandamientos he adquirido entendimiento; por tanto he aborrecido todo camino de mentira.

119:105 ¶ NUN Lámpara es  a mis pies tu palabra, y lumbre a mi camino.

119:106 ¶ Juré y ratifiqué el guardar los juicios de tu justicia.

119:107 ¶ Afligido estoy en gran manera; oh SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra.

119:108 ¶ Te ruego, oh SEÑOR, que te sean agradables los sacrificios  voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios.

119:109 ¶ De continuo está  mi alma en mi mano; mas no me he olvidado de tu ley.

119:110 Me pusieron lazo los impíos; pero yo  no me desvié de tus mandamientos.

119:111 ¶ Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón.

119:112 Mi corazón incliné a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin.

119:113 ¶ SAMEC Los pensamientos vanos aborrezco; y tu ley he amado.

119:114 ¶ Mi escondedero y mi escudo eres  tú; a tu palabra he esperado.

119:115 ¶ Apartaos de mí los malignos, porque guardaré los mandamientos de mi Dios.

119:116 ¶ Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no me frustres de mi esperanza.

119:117 Sosténme, y seré salvo; y me deleitaré siempre en tus estatutos.

119:118 ¶ Atropellaste a todos los que yerran de tus estatutos; porque su engaño es  mentira.

119:119 Como  escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra; por tanto yo  he amado tus testimonios.

119:120 Mi carne se ha estremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo.

119:121 ¶ AYIN Juicio y justicia he hecho; no me dejes a mis opresores.

119:122 Responde por tu siervo para bien; no me hagan violencia los soberbios.

119:123 ¶ Mis ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia.

119:124 ¶ Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.

119:125 Tu siervo soy  yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.

119:126 ¶ Tiempo es  de actuar, oh SEÑOR; han disipado tu ley.

119:127 ¶ Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro  muy puro.

119:128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.

119:129 ¶ PE Maravillosos son  tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma.

119:130 ¶ La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.

119:131 ¶ Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.

119:132 ¶ Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre.

119:133 ¶ Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

119:134 ¶ Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.

119:135 ¶ Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.

119:136 ¶ Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.

119:137 ¶ TSADE Justo eres  tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios.

119:138 Encargaste la justicia es a saber  tus testimonios, y tu verdad.

119:139 ¶ Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

119:140 ¶ Sumamente pura es tu palabra; y tu siervo la ama.

119:141 ¶ Pequeño soy  yo y desechado; mas  no me he olvidado de tus mandamientos.

119:142 ¶ Tu justicia es  justicia eterna, y tu ley la misma  verdad.

119:143 ¶ Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites.

119:144 Justicia eterna son  tus testimonios; dame entendimiento, y viviré.

119:145 ¶ COF Clamé con todo mi corazón; respóndeme, SEÑOR, y  guardaré tus estatutos.

119:146 Clamé a ti; sálvame, y guardaré tus testimonios.

119:147 ¶ Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra.

119:148 Se anticiparon mis ojos a  las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.

119:149 ¶ Oye mi voz conforme a tu misericordia, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tu juicio.

119:150 ¶ Se acercaron a la maldad los que me  persiguen; se alejaron de tu ley.

119:151 Cercano estás  tú, oh SEÑOR; y todos tus mandamientos son la misma  verdad.

119:152 ¶ Hace ya mucho que he entendido de tus testimonios, que para siempre los fundaste.

119:153 ¶ RESH Mira mi aflicción, y líbrame; porque de tu ley no me he olvidado.

119:154 Aboga mi causa, y redímeme; vivifícame con tu dicho.

119:155 ¶ Lejos está  de los impíos la salud; porque no buscan tus estatutos.

119:156 ¶ Muchas son  tus misericordias, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tus juicios.

119:157 ¶ Muchos son  mis perseguidores y mis enemigos; mas  de tus testimonios no me he apartado.

119:158 ¶ Veía a los prevaricadores, y me carcomía; porque no guardaban tus palabras.

119:159 ¶ Mira, oh SEÑOR, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia.

119:160 ¶ El principio de tu palabra es la misma  verdad; y eterno es todo juicio de tu justicia.

119:161 ¶ SIN Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón tuvo miedo de tus palabras.

119:162 ¶ Me gozo sobre tu dicho, como el que halla muchos despojos.

119:163 ¶ La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo.

119:164 ¶ Siete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia.

119:165 ¶ Mucha paz tienen  los que aman tu ley; y no hay  para ellos tropiezo.

119:166 ¶ Tu salud he esperado, oh SEÑOR; y tus mandamientos he puesto por obra.

119:167 ¶ Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.

119:168 He guardado tus mandamientos, y tus testimonios; porque todos mis caminos están  delante de ti.

119:169 ¶ TAU Acérquese mi clamor delante de ti, oh SEÑOR; dame entendimiento conforme a tu palabra.

119:170 Venga mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.

119:171 ¶ Mis labios rebosarán alabanza, cuando me enseñares tus estatutos.

119:172 ¶ Hablará mi lengua tus dichos; porque todos tus mandamientos son la misma  justicia.

119:173 ¶ Sea tu mano en mi socorro; porque tus mandamientos he escogido.

119:174 He deseado tu salud, oh SEÑOR; y tu ley es  mi delicia.

119:175 ¶ Viva mi alma y alábale; y tus juicios me ayuden.

119:176 ¶ Yo me perdí como oveja extraviada; busca a tu siervo; porque no me he olvidado de tus mandamientos.

 SALMOS

120:1 ¶ Canción de las gradas. Al SEÑOR llamé estando en angustia, y él me respondió.

120:2 Libra mi alma, oh SEÑOR, del labio mentiroso, de la lengua engañosa.

120:3 ¿Qué te  dará a ti, o qué te añadirá la lengua engañosa?

120:4 Agudas saetas de valiente, con brasas de enebro.

120:5 ¶ ¡Ay de mí, que peregrino en Mesec, y habito con las tiendas de Cedar!

120:6 Mucho se detiene mi alma con los que aborrecen la paz.

120:7 Yo soy  pacífico; y cuando hablo, ellos guerrean.

 SALMOS

121:1 ¶ Canción de las gradas. Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro.

121:2 Mi socorro viene  de parte del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.

121:3 No dará tu pie al resbaladero; ni se dormirá el que te guarda.

121:4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.

121:5 El SEÑOR será  tu guardador; el SEÑOR será  tu sombra a tu mano derecha.

121:6 El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.

121:7 El SEÑOR te guardará de todo mal; el  guardará tu alma.

121:8 El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.

 SALMOS

122:1 ¶ Canción de las gradas: de David. Yo me alegré con los que me decían: A la Casa del SEÑOR iremos.

122:2 Nuestros pies estuvieron en tus puertas, oh Jerusalén;

122:3 Jerusalén, la que es edificada como una  ciudad que está bien unida entre sí.

122:4 Porque allá subieron las tribus, las tribus de JAH, el testimonio a Israel, para alabar el Nombre del SEÑOR.

122:5 Porque allá están los tronos del juicio, los tronos de la casa de David.

122:6 ¶ Demandad la paz de Jerusalén; sean pacificados los que te aman.

122:7 Haya paz en tu antemuro, y descanso en tus palacios.

122:8 A causa de mis hermanos y mis compañeros hablaré ahora paz de ti.

122:9 A causa de la Casa del SEÑOR nuestro Dios, buscaré bien para ti.

 SALMOS

123:1 ¶ Canción de las gradas. A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos.

123:2 He aquí como los ojos de los siervos miran  a la mano de sus señores, y  como los ojos de la sierva a la mano de su señora; así nuestros ojos esperan  al SEÑOR nuestro Dios, hasta que tenga misericordia  de nosotros.

123:3 Ten misericordia de nosotros, oh SEÑOR, ten misericordia de nosotros; porque estamos muy hastiados de menosprecio.

123:4 Muy hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura; del menosprecio de los soberbios.

 SALMOS

124:1 ¶ Canción de las gradas: de David. Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, diga ahora Israel:

124:2 Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

124:3 vivos nos habrían entonces tragado, cuando se encendió su furor contra nosotros.

124:4 Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;

124:5 hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas soberbias.

124:6 ¶ Bendito el SEÑOR, que no nos dio por presa a sus dientes.

124:7 Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se quebró el lazo, y escapamos nosotros.

124:8 Nuestro socorro es  en el Nombre del SEÑOR, que hizo el cielo y la tierra.

 SALMOS

125:1 ¶ Canción de las gradas. Los que confían en el SEÑOR son  como el monte de Sion que  no deslizará; estará para siempre.

125:2 Como  Jerusalén tiene  montes alrededor de ella, así el SEÑOR alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.

125:3 Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la suerte de los justos; porque no extiendan los justos sus manos a la iniquidad.

125:4 ¶ Haz bien, oh SEÑOR, a los buenos, y a los que son  rectos en sus corazones.

125:5 Mas a los que se apartan tras sus perversidades, el SEÑOR los llevará con los que obran iniquidad; y  paz sea  sobre Israel.

 SALMOS

126:1 ¶ Canción de las gradas. Cuando el SEÑOR hiciere tornar la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan.

126:2 Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre los gentiles: Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con éstos.

126:3 Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros; estaremos alegres.

126:4 ¶ Haz volver nuestra cautividad oh SEÑOR, como los arroyos en el austro.

126:5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.

126:6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa simiente; mas  volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

 SALMOS

127:1 ¶ Canción de las gradas: para Salomón. Si el SEÑOR no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el SEÑOR no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.

127:2 Por demás os es  el madrugar a levantaros, el veniros tarde a reposar, el comer pan de dolores; pues que a su amado dará Dios  el sueño.

127:3 He aquí, heredad del SEÑOR son  los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.

127:4 Como saetas en mano del valiente, así son  los hijos mancebos.

127:5 Dichoso el varón que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.

 SALMOS

128:1 ¶ Canción de las gradas. Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR, que anda en sus caminos.

128:2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, dichoso tú, y tendrás bien.

128:3 Tu mujer será  como la vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivas alrededor de tu mesa.

128:4 He aquí que así será bendito el varón que teme al SEÑOR.

128:5 Bendígate el SEÑOR desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.

128:6 Y veas a  los hijos de tus hijos, y  la paz sobre Israel.

 SALMOS

129:1 ¶ Canción de las gradas. Mucho me han angustiado desde mi juventud, diga ahora Israel:

129:2 Mucho me han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron contra mí.

129:3 Sobre mis espaldas araron los aradores; hicieron largos surcos.

129:4 El SEÑOR es justo; cortó las coyundas de los impíos.

129:5 ¶ Serán avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a Sion.

129:6 Serán como la hierba de los tejados, que se seca antes que crezca;

129:7 de la cual no llenó el segador su mano, ni sus brazos el que hace gavillas.

129:8 Ni dijeron los que pasaban: La  bendición del SEÑOR sea  sobre vosotros; os bendecimos en el  Nombre del SEÑOR.

 SALMOS

130:1 ¶ Canción de las gradas. De lo profundo te llamo, oh SEÑOR.

130:2 Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi oración.

130:3 JAH, si retuvieres a los pecados, ¿Señor quién persistirá?

130:4 Por lo cual hay  perdón cerca de ti, para que seas temido.

130:5 ¶ Esperé yo  al SEÑOR, esperó mi alma; a su palabra he esperado.

130:6 Mi alma esperó  al SEÑOR más que los centinelas esperan  a la mañana, más  que los centinelas a la mañana.

130:7 Espere Israel al SEÑOR; porque con el SEÑOR hay  misericordia; y abundante redención cerca de él.

130:8 Y él redimirá a Israel de todos sus pecados.

 SALMOS

131:1 ¶ Canción de las gradas: de David. SEÑOR, mi corazón no se ha envanecido, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas maravillosas más de lo que me pertenecía.

131:2 Sino que me  puse en silencio , e hice callar mi alma, sea yo  como el destetado de su madre; como el destetado de mi propia  vida.

131:3 Espera, oh Israel, al SEÑOR desde ahora y para siempre.

 SALMOS

132:1 ¶ Canción de las gradas. Acuérdate, oh SEÑOR, de David, de toda su aflicción;

132:2 de cómo juró al SEÑOR, prometió al Fuerte de Jacob:

132:3 No entraré en la morada de mi casa, ni subiré sobre el lecho de mi estrado;

132:4 no daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento,

132:5 hasta que halle lugar para el SEÑOR, moradas para el Fuerte de Jacob.

132:6 He aquí, en Efrata oímos de ella; la hallamos en los campos del bosque.

132:7 Entraremos en sus tiendas; adoremos al estrado de sus pies.

132:8 Levántate, oh SEÑOR, a tu reposo; tú y el arca de tu fortaleza.

132:9 Tus sacerdotes se vistan de justicia, y se regocijen tus misericordiosos.

132:10 Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro.

132:11 ¶ Juró el SEÑOR verdad a David, no se apartará de ella; del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono.

132:12 Si tus hijos guardaren mi alianza, y mi testimonio que yo les enseñaré; sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

132:13 Porque el SEÑOR ha elegido a Sion; la deseó por habitación para sí.

132:14 Este será  mi reposo para siempre; aquí habitaré, porque la he deseado.

132:15 Bendeciré abundantemente su provisión; a  sus pobres saciaré de pan.

132:16 Y a sus sacerdotes vestiré de salud, y sus misericordiosos exultarán de gozo.

132:17 Allí haré reverdecer el cuerno de David; yo  he aparejado lámpara a mi ungido.

132:18 A sus enemigos vestiré de confusión; y sobre él florecerá su corona.

 SALMOS

133:1 ¶ Canción de las gradas: de David. ¡Mirad cuán bueno y cuán suave es  habitar los hermanos igualmente en uno!

133:2 Es  como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de sus vestiduras;

133:3 como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion. Porque allí envía el SEÑOR bendición, y vida eterna.

 SALMOS

134:1 ¶ Canción de las gradas. Mirad, bendecid al SEÑOR, vosotros  todos los siervos del SEÑOR, los que en la Casa del SEÑOR estáis por las noches.

134:2 Alzad vuestras manos al santuario, y bendecid al SEÑOR.

134:3 Bendígate el SEÑOR desde Sion, el que hizo los cielos y la tierra.

 SALMOS

135:1 ¶ Alelu-JAH. Alabad el Nombre del SEÑOR; Alabadle, siervos del SEÑOR;

135:2 los que estáis en la Casa del SEÑOR, en los atrios de la Casa de nuestro Dios.

135:3 Alabad a JAH, porque es  bueno el SEÑOR; cantad salmos a su Nombre, porque es  suave.

135:4 Porque JAH ha escogido a Jacob para sí, a Israel por posesión suya.

135:5 ¶ Porque yo sé que el SEÑOR es  grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.

135:6 Todo lo que quiso el SEÑOR, hizo en los cielos y en la tierra; en los mares, y en todos los abismos.

135:7 El que hace subir las nubes del cabo de la tierra; hizo los relámpagos en la lluvia; el que saca los vientos de sus tesoros.

135:8 El que hirió los primogénitos de Egipto, desde el hombre hasta la bestia.

135:9 Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, sobre el  Faraón, y sobre todos sus siervos.

135:10 El que hirió muchos gentiles, y mató reyes poderosos:

135:11 A Sehón rey amorreo, y a Og rey de Basán, y a todos los reinos de Canaán.

135:12 Y dio la tierra de ellos en heredad, en heredad a Israel su pueblo.

135:13 Oh SEÑOR, tu Nombre es  eterno; tu memoria, oh SEÑOR para generación y generación.

135:14 Porque juzgará el SEÑOR su pueblo, y sobre sus siervos se arrepentirá.

135:15 ¶ Los ídolos de los gentiles son  plata y oro, obra de manos de hombres.

135:16 Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven;

135:17 tienen orejas, y no oyen; tampoco hay espíritu en sus bocas.

135:18 Como ellos sean los que los hacen; y todos los que en ellos confían.

135:19 Casa de Israel, bendecid al SEÑOR; casa de Aarón, bendecid al SEÑOR;

135:20 casa de Leví, bendecid al SEÑOR; los que teméis al SEÑOR, bendecid al SEÑOR.

135:21 Bendito el SEÑOR de Sion, el que mora en Jerusalén. Alelu-JAH.

 SALMOS

136:1 ¶ Alabad al SEÑOR, porque es  bueno; porque para siempre es  su misericordia.

136:2 Alabad al Dios de dioses, porque para siempre es  su misericordia.

136:3 Alabad al Señor de señores, porque para siempre es  su misericordia.

136:4 Al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es  su misericordia.

136:5 Al que hizo los cielos con entendimiento, porque para siempre es  su misericordia.

136:6 Al que tendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es  su misericordia;

136:7 al que hizo las grandes luminarias, porque para siempre es  su misericordia;

136:8 el sol para que dominase en el día, porque para siempre es  su misericordia;

136:9 la luna y las estrellas para que dominasen en la noche, porque para siempre es  su misericordia.

136:10 ¶ Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es  su misericordia.

136:11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, porque para siempre es  su misericordia;

136:12 con mano fuerte, y brazo extendido, porque para siempre es  su misericordia.

136:13 Al que dividió el mar Bermejo en partes, porque para siempre es  su misericordia;

136:14 e hizo pasar a Israel por en  medio de él, porque para siempre es  su misericordia;

136:15 y sacudió al Faraón y a su ejército en el mar Bermejo, porque para siempre es  su misericordia.

136:16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, porque para siempre es  su misericordia.

136:17 Al que hirió grandes reyes, porque para siempre es  su misericordia;

136:18 y mató reyes poderosos, porque para siempre es  su misericordia;

136:19 a Sehón rey amorreo, porque para siempre es  su misericordia,

136:20 Y a Og rey de Basán, porque para siempre es  su misericordia.

136:21 Y dio la tierra de ellos en heredad, porque para siempre es  su misericordia;

136:22 En heredad a Israel su siervo, porque para siempre es  su misericordia.

136:23 ¶ El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque para siempre es  su misericordia;

136:24 y nos rescató de nuestros enemigos, porque para siempre es  su misericordia.

136:25 El que da sustento a toda carne, porque para siempre es  su misericordia.

136:26 Alabad al Dios de los cielos; porque para siempre es  su misericordia.

 SALMOS

137:1 ¶ Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sion.

137:2 Sobre los sauces que están  en medio de ella colgamos nuestras arpas;

137:3 cuando nos pedían allí, los que nos cautivaron, las palabras de la canción, (colgadas nuestras arpas de alegría) diciendo : Cantadnos de las canciones de Sion.

137:4 ¿Cómo cantaremos canción del SEÑOR en tierra de extraños?

137:5 Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, mi diestra sea olvidada.

137:6 Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no ensalzare a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.

137:7 ¶ Acuérdate, oh SEÑOR, de los hijos de Edom en el día de Jerusalén; quienes decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos.

137:8 Hija de Babilonia destruida, dichoso el que te diere tu pago, que nos pagaste a nosotros.

137:9 Dichoso el que tomará y estrellará tus niños a las piedras.

 SALMOS

138:1 ¶ De David. Te Alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos.

138:2 Adoraré al templo de tu santidad, y alabaré tu Nombre sobre tu misericordia y tu verdad; porque has hecho magnífico tu Nombre, y has engrandecido  tu dicho sobre todas las cosas.

138:3 El día que llamé, me respondiste; me fortaleciste con fortaleza en mi alma.

138:4 Te confesarán, oh SEÑOR, todos los reyes de la tierra, cuando oigan los dichos de tu boca.

138:5 Y cantarán en los caminos del SEÑOR, que la gloria del SEÑOR es grande.

138:6 ¶ Porque el alto SEÑOR mira al humilde; y al altivo no lo conoce.

138:7 Si anduviere yo  por medio de la angustia,  me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y tu diestra me salvará.

138:8 El SEÑOR cumplirá por mí; tu misericordia, oh SEÑOR, es  para siempre; no dejarás la obra de tus manos.

 SALMOS

139:1 ¶ Al Vencedor: de David: Salmo. SEÑOR,  me has examinado y conocido.

139:2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos.

139:3 Mi andar y mi reposo has ceñido, y todos mis caminos has aparejado.

139:4 Pues aun no está  la palabra en mi lengua, y  he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda.

139:5 Rostro y envés  me formaste, y sobre mí pusiste tu mano.

139:6 Más maravillosa es su  ciencia que mi capacidad; alta es, no puedo comprenderla.

139:7 ¶ ¿Adónde me  iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?

139:8 Si subiere a los cielos, allí estás  tú; y si hiciere mi estrado en el infierno, hete allí.

139:9 Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar,

139:10 aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

139:11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá por causa de mí.

139:12 Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son  como la luz.

139:13 Porque tú poseíste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.

139:14 Te alabaré; porque me formaste de una manera  formidable y maravillosa; y ésto  mi alma conoce en gran manera.

139:15 No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo  fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra.

139:16 Tus ojos vieron mi cuerpo aun imperfecto, y en tu libro todos mis miembros  estaban escritos; que fueron luego formados, sin faltar  uno de ellos.

139:17 ¶ Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas!

139:18 Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.

139:19 De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, los varones sanguinarios,

139:20 que te dicen blasfemias; se ensoberbecen en vano tus enemigos.

139:21 ¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?

139:22 De entero odio los aborrecí; los tuve por enemigos.

139:23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;

139:24 y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.

 SALMOS

140:1 ¶ Al Vencedor: Salmo de David. Líbrame, oh SEÑOR, del hombre malo; de varón de violencia me guarde.

140:2 Los cuales pensaron males en el corazón, cada día urden contiendas.

140:3 Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay  debajo de sus labios. (Selah.)

140:4 Guárdame, oh SEÑOR, de manos del impío, del varón de violencia me guarde; que han pensado trastornar mis pasos.

140:5 Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red; en el lugar de la senda me han puesto lazos. (Selah.)

140:6 He dicho al SEÑOR: Dios mío eres  tú; escucha, oh SEÑOR, la voz de mis ruegos.

140:7 Oh  DIOS el Señor, fortaleza de mi salud, cubre mi cabeza el día de las armas.

140:8 ¶ No des, oh SEÑOR, al impío sus deseos; no saques adelante  su pensamiento, para  que no se ensoberbezca. (Selah.)

140:9 En cuanto a  la cabeza de los que me cercan, la perversidad de sus labios la cubra.

140:10 Caigan sobre ellos brasas; en el fuego los haga caer, en profundos hoyos de donde no salgan.

140:11 El varón de lengua maligna  no será firme en la tierra; el mal cazará al varón de violencia para derribarle.

140:12 Yo  sé que hará el SEÑOR el juicio del pobre, el juicio de los menesterosos.

140:13 Ciertamente los justos alabarán tu Nombre; los rectos morarán en tu presencia.

 SALMOS

141:1 ¶ Salmo de David. SEÑOR, a ti he llamado; apresúrate a mí; escucha mi voz, cuando te llamare.

141:2 Sea enderezada mi oración delante de ti como  incienso, el don de mis manos como el  sacrificio de la tarde.

141:3 Pon, oh SEÑOR, guarda a mi boca; guarda la puerta de mis labios.

141:4 No inclines mi corazón a cosa mala, a hacer obras con impiedad con los varones que obran iniquidad; y no coma yo  de sus deleites.

141:5 ¶ Que me hiera el justo con misericordia, y que me reprenda; y halago de príncipe inicuo  no unte mi cabeza; porque aun mi oración será  contra sus males.

141:6 Serán derribados de lugares fuertes sus jueces, y oirán mis palabras, que son suaves.

141:7 Como quien hiende y rompe leños  en tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca de la sepultura.

141:8 Por tanto a ti, oh DIOS el Señor, miran  mis ojos; en ti he confiado, no desampares mi alma.

141:9 Guárdame de las manos del lazo que  me han tendido, y de los lazos de los que obran iniquidad.

141:10 Caigan los impíos a una en sus redes, mientras yo pasaré adelante  para siempre.

 SALMOS

142:1 ¶ Masquil de David: Oración que hizo cuando estaba en la cueva. Con mi voz clamaré al SEÑOR, con mi voz pediré misericordia al SEÑOR.

142:2 Delante de él derramaré mi querella; delante de él denunciaré mi angustia.

142:3 Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

142:4 ¶ Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había  quién me conociese; no tuve refugio, no había  quién volviese por mi vida.

142:5 Clamé a ti, oh SEÑOR, Dije: Tú eres  mi esperanza, y  mi porción en la tierra de los vivientes.

142:6 Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

142:7 Saca mi alma de la cárcel para que alabe tu Nombre; conmigo harán fiesta los justos, cuando me hubieras destetado.

 SALMOS

143:1 ¶ Salmo de David. Oh SEÑOR, oye mi oración, escucha mis ruegos por tu verdad; respóndeme por tu justicia.

143:2 Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de ti ningún viviente.

143:3 Porque ha perseguido el enemigo mi alma; ha quebrantado en tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.

143:4 Y mi espíritu se angustió dentro de mí; se pasmó mi corazón.

143:5 Me acordé de los días antiguos; meditaba en todas tus obras, meditaba en las obras de tus manos.

143:6 Extendí mis manos a ti; mi alma a ti como la tierra sedienta. (Selah.)

143:7 ¶ Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a  ser semejante a los que descienden a la sepultura.

143:8 Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he alzado mi alma.

143:9 Líbrame de mis enemigos, oh SEÑOR; a ti me acojo.

143:10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres  mi Dios. Tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud.

143:11 Por tu Nombre, oh SEÑOR me vivificarás; por tu justicia, sacarás mi alma de angustia.

143:12 Y por tu misericordia disiparás mis enemigos, y destruirás todos los adversarios de mi alma; porque yo soy tu siervo.

 SALMOS

144:1 ¶ Salmo de David. Bendito sea  el SEÑOR, mi roca, que enseña mis manos a la batalla, y mis dedos a la guerra.

144:2 Misericordia mía y mi castillo, altura mía y mi libertador, escudo mío, en quien he confiado; el que allana mi pueblo delante de mí.

144:3 Oh SEÑOR, ¿qué es el hombre, que lo conoces? ¿O el hijo del hombre, para que lo estimes?

144:4 El hombre es semejante a la vanidad; sus días son  como la sombra que pasa.

144:5 Oh SEÑOR, abaja tus cielos y desciende; toca los montes, y humeen.

144:6 Despide relámpagos, y disípalos, envía tus saetas, y contúrbalos.

144:7 Envía tu mano desde lo alto; redímeme, y sácame de las muchas aguas, de la mano de los hijos extraños;

144:8 cuya boca habla vanidad, y su diestra es  diestra de mentira.

144:9 ¶ Oh Dios, a ti cantaré canción nueva; con salterio, con decacordio cantaré a ti.

144:10 , el que da salud a los reyes, el que redime a David su siervo de maligna espada.

144:11 Redímeme, y sálvame de mano de los hijos extraños, cuya boca habla vanidad, y su diestra es  diestra de mentira.

144:12 Que nuestros hijos sean  como plantas crecidas en su juventud; nuestras hijas como las esquinas labradas a manera de las de un  palacio;

144:13 nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano ; nuestros ganados, que paran a millares y diez millares en nuestras plazas;

144:14 que  nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; que no tengamos asalto, ni que hacer salida, ni grito de alarma  en nuestras plazas.

144:15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto; bienaventurado el pueblo cuyo Dios es  el SEÑOR.

 SALMOS

145:1 ¶ Salmo de alabanza: de David. Alef  Te ensalzaré, mi Dios, mi Rey; y  bendeciré tu Nombre por el siglo y para siempre.

145:2 Bet  Cada día te bendeciré, y alabaré tu Nombre por siglo y para siempre.

145:3 Guímel  Grande es  el SEÑOR y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable.

145:4 Dálet  Generación a generación narrará tus obras, y anunciarán tus valentías.

145:5 He  De  la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y tus hechos maravillosos, hablaré.

145:6 Vau  Y la terribilidad de tus valentías dirán los hombres; y yo  recontaré tu grandeza.

145:7 Zain  Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia.

145:8 Chet  Clemente y misericordioso es  el SEÑOR, lento para la ira, y grande en misericordia.

145:9 Tet  Bueno es el SEÑOR para con todos; y sus misericordias resplandecen  sobre todas sus obras.

145:10 ¶ Yod  Alábente, oh SEÑOR, todas tus obras; y tus misericordiosos te bendigan.

145:11 Caf  La gloria de tu reino digan, y hablen de tu fortaleza;

145:12 Lámed  para notificar a los hijos de Adán sus valentías, y la gloria de la magnificencia de su reino.

145:13 Mem  Tu reino es  reino de todos los siglos, y tu señorío en todas generaciones.

145:14 Sámec  Sostiene el SEÑOR a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos.

145:15 Ayin  Los ojos de todos las cosas esperan a ti, y tú les das su comida en su tiempo.

145:16 Pe  Abres tu mano, y sacias el deseo de  todo viviente.

145:17 Tsade  Justo es  el SEÑOR en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras.

145:18 Cof  Cercano está  el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan con verdad.

145:19 Resh  Cumplirá el deseo de los que le temen; y su clamor oirá, y los salvará.

145:20 Sin  El SEÑOR guarda a todos los que le aman; pero destruirá a todos los impíos.

145:21 Tau  La alabanza del SEÑOR hablará mi boca; y bendiga toda carne su santo Nombre, por el siglo y para siempre.

 SALMOS

146:1 ¶ Alelu-JAH Alaba, oh alma mía, al SEÑOR.

146:2 Alabaré al SEÑOR en mi vida; diré salmos a mi Dios mientras viviere.

146:3 No confiéis en los príncipes, ni  en hijo de hombre, porque no hay  en él salud.

146:4 Saldrá su espíritu, se volverá en su tierra; en aquel día perecerán todos sus pensamientos.

146:5 ¶ Dichoso aquel en cuya ayuda es  el Dios de Jacob, cuya esperanza es  en el SEÑOR su Dios;

146:6 el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay ; el que guarda verdad para siempre;

146:7 el que hace derecho a los agraviados; el que da pan a los hambrientos; el SEÑOR, el que suelta a los aprisionados;

146:8 el SEÑOR es  el que abre los ojos  a los ciegos; el SEÑOR, el que endereza a los agobiados; el SEÑOR, el que ama a los justos.

146:9 El SEÑOR, el que guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda levanta; y el camino de los impíos trastorna.

146:10 Reinará el SEÑOR para siempre; tu Dios, oh Sion, por generación y generación. Alelu-JAH.

 SALMOS

147:1 ¶ Alelu-JAH, porque es  bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la alabanza.

147:2 El SEÑOR, el que edifica a Jerusalén; a  los echados de Israel recogerá.

147:3 El que sana a los quebrantados de corazón, y el que liga sus heridas.

147:4 El que cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus  nombres.

147:5 Grande es  el Señor nuestro, y de mucha potencia; y su entendimiento es infinito.

147:6 El SEÑOR, el que ensalza a  los humildes; el que humilla a  los impíos hasta la tierra.

147:7 Cantad al SEÑOR con alabanza, cantad con arpa a nuestro Dios.

147:8 El que cubre los cielos de nubes, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace a los montes producir hierba.

147:9 El que da a la bestia su mantenimiento, y  a los hijos de los cuervos que claman a él .

147:10 No toma contentamiento en la fortaleza del caballo, ni se complace en las piernas del varón.

147:11 El SEÑOR ama a los que le temen; a los que esperan en su misericordia.

147:12 ¶ Alaba al SEÑOR, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sion.

147:13 Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; bendijo a tus hijos dentro de ti.

147:14 El que pone por  tu término la paz; te hará saciar de grosura de trigo.

147:15 El que envía su palabra a la tierra; muy presto corre su palabra.

147:16 El que da la nieve como lana, derrama la escarcha como ceniza.

147:17 El que echa su hielo como en  pedacitos; delante de su frío ¿quién estará?

147:18 Enviará su palabra, y los derretirá; soplará su viento, y fluirán las aguas.

147:19 El que denuncia sus palabras a Jacob, sus estatutos y sus juicios a Israel.

147:20 No ha hecho esto con las otras naciones; las cuales  no conocieron sus  juicios. Alelu-JAH.

 SALMOS

148:1 ¶ Alelu-JAH Alabad a Dios desde los cielos; alabadle en las alturas.

148:2 Alabadle, vosotros  todos sus ángeles; alabadle, vosotros  todos sus ejércitos.

148:3 Alabadle, el sol y la luna: alabadle, todas las estrellas de luz.

148:4 Alabadle, los cielos de los cielos; y las aguas que están  sobre los cielos.

148:5 Alaben el Nombre del SEÑOR; porque él mandó, y fueron creados.

148:6 Y los hizo ser para siempre por el siglo; les  puso ley que no será quebrantada.

148:7 ¶ Alabad al SEÑOR, desde la tierra, los dragones y todos los abismos;

148:8 el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra;

148:9 los montes y todos los collados; el árbol de fruto, y todos los cedros;

148:10 la bestia, y todo animal; el que va arrastrando, y el ave que vuela;

148:11 los reyes de la tierra, y todos los pueblos; los príncipes, y todos los jueces de la tierra;

148:12 los jóvenes, y también las doncellas; los viejos con los niños,

148:13 alaben el Nombre del SEÑOR, porque sólo su Nombre es  elevado; su gloria es  sobre tierra y cielos.

148:14 El  ensalzó el cuerno de su pueblo; alábenle todos sus misericordiosos, los hijos de Israel, el pueblo a él cercano. Alelu-JAH.

 SALMOS

149:1 ¶ Alelu-JAH. Cantad al SEÑOR canción nueva; su alabanza sea  en la congregación de los misericordiosos.

149:2 Alégrese Israel con su Hacedor; los hijos de Sion se gocen con su Rey.

149:3 Alaben su Nombre con baile; con adufe y arpa canten a él.

149:4 Porque el SEÑOR toma contentamiento con su pueblo; hermoseará a los humildes con salud.

149:5 Se gozarán los misericordiosos con gloria; cantarán sobre sus camas.

149:6 ¶ Ensalzamientos de Dios modularán  en sus gargantas; y espadas de dos filos habrá  en sus manos;

149:7 para hacer venganza de los gentiles, castigos en los pueblos;

149:8 para aprisionar sus reyes en grillos, y sus nobles en cadenas de hierro;

149:9 para ejecutar en ellos el juicio escrito; gloria será esto para todos sus misericordiosos. Alelu-JAH.

 SALMOS

150:1 ¶ Alelu-JAH. Alabad a Dios en su santuario; alabadle en el extendimiento de su fortaleza.

150:2 Alabadle por sus proezas; alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.

150:3 Alabadle a son de shofar; alabadle con salterio y arpa.

150:4 Alabadle con adufe y flauta; alabadle con cuerdas y órgano.

150:5 Alabadle con címbalos resonantes; alabadle con címbalos de júbilo.

150:6 Todo lo que respira alabe a JAH. Alelu-JAH.

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